Me acerqué a The Damned United con muchas esperanzas de encontrarme ante una buena película para admirar más la figura del carismático Brian Clough. Conforme he ido creciendo, he estado viendo y leyendo comentarios de este señor y cada día me ha interesado más, me informé bastante sobre su persona y vi algunas cosillas de los equipos a los que entrenó, siempre pequeños y empezados desde cero a los que acababa convirtiendo en grandes, excepto la época catastrófica en la que fichó por el antaño todopoderoso Leeds United, que es precisamente la que cuenta esta película, aunque también centrándose en la etapa en el Derby Country antes de sus mayores éxitos y de ganar un par de Champions con el Notthingham Forest. La -muy- sobrevalorada Premier, una liga con un nivel bajo donde se marcan varios goles por jornada solo con un pelotazo desde la defensa y los equipos favoritos se hacen como el Madrid, con muchísima pasta, ya no tiene entrenadores como él. Y más si su sucesor es Ferguson que se dedica a decir incoherencias, a tener enfrentamientos inútiles con los otros entrenadores de la Premier, especialmente Benitez, y con el Madrid y a soltar paridas de los árbitros por pura provocación. A Brian Clough le daba asco Ferguson pese a que éste último admiraba al primero e intentara trabajar con él.
The Damned United aún siendo una película decente acaba decepcionando pues esperabas más intensidad. Michael Sheen lo intenta, pero no es un Clough interesante, se esfuerza por imitarlo y por soltar las memorables perlas en forma de frases que Clough dejó al mundo, pero ni tiene la misma carisma ni parece despegarse mucho de otras interpretaciones del actor, especialmente de David Frost, que en aquella tenía el enfrentamiento con Nixon, y en The Damned United lo tiene con Don Revie, anterior entrenador del Leeds que cosechó éxitos con éste y que acabó entrenando a la selección inglesa, un puesto al que aspiraba Clough pero que por sus polémicas declaraciones fue descartado. Con esa estructura se mete de lleno en la relación de odio entre ambos, en los altibajos que sufre la relación de Clough con Peter Taylor, su segundo hombre y que lo complementaba a la perfección, con el que cosechó sus mayores éxitos antes de deteriorarse su relación, pero The Damned United resulta tosca, atropellada, sin excesivo interés. Sí que resulta interesante cuando muestra el juego bravucón y sucio del Leeds United heredado por Revie y del que Clough, defensor del fair play, renegaba. Cuando se mete ahí me engancha, con el capitán del Leeds Billy Bremner -grande Stephen Graham-, un personaje con un aspecto de macarra de instituto con pinta de tener 40 años y que reparte canela fina a quien se le ponga por delante. Pero cuando sale de eso, no cuenta con gran interés todo lo que vivió Clough en esos años y resulta decepcionante el trato en la relación entre Clough y Taylor. The Damned United se deja ver pero no está en la cima de películas sobre fútbol.
Lo que debería seguir al comentario de The Damned United debería ser un pequeño comentario sobre Looking for Eric de Ken Loach pero ni yo ni los cines de mi ciudad fuimos previsores. Contaba con la cola de Luna nueva pero no que fuera tan grande y menos en el primer pase de tarde y yendo a las 15.30, hora en que se abren las taquillas. Al final no ha dado tiempo a ir al pase de las 16.00, gracias a la gente que va al cine una vez al año a ver el fenómeno de turno y también a que el cine solo ha abierto una taquilla durante un buen rato y cuando han abierto la segunda ya era demasiado tarde, por lo que he tenido que acabar decidiendo entre 2012 o El baile de la Victoria. Como ya me conozco el cuento de 2012 y sé perfectamente que lo que iba a ver poco me iba a gustar y que si tengo que hacerlo prefiero que sea sin pagar, he acabado viendo la de Fernando Trueba. Después de todo lo leído, me esperaba algo peor. Cierto que es muy irregular en su guión, incluso algo deslavazada, pero es un cine arriesgado, diferente y sugerente que podría haber sido maravillosa si se hubieran trabajado más sus defectos y si Trueba hubiera atinado algo más en el componente dramático para intentar emocionar, aunque tiene muchos momentos potentes de ese calado. Y por suerte nos encontramos con un Ricardo Darín convincente. Podría haber sido mucho mejor pero desde luego no es tan desdeñable como se cuenta.
viernes, 27 de noviembre de 2009
domingo, 22 de noviembre de 2009
Thirst (con spoilers)
Hace ya varios años que Park Chan-wook saltó a la fama y que cada película que ha ido haciendo ha sido esperada por un grupo de seguidores que han tenido que ver sus obras ya sea en cines minoritarios o buscándose la vida por Internet. Thirst no será una excepción, puesto que pese a que el tema de los vampiros esté de moda en la actualidad, esto no es la típica mezcla light de romance, terror y demás como los productos que nos están llegando de EEUU o como la muy endiosada Déjame entrar, una de las películas más sobrevaloradas de los últimos años.
Park Chan-wook viene haciendo lo que ha querido tras triunfar con Old Boy, segunda parte de una trilogía que realizó y adaptación de una novela gráfica que no he tenido oportunidad de leer. Después de ver Old Boy comenzó mi interés por su cine y descubrí la muy interesante Joint Security Area y la fascinante Sympathy for Mr. Vengeance. Lamentablemente, el cine posterior que ha realizado el coreano, salvando el entretenido aunque no demasiado destacable fragmento de Three... Extremes, me ha parecido excesivamente complaciente, con momentos de gran cine, pero sin llegar a las cotas de sus inicios y aunque le reconozco varias virtudes a Sympathy for Lady Vengeance, ésta no terminó de convencerme mientras que I´m a cyborg, but that´s ok me acabó resultando muy cargante. Así pues Thirst la esperaba con reservas, también con la garantía de tener al actor coreano más interesante y reconocido del momento, Song Kang-ho, actor de algunas de las películas dirigidas por Bong Joon-ho - su última película, Mother, ha resultado una decepción enorme pues de ésta esperaba grandes cosas- y que ya había trabajado con Park en Joint Security Area.
Thirst no me parece ni mucho menos mala y su comienzo me recuerda al mejor Park, me parece poderoso, sabe retratar bien el infierno que vive ese cura y su transformación en vampiro. También la relación y la pasión de ese vampiro con la chica. Es más de una hora de pura fuerza, con una atmósfera oscura genialmente tratada, que resulta tensa, que te provoca y que el sexo seco que Park nos muestra está muy bien dirigido. Ese tramo es muy fuerte, bien escrito y dirigido, técnicamente impecable, mostrando una relación tan contundente como apasionada. Y esa fuerza acaba desapareciendo tras la conversión de ella a vampiro. Solo en los últimos 5-6 minutos, con los dos personajes apoyados en el coche esperando a morir, recupera un poco el timón. Pero antes, tras la transformación de ella, empieza la autocomplacencia, comienza una sobreactuación de la actriz principal tan delirante como innecesaria, comienzan los excesos de todo tipo intentando mezclar con poco acierto humor negro, terror, un poco de surrealismo y algo de sangre. Se agradece que quiera hacer algo distinto o que quiera cambiar de pronto el rumbo de la película, pero si hubiera seguido igual o si en ese segundo tramo se hubiera contenido más, la película hubiera ganado mucho y hubiera pasado, al menos, de interesante, que es en lo que se acaba quedando, a notable. Pero Park quiere demostrar que es uno de los autores con más libertad en la actualidad, y que sus delirios tienen cabida en cualquier lado y de cualquier manera y que siempre van a resultar geniales. En esa parte del nudo de Thirst no es el caso y solo resulta destacable a nivel técnico.
Pese a todo, no diría que Thirst no es una película recomendable de ver. Es distinta, es arriesgada, tiene momentos de gran cine y un inicio arrollador. Y aunque luego considere que Park Chan-wook la fastidie y Thirst cojee y se convierta en un producto algo más olvidable, está por encima de la media del género de películas de vampiros, que no suelen ser demasiado buenas. Espero que Park Chan-wook atine con la siguiente, el remake de la muy interesante Arcadia, que no haga una simple copia de la película de Constantin Costa-Gavras y que intente ofrecer un nuevo punto de vista o su visión, esperemos que con menos excesos, de la historia que nos contó Costa-Gavras. El material es perfecto para el director. Ya veremos si nos vuelve a ofrecer algo como sus primeras películas.
Park Chan-wook viene haciendo lo que ha querido tras triunfar con Old Boy, segunda parte de una trilogía que realizó y adaptación de una novela gráfica que no he tenido oportunidad de leer. Después de ver Old Boy comenzó mi interés por su cine y descubrí la muy interesante Joint Security Area y la fascinante Sympathy for Mr. Vengeance. Lamentablemente, el cine posterior que ha realizado el coreano, salvando el entretenido aunque no demasiado destacable fragmento de Three... Extremes, me ha parecido excesivamente complaciente, con momentos de gran cine, pero sin llegar a las cotas de sus inicios y aunque le reconozco varias virtudes a Sympathy for Lady Vengeance, ésta no terminó de convencerme mientras que I´m a cyborg, but that´s ok me acabó resultando muy cargante. Así pues Thirst la esperaba con reservas, también con la garantía de tener al actor coreano más interesante y reconocido del momento, Song Kang-ho, actor de algunas de las películas dirigidas por Bong Joon-ho - su última película, Mother, ha resultado una decepción enorme pues de ésta esperaba grandes cosas- y que ya había trabajado con Park en Joint Security Area.
Thirst no me parece ni mucho menos mala y su comienzo me recuerda al mejor Park, me parece poderoso, sabe retratar bien el infierno que vive ese cura y su transformación en vampiro. También la relación y la pasión de ese vampiro con la chica. Es más de una hora de pura fuerza, con una atmósfera oscura genialmente tratada, que resulta tensa, que te provoca y que el sexo seco que Park nos muestra está muy bien dirigido. Ese tramo es muy fuerte, bien escrito y dirigido, técnicamente impecable, mostrando una relación tan contundente como apasionada. Y esa fuerza acaba desapareciendo tras la conversión de ella a vampiro. Solo en los últimos 5-6 minutos, con los dos personajes apoyados en el coche esperando a morir, recupera un poco el timón. Pero antes, tras la transformación de ella, empieza la autocomplacencia, comienza una sobreactuación de la actriz principal tan delirante como innecesaria, comienzan los excesos de todo tipo intentando mezclar con poco acierto humor negro, terror, un poco de surrealismo y algo de sangre. Se agradece que quiera hacer algo distinto o que quiera cambiar de pronto el rumbo de la película, pero si hubiera seguido igual o si en ese segundo tramo se hubiera contenido más, la película hubiera ganado mucho y hubiera pasado, al menos, de interesante, que es en lo que se acaba quedando, a notable. Pero Park quiere demostrar que es uno de los autores con más libertad en la actualidad, y que sus delirios tienen cabida en cualquier lado y de cualquier manera y que siempre van a resultar geniales. En esa parte del nudo de Thirst no es el caso y solo resulta destacable a nivel técnico.
Pese a todo, no diría que Thirst no es una película recomendable de ver. Es distinta, es arriesgada, tiene momentos de gran cine y un inicio arrollador. Y aunque luego considere que Park Chan-wook la fastidie y Thirst cojee y se convierta en un producto algo más olvidable, está por encima de la media del género de películas de vampiros, que no suelen ser demasiado buenas. Espero que Park Chan-wook atine con la siguiente, el remake de la muy interesante Arcadia, que no haga una simple copia de la película de Constantin Costa-Gavras y que intente ofrecer un nuevo punto de vista o su visión, esperemos que con menos excesos, de la historia que nos contó Costa-Gavras. El material es perfecto para el director. Ya veremos si nos vuelve a ofrecer algo como sus primeras películas.
sábado, 14 de noviembre de 2009
The Box
No soy fan del cine que ha realizado y escrito hasta ahora Richard Kelly. Es por ello que quizá la etiqueta que le colgaban de ser uno de los mejores creadores que hay en la actualidad me parecía que le venía grande. Le reconozco que tiene inteligencia, que sabe crear atmósferas, pero también que le gusta subrayar más de lo necesario y que se acaba perdiendo en sus propios excesos. Toda esta opinión, bien es cierto, no resulta demasiado válida pues solo había visto una película suya, dos si contamos el guión de "Domino" que dirigió ese pequeño gran hombre llamado Tony Scott. "Donnie Darko" me pareció simplemente interesante, nunca una obra maestra, con ciertos destellos pero que parece que no sea una obra que perdure más allá de la adolescencia, mientras que el guión de "Domino" me pareció infumable. "Southland Tales" decidí omitirla. Así que sin apasionarme Richard Kelly aunque tampoco sin odiarlo, me acerqué a ver "The Box" con ciertos prejuicios que iban infundandos principalmente por sus dos protagonistas. Aunque tras esta película seguiré teniéndolos con Cameron Diaz pese a que la mujer se esfuerza y no realiza un mal trabajo, he de decir que James Marsden sí que me ha convencido y que sumado al buen hacer de Frank Langella, consigue al menos que uno de los personajes principales no caiga en la desidia.
Pese a que "The Box" me haya gustado, sí que le reconozco varios defectos especialmente en los excesos tomados por Richard Kelly que a veces agotan, en que el guión tiene varios altibajos, principalmente de mitad de película hasta el final, y en que parece que la libertad que puede tener Kelly en una película es a medias, porque es mi impresión que la productora ha metido mano o que ha sido el mismo director el que ha quitado algo de metraje haciendo que las cosas queden peor encajadas, sobre todo en ese misterio que rodea al personaje de Langella. Tampoco es que me moleste que se deje en el aire, pero debería haber estado mejor conseguido.
Pero también hay que reconocer las virtudes que posee. El inicio es sobrecogedor, potente, así como la buena recreación de los años 70. Sabe realizar atmósferas, inquietar al espectador, darle cierta extravagancia al conjunto, hacer que el espectador piense cual será el camino por el que puede tirar la película, desligarse de la idea principal y entrar de lleno en las dudas de unos personajes que se verán superados por las decisiones que tienen que tomar. También sabe mezclar drama, terror y ciencia-ficción. Y hay que sumarle que técnicamente "The Box" es intachable donde destaca especialmente la banda sonora, aunque visualmente no es para nada desdeñable.
Puede que "The Box" no guste demasiado al público. A unos por parecerle demasiado enrevesada, por alejarse de esa previsibilidad que incluso yo mismo en un principio le presuponía, y a otros por no seguir la senda de "Donnie Darko" o porque lo que antes les parecía fresco y sorprendente, ahora les resulta torpe, aburrido, sin alma. De todas maneras, yo me encuentro entre el público al que sí que le ha parecido interesante ver algo nuevo, alejado del arquetipo, que salta de lo convencional y se arriesga haciendo que el espectador se involucre ante una premisa tan aparentemente sencilla. Debo de ser uno de los pocos a los que "The Box", que respira imperfección por todos los costados, le gusta más que "Donnie Darko".
Pese a que "The Box" me haya gustado, sí que le reconozco varios defectos especialmente en los excesos tomados por Richard Kelly que a veces agotan, en que el guión tiene varios altibajos, principalmente de mitad de película hasta el final, y en que parece que la libertad que puede tener Kelly en una película es a medias, porque es mi impresión que la productora ha metido mano o que ha sido el mismo director el que ha quitado algo de metraje haciendo que las cosas queden peor encajadas, sobre todo en ese misterio que rodea al personaje de Langella. Tampoco es que me moleste que se deje en el aire, pero debería haber estado mejor conseguido.
Pero también hay que reconocer las virtudes que posee. El inicio es sobrecogedor, potente, así como la buena recreación de los años 70. Sabe realizar atmósferas, inquietar al espectador, darle cierta extravagancia al conjunto, hacer que el espectador piense cual será el camino por el que puede tirar la película, desligarse de la idea principal y entrar de lleno en las dudas de unos personajes que se verán superados por las decisiones que tienen que tomar. También sabe mezclar drama, terror y ciencia-ficción. Y hay que sumarle que técnicamente "The Box" es intachable donde destaca especialmente la banda sonora, aunque visualmente no es para nada desdeñable.
Puede que "The Box" no guste demasiado al público. A unos por parecerle demasiado enrevesada, por alejarse de esa previsibilidad que incluso yo mismo en un principio le presuponía, y a otros por no seguir la senda de "Donnie Darko" o porque lo que antes les parecía fresco y sorprendente, ahora les resulta torpe, aburrido, sin alma. De todas maneras, yo me encuentro entre el público al que sí que le ha parecido interesante ver algo nuevo, alejado del arquetipo, que salta de lo convencional y se arriesga haciendo que el espectador se involucre ante una premisa tan aparentemente sencilla. Debo de ser uno de los pocos a los que "The Box", que respira imperfección por todos los costados, le gusta más que "Donnie Darko".
sábado, 7 de noviembre de 2009
Celda 211
Mucho y muy bien se está hablando sobre "Celda 211", cuarta película del director Daniel Monzón, que le ha valido muchos elogios y que está siendo considerada como la mejor película dirigida en España en muchísimo tiempo. No sé si lo es, pero desde luego es una película más que interesante y probablemente de lo mejor estrenado este año. La única toma de contacto que tenía con el cine de Monzón fue su anterior película, "La caja Kovak" obra que, si bien no me pareció nada desdeñable, su frialdad y la aparente desgana de algunos actores te acababa sacando no en pocos momentos. Por suerte en "Celda 211" todo está muy cuidado, empezando por dirección y actuaciones que están a gran nivel.
Ya desde principio nos encontramos con una película sin sutilezas, que va a ir al grano. No le hace falta ser sutil porque el mundillo que retrata no lo es. Y aunque ya hemos visto muchas películas de cárceles y con motines, Daniel Monzón intenta apañarselas para no caer en el tópico fácil y para no aburrir en ningún momento. Nos sumerge bien pronto en el motín y le imprime un ritmo bastante elevado, sin dar tiempo a la tregua, y a eso hay que sumarle una puesta en escena bastante conseguida, con un montaje muy bueno. Monzón no deja nada en el aire, se encarga de tratarlo todo y dando credibilidad a un hecho tan increíble como que un funcionario que va a trabajar allí se quede atrapado con los presos y se tenga que hacer pasar por uno de ellos. Ni siquiera lo empaña el hecho de no ser ni siquiera su primer día de trabajo sino el anterior para ir viendo como está todo. Sí que puede hacerlo un poco el hecho de tener a la mujer embarazada fuera, pero bueno, uno lo acaba soportando. Todo eso podría haber endulzado el tono de la película y en algún momento lo hace pero Monzón es muy listo. La crudeza que vive dentro el chico, solo puede ser tratada con la misma crudeza fuera y salvo los flashbacks innecesarios en los que muestran juntos a la pareja, el resto, aunque sea poco, sigue esa tónica. Por suerte, al final el mencionado ritmo como en intensidad "Celda 211" ofrece mucho, te atrapa y no te suelta, vives agarrado en la butaca todos los hechos, lo que puede llegar a hacer el personaje de Resines, los negociadores para intentar solventar la situación y todo el tema de los presos dentro, de ver hasta donde son capaces de llegar si a Malamadre o a alguno de sus hombres se les toca mucho la moral.
A todo esto le sumas unos actores en estado de gracia entre los que caben destacar a un Luis Tosar, que maneja el tono de voz de su personaje con una maestría que ya quisieran muchos y que da miedo, te hace reír, resulta complice, y a Antonio Resines, que cuando se pone, es capaz de ser un actor que borda sus persojanes. El papel de guardia cabrón, pese a que pueda estar muy visto, resulta solvente y creíble en manos de Resines. Se le puede criticar negativamente algún personaje secundario (especialmente de algunos guardias) o la evolución del personaje principal que, pese a todo, está justificada. Y el guión del propio director y de Jorge Guerricaechevarría lo narra todo con nervio, utiliza bien el tema del terrorismo que hay dentro y que podría perjudicar a la obra. En definitiva, "Celda 211" es una obligada visita al cine.
Ya desde principio nos encontramos con una película sin sutilezas, que va a ir al grano. No le hace falta ser sutil porque el mundillo que retrata no lo es. Y aunque ya hemos visto muchas películas de cárceles y con motines, Daniel Monzón intenta apañarselas para no caer en el tópico fácil y para no aburrir en ningún momento. Nos sumerge bien pronto en el motín y le imprime un ritmo bastante elevado, sin dar tiempo a la tregua, y a eso hay que sumarle una puesta en escena bastante conseguida, con un montaje muy bueno. Monzón no deja nada en el aire, se encarga de tratarlo todo y dando credibilidad a un hecho tan increíble como que un funcionario que va a trabajar allí se quede atrapado con los presos y se tenga que hacer pasar por uno de ellos. Ni siquiera lo empaña el hecho de no ser ni siquiera su primer día de trabajo sino el anterior para ir viendo como está todo. Sí que puede hacerlo un poco el hecho de tener a la mujer embarazada fuera, pero bueno, uno lo acaba soportando. Todo eso podría haber endulzado el tono de la película y en algún momento lo hace pero Monzón es muy listo. La crudeza que vive dentro el chico, solo puede ser tratada con la misma crudeza fuera y salvo los flashbacks innecesarios en los que muestran juntos a la pareja, el resto, aunque sea poco, sigue esa tónica. Por suerte, al final el mencionado ritmo como en intensidad "Celda 211" ofrece mucho, te atrapa y no te suelta, vives agarrado en la butaca todos los hechos, lo que puede llegar a hacer el personaje de Resines, los negociadores para intentar solventar la situación y todo el tema de los presos dentro, de ver hasta donde son capaces de llegar si a Malamadre o a alguno de sus hombres se les toca mucho la moral.
A todo esto le sumas unos actores en estado de gracia entre los que caben destacar a un Luis Tosar, que maneja el tono de voz de su personaje con una maestría que ya quisieran muchos y que da miedo, te hace reír, resulta complice, y a Antonio Resines, que cuando se pone, es capaz de ser un actor que borda sus persojanes. El papel de guardia cabrón, pese a que pueda estar muy visto, resulta solvente y creíble en manos de Resines. Se le puede criticar negativamente algún personaje secundario (especialmente de algunos guardias) o la evolución del personaje principal que, pese a todo, está justificada. Y el guión del propio director y de Jorge Guerricaechevarría lo narra todo con nervio, utiliza bien el tema del terrorismo que hay dentro y que podría perjudicar a la obra. En definitiva, "Celda 211" es una obligada visita al cine.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Semana de Halloween
La huérfana (Orphan): Con algún spoiler
Con "La huérfana", Jaume Collet-Serra ha dado un pequeño paso, demuestra que ha evolucionado en su manera de tratar el terror desde "La casa de cera" que tenía un par de momentos angustiosos pero también esos tópicos de los que no sabía desprenderse, más los típicos pseudoadolescentes que te acababan cargando. Tras el paréntesis que supuso la realización de la segunda parte de la fallida saga "Goal", con "La huérfana" regresa al género del terror. Serra demuestra que ha mejorado en saber suministrar mejor la tensión, en jugar con los personajes, en que esos tópicos de los que suelen abusar las películas de terror estén mejor tratados, en saber introducirse mejor en la historia desde su comienzo y no hacer el típico principio que en vez de crear la situación parece que estén estirando el chicle sin más. También cuenta con mejores actores y se nota. Pero aunque en esos aspectos ha mejorado, quizá a la hora de narrar aún debe mejorar y mucho. Tiene muchas lagunas, la historia podría tratar mejor algunas situaciones como la relación entre los dos padres, tras la adopción de la niña y su posterior comportamiento con uno y con otro, más allá de la incredulidad del personaje de Peter Sarsgaard hacía su mujer. Y si trata bien algunos tópicos, otros están de más, bien es cierto. Como el tema del alcohol que compra el personaje de Vera Farmiga y luego se utiliza tras la escena del coche sin ser absolutamente necesario. Está a veces todo tan calculado que no da lugar a mi adorada imperfección, algo que me apasiona dentro del cine. Pero aún resultando fría y aunque la resolución de la trama baje el nivel, "La huérfana" es una opción bastante válida y que cumple con su propósito. Resulta entretenida, sin más.
Zombieland:
"Zombieland" es el debut en la dirección de Ruben Fleischer y desde el principio hay que agradecer que tanto él como los guionistas no se anden con rodeos y comiencen fuerte la apuesta. Con "Zombieland" lo que Fleischer quiere ofrecernos son algo más de 80 minutos de puro delirio, donde la mezcla entre comedia, terror y acción dé sus resultados en todo momento, bien es cierto que "Zombieland" tiene poco de terror y mucho de comedia pero aún así funciona gracias a que el director imprime un ritmo muy elevado, sin dar descansos ya que los aparentes tiempos muertos que pueda poseer la película, en absoluto lo son. Y el film funciona gracias a la química existente entre las dos parejas que nos encontramos en la película, primero el entrañable pringadete de Jesse Eisenberg junto al siempre genial Woody Harrelson, y un poco más tarde la guapísima Emma Stone con la tierna Abigail Breslin. Ellos cuatro consiguen que el ritmo imprimido por el director no baje, que exista una gran complicidad, que el humor no resulte estúpido y que los excesos que pueda poseer resulten atractivos. "Zombieland" no es una gran película, pero es un entretenimiento de lujo. Y para rematar el cameo que realiza un conocido actor es sencillamente genial. Siempre es un placer verlo en pantalla y más aún si está tan divertido como en la película que nos ocupa.
Trick 'r Treat (Truco o trato):
Probablemente de las tres películas aquí comentadas, si había depositado esperanzas en alguna de ellas era en "Trick 'r Treat" y es por ello que la decepción que me he llevado tras videarla, que diría Alex DeLarge, ha sido bastante grande, pues aún sin esperar una obra maestra, si que esperaba, tras comentarios leídos e imágenes y trailers vistos, una buena película y por desgracia "Trick 'r Treat" tiene pocas cosas donde rasgar, pocos detalles que puedan resultar destacables debido a que la cinta de Dougherty acaba naufragando en un pozo negro en el que pocas cosas tienen sentido, todo resulta pueril, se confunde un estilo gamberro con un infantilismo de primera clase, el director no tiene ni idea de enlazar cuatro historietas que para colmo están mal contadas y cuentan con unos personajes que superan cualquier nivel de imbecilidad y a los que esperas ver morir de la manera más cruel posible. Es una auténtica pena porque todo hacía preveer algo interesante, la premisa que tenía, algunos actores que aparecen, parecía que se iba a recuperar el buen gusto por hacer una película de terror de las de antes dejando atrás la estupidez, pero una vez vista no solo no deja atrás todo eso sino que Dougherty lo potencia y acaba ofreciendo una estupidez que ni siquiera resulta entretenida. Una lástima. Igual de lamentable que la inquietante niña de "El piano" desde que se metió en "True Blood", donde tiene que tirar de desnudos para ofrecer algo, se haya convertido en una actriz tan lamentable.
Con "La huérfana", Jaume Collet-Serra ha dado un pequeño paso, demuestra que ha evolucionado en su manera de tratar el terror desde "La casa de cera" que tenía un par de momentos angustiosos pero también esos tópicos de los que no sabía desprenderse, más los típicos pseudoadolescentes que te acababan cargando. Tras el paréntesis que supuso la realización de la segunda parte de la fallida saga "Goal", con "La huérfana" regresa al género del terror. Serra demuestra que ha mejorado en saber suministrar mejor la tensión, en jugar con los personajes, en que esos tópicos de los que suelen abusar las películas de terror estén mejor tratados, en saber introducirse mejor en la historia desde su comienzo y no hacer el típico principio que en vez de crear la situación parece que estén estirando el chicle sin más. También cuenta con mejores actores y se nota. Pero aunque en esos aspectos ha mejorado, quizá a la hora de narrar aún debe mejorar y mucho. Tiene muchas lagunas, la historia podría tratar mejor algunas situaciones como la relación entre los dos padres, tras la adopción de la niña y su posterior comportamiento con uno y con otro, más allá de la incredulidad del personaje de Peter Sarsgaard hacía su mujer. Y si trata bien algunos tópicos, otros están de más, bien es cierto. Como el tema del alcohol que compra el personaje de Vera Farmiga y luego se utiliza tras la escena del coche sin ser absolutamente necesario. Está a veces todo tan calculado que no da lugar a mi adorada imperfección, algo que me apasiona dentro del cine. Pero aún resultando fría y aunque la resolución de la trama baje el nivel, "La huérfana" es una opción bastante válida y que cumple con su propósito. Resulta entretenida, sin más.
Zombieland:
"Zombieland" es el debut en la dirección de Ruben Fleischer y desde el principio hay que agradecer que tanto él como los guionistas no se anden con rodeos y comiencen fuerte la apuesta. Con "Zombieland" lo que Fleischer quiere ofrecernos son algo más de 80 minutos de puro delirio, donde la mezcla entre comedia, terror y acción dé sus resultados en todo momento, bien es cierto que "Zombieland" tiene poco de terror y mucho de comedia pero aún así funciona gracias a que el director imprime un ritmo muy elevado, sin dar descansos ya que los aparentes tiempos muertos que pueda poseer la película, en absoluto lo son. Y el film funciona gracias a la química existente entre las dos parejas que nos encontramos en la película, primero el entrañable pringadete de Jesse Eisenberg junto al siempre genial Woody Harrelson, y un poco más tarde la guapísima Emma Stone con la tierna Abigail Breslin. Ellos cuatro consiguen que el ritmo imprimido por el director no baje, que exista una gran complicidad, que el humor no resulte estúpido y que los excesos que pueda poseer resulten atractivos. "Zombieland" no es una gran película, pero es un entretenimiento de lujo. Y para rematar el cameo que realiza un conocido actor es sencillamente genial. Siempre es un placer verlo en pantalla y más aún si está tan divertido como en la película que nos ocupa.
Trick 'r Treat (Truco o trato):
Probablemente de las tres películas aquí comentadas, si había depositado esperanzas en alguna de ellas era en "Trick 'r Treat" y es por ello que la decepción que me he llevado tras videarla, que diría Alex DeLarge, ha sido bastante grande, pues aún sin esperar una obra maestra, si que esperaba, tras comentarios leídos e imágenes y trailers vistos, una buena película y por desgracia "Trick 'r Treat" tiene pocas cosas donde rasgar, pocos detalles que puedan resultar destacables debido a que la cinta de Dougherty acaba naufragando en un pozo negro en el que pocas cosas tienen sentido, todo resulta pueril, se confunde un estilo gamberro con un infantilismo de primera clase, el director no tiene ni idea de enlazar cuatro historietas que para colmo están mal contadas y cuentan con unos personajes que superan cualquier nivel de imbecilidad y a los que esperas ver morir de la manera más cruel posible. Es una auténtica pena porque todo hacía preveer algo interesante, la premisa que tenía, algunos actores que aparecen, parecía que se iba a recuperar el buen gusto por hacer una película de terror de las de antes dejando atrás la estupidez, pero una vez vista no solo no deja atrás todo eso sino que Dougherty lo potencia y acaba ofreciendo una estupidez que ni siquiera resulta entretenida. Una lástima. Igual de lamentable que la inquietante niña de "El piano" desde que se metió en "True Blood", donde tiene que tirar de desnudos para ofrecer algo, se haya convertido en una actriz tan lamentable.
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