
Hablan de lo bromista que era Brando y un poco también de sus matrimonios, y de que tenía cierta fama de rompecorazones aunque en esto último no se llega a adentrar del todo, así como con los rumores sobre su homosexualidad y los amantes que se le atribuyeron de lo que no se habla, ni tampoco sobre la amistad tan especial que surgió con Jack Nicholson durante el rodaje de "Missouri" de Arthur Penn y que permaneció hasta su muerte. Tampoco citan que "El rostro impenetrable", la película que dirigió y que acabó dejando en otras manos en todo lo referido a montaje y esas cosas, comenzó a dirigirla Stanley Kubrick, a quien Brando consideraba un director dócil por lo que se comentaba de "Espartaco" y de como Kirk Douglas hizo lo que quiso con él. Cuando se encontró con esa bestia parda llena de exigencias y que no pensaba volver a pasar por el mismo infierno, acabó despidiéndole y la dirigió él al final. Y también parece que dejan otros temas de largo.
No así los temas de la ideología de Brando, de como ayudó a los negros y a los indios, y de como rechazó el oscar por "El padrino" con un John Wayne que casi pierde la cabeza con la chica india que fue a la ceremonia. Y por supuesto de sus interpretaciones, de las que personalmente destaco la que hizo en "El último tango en París", que no es, precisamente, de mis películas favoritas pero que aún así yo lo encuentro magnético, y de la que Bertolucci dice alguna que otra cosa interesante. No es que sea un gran documental pero siempre es un placer ver y oír a gente como Martin Scorsese, Karl Malden, Dennis Hopper, Harry Dean Stanton, Jane Fonda, Jon Voight, Angie Dickinson, James Caan o Robert Duvall entre otros muchos. Y también ver algunas imágenes de archivo de otros tantos como Anthony Quinn o Elia Kazan.

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