viernes, 31 de diciembre de 2010

TRON: Legacy (spoilers)




Antes de ver esta secuela debo reconocer que vi la primera película, la TRON original y no me gustó demasiado. Me pareció un poco torpe, estúpida, con alguna escena decente y visualmente cumplidora, pero poco más. Sin embargo, esta secuela me ha gustado algo más. Tampoco demasiado más, pero un poquito superior me ha parecido. Especialmente, creo que los 40 minutos iniciales (quizá alguno más) de Tron: Legacy son muy superiores a la Tron original entera. Pero, lamentablemente, lo que sigue a esos 40 primeros minutos no me gusta tanto. Y es una lástima porque creo que podría haber sido un blockbuster bastante apañado, muy entretenido y bien realizado, que además de tener grandes efectos especiales, pudiera enganchar en su trama, pero sus creadores prefieren ir a lo fácil y acaban hundiendo la trama entre ciertas referencias a algunos clásicos del género (además de la antigua Tron, también alguna que otra de la saga Star Wars).





En ese comienzo que tanto me ha gustado, los responsables crean una puesta en escena muy buena. Nos cuentan en pocos minutos la desaparición de Kevin Flynn (Jeff Bridges) en los 80, dejando a su hijo junto a sus abuelos para que la trama avance unos cuantos años, a la actualidad, y veamos ya al hijo convertido en un hombre adulto y un tanto rebelde. También vemos como la empresa que fundó Flynn ha conseguido salir a flote y se mantiene como una de las grandes de la actualidad. Está todo bien planteado, tiene un par de escenas muy interesantes y la película devora con facilidad toda esa parte hasta que Sam Flynn (Garrett Hedlund) entra dentro de Tron después de hablar con un viejo amigo de su padre. El inicio dentro del mundo virtual también es muy interesante y está bien realizado. La música y las escenas de acción combinan muy bien y enganchan. Ese mundo, que pilla por sorpresa al protagonista, está bien recreado. Y las escenas de los discos y de las motos son vibrantes, tensas. Quizá lo único que cojea en todo este inicio que me parece bueno es el protagonista, algo soso, pero se le perdona, durante este tramo, por todo lo demás. Sin embargo, llega un momento, con el protagonista atrapado donde es salvado por Quorra (Olivia Wilde) y aquí es donde la película da un vuelco y donde lo que antes enganchaba se va a terminar convirtiendo en agotador.





Y es curioso porque, precisamente, Olivia Wilde es de lo mejorcito de la película. Sin embargo, la película entra en minutos de relax, aparece el auténtico Kevin Flynn, que tiene la mente de Yoda pero el físico de Obi-Wan, y la película cae en la precipitación. Ya entonces no tendrá ninguna escena especialmente destacable, toda la escena en el bar de un exasperante y excesivamente paródico Michael Sheen ni ese mediocre y estirado final son capaces de igualar al principio, ni de acercarse. Tan solo la escena de la persecución en las naves entretiene un poquito aunque es muy inferior a las anteriores escenas de acción. Pero la película se vuelve más sentimental -algo desastrosas las escenas dentro de Tron que nos cuentan el pasado de algunos personajes y la tiranía de Clu para llegar a la perfección- y cojea. Y las escenas más intensas no están a la altura. Tan solo la aparición en la ciudad de uno de los personajes más atractivos de la película, Gem (Beau Garrett), para "guiar" a Sam es interesante. Pero todo se acaba perdiendo entre un mar de despropósitos comandado por Clu (un Jeff Bridges digital y rejuvenecido) hasta que la película termina con la traca final, en una escena que prometía ser apasionante y que acaba teniendo todos los tics de los peores blockbusters.





Tron: Legacy es entretenida pero al final, aunque no me gustó la primera parte y tampoco esperaba grandes cosas de esta segunda, me acaba dejando un regusto a decepción porque la película prometía grandes cosas. Me termino por quedar con que se pasa un agradable rato con ella. Y con que aciertan con la puesta en escena, el mundo virtual está bien realizado y la película tiene varios minutos de buen cine. Y es una pena que todo acabe así. Cabe destacar, en su reparto, a las dos chicas, Olivia Wilde y Beau Garrett, bastante creíbles en sus papeles. No demasiado destacable, y se nota, el protagonista, Garrett Hedlund. Y los actores más veteranos tampoco aportan demasiado, ni un sobreactuado Michael Sheen ni un Jeff Bridges que acaba algo perdido en su doble papel, ni en el del tirano Clu donde está, al igual que Sheen, algo insoportable, ni en el del viejo creador de ese mundo, con esos ecos de maestro jedi, y donde Jeff Bridges está desperdiciado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario