domingo, 12 de junio de 2011
Presencias extrañas (spoilers)
No hay demasiados motivos para ver Presencias extrañas aunque los pocos que hay son muy poderosos. La película es un remake de la coreana Dos hermanas de Kim Ji-woon la cual tuve oportunidad de ver hace unos años y me gustó, sin apasionarme pero pareciéndome una película bastante decente que en muchas ocasiones tiraba más por el drama puro y duro que por la película de terror psicológico y/o suspense. Eso sí, tenía alguna que otra deficiencia, especialmente a nivel argumental, que no le hacía aspirar a algo más. Este remake dirigido por los hermanos Guard no se preocupa por pulirlos. Es una película menor aunque entretenida sustentada por cierta eficacia de los directores a nivel visual que pule las incoherencias argumentales, el despropósito final con unos últimos 10-15 minutos muy flojos y unos actores secundarios muy desaprovechados que se limitan a aparecer y desaparecer de la trama sin otorgarle mucho sentido a ésta. Y no hablamos de típicos secundarios sin excesiva importancia, sino de personajes que en momentos parecen que tienen algo de decir como es ese padre al que interpreta el cumplidor pero casi siempre desaprovechado David Strathairn o el personaje del sheriff del pueblo.
Pese a las quejas que tengo sobre el argumento, bien es cierto que estás llegan a partir de mitad de película. Toda la parte inicial con la chica saliendo del psiquiátrico y regresando a su casa con su padre, su hermana y su nueva madrastra creo que está bien llevado. También toda la parte que trata sobre las sospechas de las hermanas hacia su madrastra y los actos que ha cometido ésta para llegar a casarse con su padre. El buen recibimiento de la madrastra pronto se convertirá en hostilidad hacía su hijastra por meterse de lleno en los aspectos más oscuros de su vida. Supongo que el momento en que la película empieza a tambalearse es cuando te da la impresión que se puede volver mucho más interesante y es a partir del momento del entierro del chico que mantenía algo más que una simple relación de amistad con la protagonista. En ese momento en que las chicas investigan más a fondo, la trama se vuelve más repetitiva, más inverosímil aunque sigue resultando entretenida. El final es un disparate que encuentra su mayor virtud en lo gratuito que resulta el intentar dar un golpe de efecto con una sorpresa supuestamente inesperada (que no fue tal por el hecho de conocer la película original que pecaba de lo mismo).
La realidad de ver esta película no es otro que el hecho de ver a Emily Browning en todo su esplendor. En Sucker Punch aparecía algo vulgarizada y aún así me gustó pero aquí está exquisita en todos los aspectos. Su fragilidad, su rostro, su belleza, la forma de moverse, su magnetismo para darle credibilidad a las escenas más cogidas por pinzas hacen de ella una de las actrices más fascinantes de la actualidad. Ella es la película y el principal aliciente de una obra que realmente salvo un par de detalles de dirección poco más ofrece. Arielle Kebbel que interpreta a su hermana se limita a cumplir mientras Elizabeth Banks está algo desperdiciada durante mucho tiempo y finalmente algo perdida cuando entra en acción. El resto del reparto poco tiene que aportar, como ya he mencionado con anterioridad David Strathairn es utilizado bastante poquito y está muy desaprovechado.
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