sábado, 15 de enero de 2011
También la lluvia (spoilers)
También la lluvia es la película que este año representa a España de cara a los oscars y viene filmada por la competente Icíar Bollaín. De la filmografía anterior de la directora he visto Te doy mis ojos y Mataharis, que me parecieron dos películas muy interesantes y con escenas dignas de recordar. Sin embargo, También la lluvia no me ha entusiasmado tanto y la considero por debajo de las dos películas citadas. No es una mala película pero quizá esperaba algo más de ella, que en muchos momentos la veo deslavazada, hipócrita e incomprensible en su trato hacia algunos de los personajes entre ellos los principales. También la lluvia tiene buenos detalles, momentos en los que Bollaín muestra cosas sin ser maniquea. Pero probablemente su labor, desde el principio, se vea empañada por el guión escrito por Paul Laverty, guionista habitual de las últimas películas de Ken Loach, que está muy alejado de sus buenos tiempos y cuyas últimas películas se sienten mucho más falsas e hipócritas que la película que nos ocupa.
Desde su inicio con esa gran cola para hacer un casting entre la gente boliviana, con el productor pidiendo que elija a unos cuantos para hacerlo y el director eligiendo con lo que se lía una buena y este último se compromete a ver a todos, no me creo la película más allá de escenas aisladas. Ese principio donde nos van presentando a los personajes no me interesa y tan solo el personaje del hombre boliviano experto en armar broncas mantiene el listón. Tampoco me gusta la presentación de varios de los actores de la película que están filmando ni del conflicto que se vive en la ciudad. Sin embargo, mantiene la compostura por como están rodadas las escenas de la película de Cristóbal Colón que están filmando, que están muy bien llevadas y realizadas por Bollaín. Los personajes evolucionan pero algunos están mejor mostrados que otros. Creo que la película mejora cuando el productor cambia de parecer y decide ayudar a la madre a buscar a su hija, mostrando una humanidad que anteriormente solo se había atisbado pero no se había dejado ver. No me creo absolutamente nada la del director ni la del actor, uno se había mostrado ligeramente preocupado por el problema que allí acontece y el otro se había preocupado por beberse hasta el agua de los floreros. Sin embargo, todos esos cambios no son bien mostrados en el guión y algunos de ellos, como el del productor y el del actor, se benefician principalmente por el trabajo de sus actores.
Y es que Luis Tosar está perfecto en su papel y lo eleva haciendo creíble lo falso. Por la intensidad que le pone o por su mirada es capaz de hacernos creer que pese a parecer que no tiene escrúpulos en un principio, es un tío que se acaba preocupando por esa niña. También Karra Elejalde cumple, pese a la exageración de su papel en un principio, a medida se va haciendo más humano y es gracias a él, porque su personaje en el guión es un tanto desastroso. Sin embargo, Gael García Bernal no puede librarse del desastre y se siente perdido desde el principio, sin saber llevar esa evolución y viéndose superado por las circunstancias. Los secundarios hacen su trabajo, desde el indigena, hasta el resto de actores de la película que filman como Raúl Arévalo, el siempre infravalorado Vicente Romero, que aparece en una escena, o Cassandra Ciangherotti, la guapa chica que firma el documental. Cabe destacar la banda sonora de Alberto Iglesias, aunque muchas veces tengo la sensación de que con esa música intenta destacar por encima de la película siendo algo grandilocuente. Aún así, la película al final me acaba dejando la sensación de que había material para muchísimo más y para hacerlo mucho mejor. No es una mala película pero a una directora que hasta el momento me había convencido le pido más de lo que ofrece en También la lluvia.
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