The Fighter

Película dirigida por David O. Russell, director de una película muy curiosa llamada Extrañas coincidencias, en la que el director nos cuenta la historia real de un boxeador crecido en un pequeño barrio y entrenado por su hermano, boxeador retirado cuya mayor proeza fue vencer en un combate a Sugar Ray y que en la época que trata la película su físico ha quedado algo demacrado por culpa de las drogas. Esperaba de The Fighter una película correcta y es lo que encuentro cuando la veo. También beneficiada por tratar el siempre fascinante mundo del boxeo, género que nos suele ofrecer películas maravillosas. The Fighter se queda en buena e interesante. Puede que en algunos momentos, David O. Russell debería haberse arriesgado algo con el material que tiene, pero decide ir sobre seguro y construir una película que se mantiene regular durante todo su metraje.




Pronto el director nos sumerge dentro de ese estilo de docudrama que adquiere la película, puesto que desde el principio vemos como la cadena HBO está rodando un documental sobre la figura del ex-boxeador drogadicto que interpreta Christian Bale. También se adentra en la peculiar familia de éste, en la historia de su hermano y su relación con una camarera que esperaba hacer algo más en su vida y en la problemática en su barrio. También en como el personaje de Mark Wahlberg pasa de ser un boxeador mediocre a convertirse en un boxeador a tener en cuenta y que puede llegar a convertirse en alguien importante dentro de ese mundo. Todo eso está tratado de manera efectiva por David O. Russell, manejando cierta tensión entre los personajes en algunos momentos y beneficiándose de la relación entre los personajes y de los conflictos entre ellos, resultando creíbles. Tan solo algunos tics de Melissa Leo y todas sus hijas pueden llegar a molestar un poquito, pero tanto la actriz como sus hijas resultan realistas y nos ofrecen algunos momentos tensos muy bien rodados, como la pelea de todas con el personaje de Amy Adams.




La película ni siquiera se resiente de la diferencia de edad entre los actores como el hecho de ver a Christian Bale interpretando al hermano mayor de Mark Wahlberg pese a ser menor que él, y a Melissa Leo como la madre de ambos pese a sacarles pocos años. Los actores están muy bien, Wahlberg interpreta con mucha corrección con algunos de sus tics habituales, pero sabe perfectamente que al lado de directores como Russell o James Gray saca lo mejor de sí mismo, y tanto una bellísima Amy Adams, que deja esa imagen de chica ingenua y pizpireta, para añadir algo de sensualidad a su personaje, como Melissa Leo cumplen con sus papeles con solvencia. Pero el rey de la función es Christian Bale y me alegro, porque hace algunos años que no me convencía, maneja todos los recursos de su personaje de manera excelente, es carismático, tiene química con los demás personajes y cambia de socarrón a moderado cuando debe hacerlo. Es el alma de la película y lo sabe. Su personaje es el que coge las riendas en todo momento y Bale lleva la película con facilidad.

Rango (Spoilers)

El director Gore Verbinski se estrena en la animación con Rango, un homenaje a los spaguetti-western. Si miro la trayectoria del director antes de dirigir la película que nos ocupa, la primera palabra que se me viene en mente es irregularidad. Dirigió la menor pero bastante entretenida y con algunas dosis de humor negro Un ratoncito duro de roer y después llegó la fallida The Mexican, que se apoyaba mucho en un par de personajes secundarios, especialmente el gran James Gandolfini, pero la película era algo estúpida. Tras eso llegaron dos de sus mayores éxitos: el remake de The Ring y la primera parte de Piratas del Caribe. No soy un gran fan de la primera, me parece una película para pasar el rato con la siempre genial Naomi Watts y con un par de escenas conseguidas, pero poco más. Sin embargo, la primera parte de Piratas del Caribe sí que me parece una película muy conseguida. Evocaba bien a cierto cine de aventuras con el que crecí y salvo un par de cosas, es una película muy disfrutable. Y después siguió con esa buena racha con la estimable El hombre del tiempo, con un gran Nicolas Cage. Tras esa buena racha, hizo las dos secuelas de Piratas del Caribe que en mi opinión se cargaron la saga. La buena impresión que tenía con la primera desapareció. Me parecen dos películas aborrecibles, sin sentido del ritmo ni de la aventura, atolondradas y, finalmente, sin interés. Las considero las dos peores películas que ha dirigido Verbinski y dos de las cosas más irritantes que vi en la década pasada. Y también fueron sus últimos proyectos antes de Rango, por lo que había que esperar porque lado se iba a decantar el director.





No soy ningún gran fan del spaguetti-western, aunque me gusta bastante el western, ni vi ninguno antes que Rango para ver por donde podían tirar las referencias al género. La presentación del personaje es original, es divertida y Verbinski ya muestra su mano para la comedia. Cuando llega el personaje al pueblo (Dirt), Verbinski ha mezclado todo tipo de escenas, varias de persecuciones y saltos del protagonista por la carretera y alguna surrealista que sorprende más los "mariachis" acompañando la trama. La mezcla no desentona sino que Verbinski se aprovecha de ella para darle dinamismo a la historia que cuenta. Lo que sigue es una historia muy fiel al género sobre un pueblo con escasez de un recurso imprescindible como es el agua. Rango se gana el respeto de todos a base de mentiras y consigue ser el sheriff del pueblo teniendo que investigar que ha pasado con la poca agua que quedaba en el banco y que ha sido, supuestamente, robada por un grupo de delincuentes. Aquí puede que entre en unos minutos más normales, menos dinámicos pero creo que se lleva bien a pantalla el ambiente que allí se respira y que teje una trama interesante. Más tarde lo solventa con una persecución impresionante entre el grupo de Rango y los supuestos atracadores. Y la última parte de la trama, con Rango siendo expulsado al pueblo y más tarde descubriéndolo todo y redimiéndose también tiene su punto.




No todo es perfecto, junto a algún bajón de ritmo, se echa de menos que algún que otro personaje secundario se destaque y no dependa tanto de la lagartija protagonista, que puede llegar a hacerse algo pesada en algunos momentos. También cierto abuso de recursos sonoros en las escenas más intensas. No molestan demasiado, por suerte. Pero Rango es una película disfrutable, me temo que más por adultos que entenderán su historia al completo que por los niños, que se quedarán con las persecuciones y la verborrea de su protagonista y poco más. Verbinski sale ganador de su primera película tras la trilogía de Piratas del Caribe y lleva la mezcla entre western y comedia con buena mano y que intenta ofrecer algo más que una dirección convencional. A nivel visual, la animación es muy buena y no desentona en ningún momento, igual que el resto de apartados técnicos. No es necesario el 3D porque la película ya en 2D asombra por su alto nivel. Como no sabía que esperar con la película, puedo decir que he salido bastante satisfecho del cine con ella. Y ya es la segunda vez con la animación en una semana tras la estupenda Enredados.

Sangre fácil (Zhang Yimou)

Estrenado el año pasado en algunos países y en varios festivales el remake de Sangre fácil dirigido por Zhang Yimou, uno de los directores orientales más reconocidos, decidí, antes de verlo, volver a ver la película base, la original dirigida por los hermanos Coen. Creo que con Sangre fácil de los Coen, la película con la que tanto Joel como Ethan debutaron, se podría hacer un gran remake siendo fiel a la historia original pero distanciándose a la vez para no hacer una simple copia. Después de ver la película de Zhang Yimou lo sigo pensando, pues aunque se pasa el rato con ella, la sensación de película menor y también algo imbécil queda patente durante casi todo el metraje. Y es que soy de los que piensan que Zhang Yimou ha bajado mucho el listón respecto a sus inicios. Y disfruté bastante con Hero. Pero películas como Ju Dou, La linterna roja, la minusvalorada La joya de Shanghai, Ni uno menos o El camino a casa me parecen increíbles. También hizo alguna idiotez como Keep Cool o la muy pesada Happy Times, pero las combinaba con ese otro cine tan bueno que hacía y las acababa olvidando. Respecto a Sangre fácil de los Coen, era una película dura y contundente, con gotas de humor negro que ambos manejaban bien en una historia que tenía muchos de los códigos del cine negro. También una puesta en escena tremenda que se apoyaba en una atmósfera muy bien creada.




Zhang Yimou es muy fiel a la historia de los Coen. Donde se diferencia es en otros aspectos. Los personajes, si caben, son mucho más extravagantes que en aquella, a nivel visual hay muchísimas diferencias e incluso el ritmo de película parece diferente, y, sobre todo, se potencia el aspecto cómico. Lo que más me ha gustado de la película es que Yimou, en varios momentos, le da cierto aspecto de western en la ambientación, al menos en varias escenas. Y también en que pese a que algunas cosas están mal tratadas, su versión de la película nunca te da la sensación de aburrimiento. Quizá no sea una película perdurable pero, desde luego, tampoco te aburres con ella. A nivel visual también logra escenas de muchísima belleza. Pero, en las escenas más intensas, en las que es muy fiel a la película original, se nota que Yimou anda más apurado y la película se resiente. Les falta crudeza, ese toque seco y contundente que tenía la obra original, ese humor negro que Yimou convierte en humor facilón y que no le sienta bien a la película.




Tampoco ayuda el hecho de que la gran parte de los actores hagan interpretaciones mediocres. No ya que estén debajo de los de la película original, sino que resulten cargantes. Especialmente se nota en los actores masculinos, que están mal casi todos, siendo la chica protagonista de lo poco salvable de la obra siempre que no se compare con Frances McDormand, pero al menos la chica tiene expresividad y sabe jugar y desarrollar su personaje más allá de lo que diga el guión, con sus gestos y por su forma de hablar. Tampoco los números que realizan los personajes mientras trabajan resultan interesantes. A su favor, aparte de que es una película entretenida y a ese ambiente de western que respira, cabe destacar la atmósfera que Yimou consigue especialmente en las escenas que suceden por la noche. Pero aún así, siendo de un director que ha hecho varias películas muy interesantes, esperaba más de este remake. Se puede ver pero si no se hace tampoco pasa nada.

Blue Valentine

Película independiente sobre un matrimonio con una hija que poco a poco se va deteriorando y en la que el director, en varios flashbacks, nos cuentan los inicios de esta pareja, como se conocen y como va evolucionando la relación que tienen. Reconozco que conforme la iba viendo me recordó un poco a otra película que protagonizó Michelle Williams no hace mucho, la mediocre Mammoth de Lukas Moodysson, pero esa semejanza pronto se va al traste y por suerte Blue Valentine es superior a la película del director sueco. Me recordaba ligeramente porque es un matrimonio que está roto, con un hijo y en ambas películas Michelle trabaja en un hospital. Pero es una semejanza ligera y el tono de la película es diferente al de la película de Moodysson. Porque aquí el director se preocupa más por retratar los problemas de la pareja de frente y como se enfrentan con ellos. Pero no es, ni mucho menos, una gran película. Pero para ser el debut como director de Derek Cianfrance, no está mal. Eso sí, tampoco es una película especialmente recordable ni está entre las mejores películas que se han estrenado este año aunque es interesante y está bien realizada.




Blue Valentine es una película dura y áspera que hurga dentro de los personajes hasta llegarlos a hacer tan antipáticos como cercanos en muchos momentos. Tiene algunos tics molestos de cine independiente, no me interesa para nada que el director nos cuente el pasado de la pareja en flashbacks, como se conocieron, se quedó embarazada y se casaron, me parece redundante y solo muestra un tiempo en que la pareja era feliz y no estaba en la crisis que viven en el presente. Ese pasado, que debía suponer un respiro ante todo lo que están viviendo los personajes durante la película, está mal tratado y ni las escenas emocionan ni interesa demasiado conocerlo porque no tiene nada especial. La parte que nos cuenta el presente de los personajes es mucho más interesante. Quizá a ratos excesivamente desgarradora, algo gratuita al adentrarse en la relación entre ambos personajes pero con un toque que hace creíble esa relación que se va deteriorando a cada minuto que pasa un poquito más. Acompaña bien las escenas el director y nos sumerge en escenas intensas como la de la pareja cuando visita la habitación del hotel con ambientación futurista.




Lo que más se ha destacado la película han sido su pareja protagonista. Tanto Ryan Gosling como Michelle Williams están bien sin destacar uno por encima del otro. También pecan de ciertos excesos de los guionistas a la hora de retratar los personajes pero son capaces de llevar todo el drama sin acabar siendo devorados. Los secundarios acompañan bien pero no destacan especialmente. Derek Cianfrance ha cumplido con su debut, una película pequeña e intensa pero en la que los actores le acaban comiendo el terreno haciendo que la película sea más recordable por ellos que por la labor del director tras la cámara. Y tiene ciertos detalles muy interesantes pero también algunos defectos muy evidentes y cierta irregularidad en el conjunto que hacen que la película no sea más de lo que es. Pero, como he mencionado antes, para ser su primera película no está del todo mal. Es una buena película.