domingo, 31 de enero de 2010

The Hurt Locker (con spoilers)

Leo y comparto, en cierta medida, los comentarios que dicen que The Hurt Locker es una película que es un cúmulo de varias escenas deshilvanadas que el guionista y la directora Kathryn Bigelow han unido y que acaban formando una película con varias escenas muy bien hechas pero que en conjunto caen por sí solas. Es cierto que son varias escenas que muchas veces no parecen tener relación una con la otra pero que acaban compartiendo la máxima de la película: la guerra como droga. Ni más ni menos. Eso es lo que la película propone y eso es lo que la película da. Y Bigelow sabe como ofrecerte eso y de la mejor manera posible. Aquí no se intenta profundizar, ni posicionarse hacía un bando o el otro, no caben las sensiblerías baratas tipo "quiero volver a casa con mi familia", de hecho el protagonista cuando vuelve a casa con su mujer e hija solo desea volver a poner su vida en peligro en la guerra, ni tampoco te quiere dar ningún tipo de mensaje. Tan solo quiere que pases 2 horas vibrantes, de tensión pura y dura, con escenas muy bien filmadas.




Y a partir de eso, Bigelow monta su película siguiendo la acción desde un grupo que desactiva y recoge bombas. Y nos ofrece varias escenas que son puro espectáculo con escenas de una intensidad brutal. Uno cabe fijarse en las escenas de los francotiradores o la inicial con Guy Pearce: resueltas con una calma brutal. Bigelow se toma su tiempo para ambas, nada de la acción acelerada y desequilibrada de hoy en día que resultan un visto y no visto. Resultan tensas, están bien filmadas y funcionan en el momento dado de la película. Como conjunto serán todo lo irregulares que quieran ser pero por solitario son absolutamente descomunales. Y es una pena que no se dirijan escenas así en el cine de acción hoy en día.




Y cuando hace acto de presencia el personaje de Jeremy Renner, lo ves como a un personaje desequilibrado, al que le importan un bledo las causas por las cuales el ejército está en Irak. Simplemente quiere desactivar sus bombas, estar al pie del cañón un día sí, otro también. Y cuando mayor le sea el riesgo, más le estimula. Hay un momento en que su personaje parece que va a cambiar de rumbo, y va a ser más humano, adquirir algo de profundidad cuando decide ir en busca del niño que le vende DVD´s. Pero no puede, pronto le deja, todo eso le supera y tiene que volver a lo que sabe -y le encanta- hacer.




The Hurt Locker es una propuesta que te ofrece acción bélica de manera admirable. Y no va, ni quiere ir, más allá de eso. Y se agradece porque es cuando la señorita Bigelow más se ha centrado en el contenido que en la forma (K-19 y El peso del agua) cuando peor le han salido las películas que ha dirigido. Y nos acaba dando lo que siempre le ha gustado realizar: un entretenimiento de lujo que se convierte en la mejor película que ha dirigido en toda su carrera.

sábado, 30 de enero de 2010

Precious

Antes de ver Precious, ante tantos halagos, tantos premios uno esperaba un producto al menos decente. No lo es, Precious sobrepasa en demasiados momentos la vergüenza ajena. No tiene absolutamente nada especial que la haga destacar y sí que tiene muchos momentos ridículos especialmente gracias a Lee Daniels, director de la película. Al ser el típico dramón de turno, con maltratos, violaciones y una chica que pasa por todo tipo de desgracias de por medio, uno esperaba que esta película fuera a destacar en dos cosas: en las interpretaciones y en la dirección. No me cabe duda de que las dos actrices protagonistas hacen lo que pueden y no es poco, ni mucho menos, con los personajes que tienen y son las que consiguen que Precious aún se pueda aguantar algo. Aunque no demasiado pero se les agradece esos esfuerzos a Gabourey Sidibe y a Mo´Nique.




Es en la dirección de Lee Daniels donde Precious enterita se va cuesta abajo y sin frenos. Lee Daniels, intenta administrar como puede todos los tópicos que contiene su película, pero a su vez intenta darle un toque onírico a su drama que mata a la película y la convierte en ridícula, mete música a destiempo y mal, y la intensidad que pueden tener algunas escenas compartidas por sus dos actrices principales la desaprovecha por su nulidad con la cámara y por los excesos que comete creyendo que aportan algo positivo.
Lo que es peor es que convierte momentos muy, muy dramáticos y aparentemente desgarradores en pura comedia involuntaria, algo que Precious en ningún momento busca porque todo es muy serio y no hay lugar a ello. Pero los excesos con las que el director se la juega son tan impresentables que dan lugar a ello. Y ya de paso, se carga otra de las mayores cosas que podría tener la película y que sí que busca: credibilidad. En ningún momento la tiene.




Una lástima porque, quizá, no podría ser la gran obra que muchos dicen que es, pero sí al menos algo decente de ver y no este bodrio sobrevalorado que lo único que sirve es para ponerte de muy mal humor. Habrá que esperar al siguiente intento que nos quiera vender los premios del año que viene con la típica película de Sundance y que trate un tema social. Yo lo único que espero es que Lee Daniels no dirija en muchísimo tiempo. Precious me la he tragado enterita pese a que la anterior película de este señor, Shadowboxer ya me pareciera bastante mala, aunque era mejor que la obra que nos ocupa, pero hasta aquí hemos llegado. Como director es bastante negado.


domingo, 24 de enero de 2010

Nine

Con su última película, Rob Marshall regresa al musical tras Chicago y después de ese pequeño descanso que se tomó tras dirigir la adaptación de Memorias de una geisha. Para ello se ha reunido con un conocido reparto encabezado por Daniel Day-Lewis en el segundo papel heredado en este año en Hollywood de Marcello Mastroianni tras el de Robert de Niro en Todos están bien. Y es sorprendente que precisamente un director como Rob Marshall falle en lo que mejor sabe realizar: las escenas de los números musicales. Casi todas tienen poca fuerza y tan solo un par de dichas escenas se salvan de una película que funciona mucho mejor cuando se ciñe a la depresión de Guido y a seguir la maravillosa historia que Fellini creó hace casi 50 años. La diferencia entre Marshall y Fellini está en el riesgo, Marshall no arriesga nada, Fellini sí, su película era onírica, contenía toques surrealistas y jugaba muy bien con los elementos que poseía. Se notaba que Guido era él mismo. Nine tiene detalles, pero nunca llega al nivel de . Tampoco es su propósito.




Quizá un grave problema sea que se han escogido actores y actrices que no saben cantar, algunos de ellos se esfuerzan por sacarlos adelante (el mismo Daniel Day-Lewis o Judi Dench), Penélope Cruz se tiene que escudar en su físico ante un número lamentable y el de Sophia Loren tiene poquita cosa. Y a las que saben cantar tampoco les va mucho mejor: el número de Nicole Kidman o el primer tema de Marion Cotillard son realmente flojos. El de Fergie no está mal, también apoyado por una de las canciones más conocidas de la película. Son el ya conocido número de una guapísima Kate Hudson, que Marshall saca lo mejor de ella en un papel muy breve, normalmente mucho metraje de Kate Hudson puede resultar insoportable pero apareciendo 5 minutos es como mejor funciona, y el segundo de Cotillard, la mejor de la película, los que merecen la pena. Eso es junto con la pareja Daniel Day-Lewis-Judi Dench sumado a la historia de Fellini, lo que mantienen a flote la película, junto a alguna escena bien filmada por Marshall. Quizá insuficiente para el espectáculo que se preveía.




Y es una pena porque ves ese inicio en blanco y negro de Day-Lewis hablando de cine en una rueda de prensa y todo parece intuir que estás ante una película maravillosa, luego nos presenta al genio en declive y sigue manteniendo el nivel pero en cuanto tira de los números todo se va cuesta abajo. Aún así resulta interesante, entretenida y fácil de ver. Pero decepciona un poco por lo que podría haber sido. Pero me parece, de lejos, la mejor película que ha filmado hasta el momento Rob Marshall, muy lejos, de sus dos anteriores y sobrevaloradas películas. El problema es que hubiera sido de esta película sin la historia de Fellini. Probablemente sería mucha menos cosa de lo que finalmente es y no merecería la pena gastar el tiempo. Incluso tal como ha quedado finalmente Nine, siempre será mucho más recomendable ver y pasar de largo de la película que nos ocupa, sin darle la oportunidad siquiera.


domingo, 17 de enero de 2010

Brothers

Intenté olvidarme de la original danesa dirigida por Susanne Bier para ver el remake que ha dirigido Jim Sheridan de Brødre (Brothers) pero en ningún momento lo conseguí y me acababa viniendo a la cabeza en todo momento. Aquella película no tenía una gran historia, pero tenía buenos personajes, tenía a los actores indicados y estaba bien dirigida. Este remake copia de la original pero tiene mucha menor intensidad y cuenta con unos actores inadecuados al querer Sheridan rejuvenecer la historia.




Ni Tobey Maguire, que tiene un personaje con el que podría lucirse con facilidad, sabe transmitir el paso de padre de familia a hombre que ha perdido la cabeza tras volver de la guerra, y por esto se le podría criticar por ser maniquea tanto al remake como a la cinta original, se hizo con El cazador en su momento por lo mismo al estar esos hombres normales atrapados por los tipos con los que combaten, aunque no importa demasiado y se acaba imponiendo el drama entre los hermanos y la esposa aunque marcados por ese cambio que tenían que justificar de alguna manera, ni Natalie Portman es capaz de interpretar a un personaje adulto pero con cierta ingenuidad como lo hizo Connie Nielsen y pareces que estés viendo en todo momento a una adolescente a la que no te crees en el papel de madre. Tan solo un par de detalles de Jake Gyllenhaal, que probablemente hubiera quedado mucho mejor en el papel de Tobey, que sí que hereda con corrección el papel de Nikolaj Lie Kass consiguen que este remake se aguante sin tener que ir recordando cada 10 segundos la cinta danesa.




Una lástima ver que a Sheridan no le vino bien el paso del siglo y que lleva deambulando mucho tiempo sin lograr hacer el tipo de cine que hacía en los años 90 y realizando ya desde hace unos años productos de encargo como la película que nos ocupa o aquella que dirigió a mayor gloria de 50 Cent. Tengo ganas de volver ver en todo su esplendor al tipo que dirigió El prado, En el nombre del padre y The Boxer y no a este director descafeinado que tiene sus momentos pero cuyas películas acaban cayendo en el olvido.


sábado, 16 de enero de 2010

Lo mejor y lo más decepcionante que nos ha dado la década

Aunque la década realmente iría de 2001 a 2010, yo siempre las he puesto entre este periodo (2000-2009) en todas las décadas -por eso de poner las películas de 1990 en los 90 y no en los 80-, y así lo voy a hacer. Aquí van.

Las películas que más me han gustado.

1. Inland Empire - David Lynch: En esta lista también podría estar Mulholland Drive. Pero su última película me parece más obsesiva, más críptica, que tiene algo que la pone por encima de otras películas que ha dirigido Lynch. Obra maestra.

2. El viaje de Chihiro - Hayao Miyazaki: Miyazaki es el genio de la animación. Lo lleva demostrando durante muchos años ya. Quizá con Chihiro el mundo de Miyazaki alcanzó su punto culmen en imaginación.

3. El bosque - M. Night Shyamalan: Me parece una película tan preciosa como infravalorada, tan inteligente como menospreciada, tan dulce como terrible. La inocencia que desprenden algunos personajes es mágica. Es una fábula increíble.

4. Mystic River - Clint Eastwood: Quizá ni siquiera sea la mejor película de Eastwood en esta década, pero sí que es la única que me ha tocado y la única con la que realmente he conectado. No menosprecio el cine que ha hecho tras Mystic River, pero no he llegado a entrar del todo en él, tiene muchísimos recursos a lo facilón aunque mucha calidad con películas como Gran Torino o Million Dollar Baby. Sin embargo, Mystic River, esa película de vampiros y lobos, de inocencias y amistades perdidas, me conmovió.

5. Bailar en la oscuridad - Lars Von Trier: Lars Von Trier es capaz de lo mejor y de lo peor. Es capaz de ser tan inteligente como repelente. Es capaz de realizar imágenes tan conmovedoras como provocaciones baratas. Pero nunca deja indiferente y eso es lo mejor que tiene. En esta obra, Lars se vale de una historia telefilmera, para mezclar sueños en forma de musicales con una realidad de lo más cabrona.

6. Lost in Translation - Sofia Coppola: Lost in Translation es otra película tan querida como odiada. Creo que la hija de Francis tiene mucho talento y que puede ser una de las mejores dirigiendo en el futuro, pero no debe caer en la autocomplaciencia que ya tenía Marie-Antoinette. Esas dos almas perdidas que se encuentran en Tokyo me llegan. Bill Murray es un genio.

7. El nuevo mundo - Terrence Malick: Terrence Malick es uno de mis directores favoritos. Pero también es un maldito vago, que podría habernos hecho disfrutar más de su arte. Cuando se pone a trabajar, eso sí, lo da todo. Aunque sus películas siempre estén mutiladas, y él les quite minutos y minutos. Todas sus películas me parecen maravillosas y siempre están por encima de lo realizado esos años.

8. Monstruos, S.A. - Peter Docter, David Silverman, Lee Unkrich: Pixar no podría faltar en esta lista. Y aunque sea raro, mi favorita es Monstruos, y no ninguna de las que han dirigido últimamente. Creo que es la que mejor se adentra en el mundo de los niños sin ser infantil, en los miedos profundos de los que no son tan niños por la mera presencia de un extraño ser, una niña, en su mundo.

9. Inteligencia artificial - Steven Spielberg: No soy precisamente el mayor fan de Spielberg, de hecho lo he criticado con bastante frecuencia. Siempre me pareció un director que empezó admirablemente: Tiburón, El diablo sobre ruedas, Encuentros en la tercera fase y la primera parte de Indiana Jones, y que tras el éxito de E.T. su cine fue cuesta abajo. Pero tuvo un momento de lucidez por esta época entre IA y Minority Report. Amigo de Kubrick, cogió todo el proyecto que tenía Stanley tras morir y le dio su estilo sin olvidar el del director de Espartaco. Ni el tan criticado final es capaz de empañar un producto diferente.

10. No Direction Home: Bob Dylan - Martin Scorsese / House of the dead - Uwe Boll: La década de Martin Scorsese ha sido rara. Pero dirigió un documental maravilloso sobre Bob Dylan en la que Scorsese también se adentraba en la historia de Estados Unidos. Es tan largo como detallado y si eres fan de Bob Dylan es imprescindible.
House of the dead nos dio a descubrir a ese genio llamado Uwe Boll. Artista a la hora de adaptar videojuegos, su uso de la música o del tiempo bala ha dado mucho que hablar. Y lo seguirá haciendo, ya sea adaptando más videojuegos o con proyectos más "personales".





Y estas son las películas que más me han decepcionado (que no las peores):

1. Let The Right One It - Tomas Alfredson: Me parece que es una película vulgar, que quiere ser más profunda de lo que realmente es. Cuando los dos niños no están juntos, es tremendamente pueril. Lo del bullying no tiene precio. El tratamiento de la inocencia de los niños no está bien realizado y la relación entre ambos queda desdibujada, pero aún así es lo mejor que tiene la película. Cuando se mete en temas vampíricos, mejor ni hablar.

2. El señor de los anillos - Peter Jackson: Más que la saga entera, serían Las dos torres y El retorno del rey. No tengo nada en contra de la primera. Pero las secuelas, con sus batallas interminables, su humor de baratillo encabezado por Gimli, los monólogos de Gollum o ese romance con sus flashbacks me acaban matando.

3. Spiderman 3 - Sam Raimi: Soy fan de las dos primeras películas de la saga que dirigió Raimi. Tienen licencias grandes, pero las de Spiderman 3 son tan enormes que alcanzan el ridículo. A eso hay que sumarle que Raimi no quería a Venom en la película y se lo impusieron, y así quedó el villano principal de la película. Tampoco ayuda la presencia de Sandman, lo que Raimi hace con él y los motivos por los cual aparece. Si no se metió a Gwen Stacy en la primera, ahora no era el momento. Eso sí, consiguió uno de los grandes momentos de la década: ver a Tobey Maguire bailando en medio de la calle no tiene precio.

4. Kill Bill Vol. 1 - Quentin Tarantino: Podría meter Death Proof, pero para mí es más justo meter la primera parte de Kill Bill. Lo más curioso es que cada día adoro más el volumen 2. Y por mucho que Tarantino me las quiera vender como que son la misma película y que no se puede valorar una sin la otra, no me lo parece así. Está tan alejada una de la otra, que los personajes, siendo los mismos, ni siquiera son iguales. En la primera primaron ante todo los homenajes y el cine que Tarantino amaba. Me parece genial pero acabo saturado de la genialidad de Tarantino. Una escena de anime y una gran banda sonora consiguen que el producto me sea más llevadero.

5. Crash - Paul Haggis: Cuando creía que no habría nadie más demagogo que Michael Moore -lo suyo es como para escribir un libro- Paul Haggis llegó y realizó Crash. Me tragué el invento a la primera, cuando la ví en el cine, cegado por las múltiples alabanzas. La revisión la mató y me quitó la venda pues Crash no es más que un subproducto.

6. Los otros - Alejandro Amenábar: Creo que fue con la película con la que comenzó mi manía hacía este señor. Tesis me gustaba -ahora no mucho- y Abre los ojos me sigue pareciendo buena. Tras Los otros odio su cine. Ni he visto Ágora sabiendo lo que va a pasar. Fría, pseudoprofunda película que va de inteligente, no inquieta como se dice, ni te sobrecoge, ni es tensa, ni consigue transmitirte nada, se salvan los actores que hacen lo que pueden. Tan solo la más absoluta indiferencia.

7. Dolls - Takeshi Kitano: Quizá el que fuera etiquetada como "La obra maestra de Takeshi Kitano" hizo que tuviera las expectativas muy elevadas. El resto del cine que ha realizado este señor me parece muy bueno, que tiene un humor muy especial característico de Takeshi. En Dolls hay varias historias aparentemente poéticas que tienen muchas cosas que te pueden conmover y muchos personajes sin ese aura que Kitano le ha dado a otros. No conecto con ella. Decepcionante.

8. Apocalypto - Mel Gibson: Mel Gibson es uno de los directores más extraños que conozco. Es valiente y sabe dirigir. Le echa un par a la hora de mostrar violencia sin ningún tipo de tapujos en pantalla. Pero eso es insuficiente. No basta con mostrarla y con rodar tu película en otro idioma. Apocalypto puede resultar entretenida a mucha gente, pero a mí me aburrió bastante y me pareció tremendamente vacía.

9. Distrito 9 - Neill Blomkamp: Muy pareja a Avatar. Tan solo me gustó al principio porque es cuando más dosis de humor contiene y cuando menos en serio se toma a si misma. Cuando comienza a hacerlo se mata a sí mismo, entre personajes estereotipados, efectos y varios momentos empalagosos.

10. Shine a Light - Martin Scorsese / Postal - Uwe Boll: Shine a Light no es una película mala, pero Scorsese lo tenía todo para hacer una obra maestra. No lo consiguió, aunque técnicamente sea una delicia y la música de los Rolling ayuden a que no aburra en ningún momento. Me parece una oportunidad perdida ante todo.
Postal parecía que iba a llegar como la película definitiva de Uwe Boll. Los avances prometían una obra maestra y acabó resultando un producto vulgar indigno de la genialidad del doctor.


viernes, 8 de enero de 2010

Up in the air / The Lovely Bones

Quizá Jason Reitman sea un enchufado que ha tenido mucha suerte. Pero negar que el hijo de Ivan Reitman tiene talento me parece excesivo. No todos los enchufados han logrado llegar a su posición, con tan solo tres películas ha conseguido dar tres productos que recuerdan al cine clásico, puede que sin tanta calidad como las grandes películas de aquella época pero sí tres películas dignas. Gracias por fumar era irónica, acelerada, graciosa. Juno estaba bien cuando se adentraba en la relación entre Ellen Page y Jason Bateman. Tenía cosas muy buenas pero también otras cosas que desentonaban. Los principales males de Juno estaban heredados por los tics del guión de esa señorita que se cree la nueva Alan Ball, Diablo Cody, que siempre quiere hacerse notar cuando escribe. Además, las dos películas de Reitman tenían al actor y a la actriz perfecta en el papel protagonista y Up in the air no es una excepción.




Con Up in the air, Reitman muestra una gran madurez respecto a sus dos películas anteriores. Y no es una película que huya de los tópicos, sino que los acepta como un recurso más para desarrollar y profundizar en sus personajes especialmente en el de George Clooney. Quizá su mayor virtud sea encontrar el equilibrio entre drama y una sutil comedia, donde predomina lo primero. También es posible que durante algún rato a mitad de metraje, la película dé algunas vueltas y no sepa por donde tirar, pero se acaba solucionando y Reitman acaba volviendo a lo que sabe, a narrar admirablemente bien con lo que tiene. Todo esto apoyado con el tremendo trabajo de sus actores con un George Clooney perfecto, unas encantadoras Anna Kendrick y Vera Farmiga, acompañados con las bien retratadas reacciones de los tipos a los que van despidiendo.
Soledad, amor, trabajo se mezclan con mucho talento para contar la historia de un hombre aparentemente triunfador, que es contratado por empresas para ir despidiendo a la gente, pero sin nadie a su lado en los momentos más duros, solo con pequeñas vías de escape entre viaje y viaje. Con esa filosofía de vida le ha ido bien, pero se irá al garete cuando su empresa decida dar una pequeña vuelta a la manera que tienen de trabajar tras una idea del personaje de Kendrick, con lo que alborotan su vida teniendo que hacerse cargo de la muchacha para enseñarle el oficio y luego teniendo que fijar su residencia en una ciudad concreta, y no en los hoteles de varias ciudades. Todo eso junto a que ha conocido a otra mujer que es igual que él con la que empieza a tener algo más que una simple relación sexual. Con todo eso, Reitman ha realizado su película más serena, quizá puedan estar vistas esas cosas que hacen pensar a Clooney, que le hacen evolucionar, cambiar el pensamiento y su filosofía de vida pero aún así resulta un placer verla.




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Respecto a The Lovely Bones, debo decir que la adaptación que ha realizado Peter Jackson me parece muy fallida. No como adaptación -no he leído la novela- sino como película. El retorno a sus orígenes queriendo alejarse un poco del agotador trabajo de El señor de los anillos y King Kong resulta decepcionante y es una pena porque el comienzo de The Lovely Bones, sin llegar a ser gran cosa, no está del todo mal hasta a la escena cumbre -lo mejor de la película- que comparten Stanley Tucci, jugando de manera excelente con su voz, y Saoirse Ronan. Después de eso, la película se convierte en un despropósito que no sabe mezclar el mundo fantasioso en el que se ve atrapada la pequeña con la gran tragedia en el mundo real de su familia por la pérdida, hiriendo de muerte con eso a casi todos los personajes que componen la película.




La película comienza a dar vueltas, los momentos en esa especie de purgatorio son postales, tan bonitos como huecos, muy bochornosos en la forma de ser ejecutados, mientras que con la parte de la investigación Jackson no saber donde ir. Mark Wahlberg coge peso en la trama y pese a que hay que reconocer que hace un gran esfuerzo, el personaje que interpreta resulta mediocre y su desesperación está torpemente tratada. Tampoco Peter Jackson sabe que hacer con sus otros personajes intentando dar, sin acierto, un componente cómico con Susan Sarandon mientras que lo de Rachel Weisz o lo del chico enamorado del personaje de Saoirse es sencillamente bochornoso. Todo eso hasta desembocar en uno de los peores finales que he tenido oportunidad de ver en mucho tiempo. No solo es mediocre y empalagoso sino que demencial, torpe y, finalmente, muy cobarde. Probablemente y sin ser, precisamente, fan del cine que lleva haciendo desde El señor de los anillos, la peor película que ha dirigido en su carrera. Si tengo que librar algo, me quedo con los esfuerzos de Mark Wahlberg y Rose McIver pese a todo con lo que tienen que lidiar, con algunos momentos, como la escena que he citado anteriormente, de Stanley Tucci, aunque su interpretación a ratos me parezca forzada, y con la presencia de Michael Imperioli. Muy insuficiente pues todos se ven perjudicados por los personajes que interpretan.