sábado, 5 de marzo de 2011

Blue Valentine



Película independiente sobre un matrimonio con una hija que poco a poco se va deteriorando y en la que el director, en varios flashbacks, nos cuentan los inicios de esta pareja, como se conocen y como va evolucionando la relación que tienen. Reconozco que conforme la iba viendo me recordó un poco a otra película que protagonizó Michelle Williams no hace mucho, la mediocre Mammoth de Lukas Moodysson, pero esa semejanza pronto se va al traste y por suerte Blue Valentine es superior a la película del director sueco. Me recordaba ligeramente porque es un matrimonio que está roto, con un hijo y en ambas películas Michelle trabaja en un hospital. Pero es una semejanza ligera y el tono de la película es diferente al de la película de Moodysson. Porque aquí el director se preocupa más por retratar los problemas de la pareja de frente y como se enfrentan con ellos. Pero no es, ni mucho menos, una gran película. Pero para ser el debut como director de Derek Cianfrance, no está mal. Eso sí, tampoco es una película especialmente recordable ni está entre las mejores películas que se han estrenado este año aunque es interesante y está bien realizada.




Blue Valentine es una película dura y áspera que hurga dentro de los personajes hasta llegarlos a hacer tan antipáticos como cercanos en muchos momentos. Tiene algunos tics molestos de cine independiente, no me interesa para nada que el director nos cuente el pasado de la pareja en flashbacks, como se conocieron, se quedó embarazada y se casaron, me parece redundante y solo muestra un tiempo en que la pareja era feliz y no estaba en la crisis que viven en el presente. Ese pasado, que debía suponer un respiro ante todo lo que están viviendo los personajes durante la película, está mal tratado y ni las escenas emocionan ni interesa demasiado conocerlo porque no tiene nada especial. La parte que nos cuenta el presente de los personajes es mucho más interesante. Quizá a ratos excesivamente desgarradora, algo gratuita al adentrarse en la relación entre ambos personajes pero con un toque que hace creíble esa relación que se va deteriorando a cada minuto que pasa un poquito más. Acompaña bien las escenas el director y nos sumerge en escenas intensas como la de la pareja cuando visita la habitación del hotel con ambientación futurista.




Lo que más se ha destacado la película han sido su pareja protagonista. Tanto Ryan Gosling como Michelle Williams están bien sin destacar uno por encima del otro. También pecan de ciertos excesos de los guionistas a la hora de retratar los personajes pero son capaces de llevar todo el drama sin acabar siendo devorados. Los secundarios acompañan bien pero no destacan especialmente. Derek Cianfrance ha cumplido con su debut, una película pequeña e intensa pero en la que los actores le acaban comiendo el terreno haciendo que la película sea más recordable por ellos que por la labor del director tras la cámara. Y tiene ciertos detalles muy interesantes pero también algunos defectos muy evidentes y cierta irregularidad en el conjunto que hacen que la película no sea más de lo que es. Pero, como he mencionado antes, para ser su primera película no está del todo mal. Es una buena película.


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