sábado, 31 de julio de 2010
M. Night Shyamalan
Estos días he hecho un ciclo en el que he visto las películas más importantes dirigidas por el director indio M. Night Shyamalan desde El sexto sentido, obviando las dos películas que dirigió antes, hasta The Happening antes del estreno en cines de Airbender, el último guerrero basada en la serie Avatar: La leyenda de Aang. El cine de Shyamalan, así como las críticas que ha recibido éste en Estados Unidos desde Señales, es como para escribir un libro. Pero Shyamalan siempre se ha mantenido fiel a su estilo, no ha dado su brazo a torcer, también sabedor de que es una especie de genio incomprendido al que en varios paises de Europa se le adora y es innegable su capacidad en la puesta en escena, el poder visual de sus películas y en como sabe generar intriga, que no miedo o terror como muchos esperan, y crear atmósferas. Sus películas son cada vez más poéticas, más líricas y hermosas, quizá más irregulares pero más fascinantes.
Pero ya desde su fulgurante "debut", Shyamalan mostró unas cualidades dignas de un director veterano, de uno que lleva muchos años dirigiendo. A muchos lo que se le ha quedado grabado de El sexto sentido es su final, un giro que casi se le ha exigido al director que meta en todas las películas que ha dirigido, pero yo me quedo con esa elegancia con la que está dirigida, con ese nervio del director para crear tensión, con esos oscuros pasillos de la casa de Cole (Haley Joel Osment) y su madre y con un guión prácticamente de hierro y que resulta completamente natural. Y no creo que varios visionados más sean capaz de romper la grandeza de una película como El sexto sentido si no, es más, con posteriores visionados se puede comprobar la mencionada grandeza que tiene la película, su dirección, sus actuaciones y su guión. Hay ciertos detalles que pueden que no me gusten, a ratos quizá un exceso de azúcar, pero prácticamente el resto del cine de Shyamalan también lo posee y no rebaja el nivel de calidad de la película.
Pero aún así, me resulta superior y más remarcable su cine posterior excepto Señales, y aún así me parece una película bastante interesante. Desde dos películas que me parecen obras maestras como Unbreakable y The Village hasta Lady in the Water y The Happening, pasando por la citada Señales, cuyo final me parece lo menos sutil que ha filmado Shyamalan en toda su carrera. Pero todo lo anterior, como va cuestionando la fe del personaje interpretado por Mel Gibson es fascinante, y todo el relato de una familia que intenta salir adelante tras una pérdida está contado con el pulso habitual del director. Sus últimas dos películas son las más irregulares pero también tienen un poder único para captar la atención del espectador y para mantenerlo enganchado pese a sus defectos. Quizá Airbender sea diferente al resto de su cine, quizá posea las características habituales de su cine, pero estaré allí para comprobarlo. Aunque de antemano si lleve algunos prejuicios con ella.
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