sábado, 30 de abril de 2011

Mildred Pierce (plagado de spoilers)



Película para TV dividida en 5 capítulos (con una duración de 5 horas y media más o menos) donde Todd Haynes nos cuenta la historia de una mujer que acaba de separarse de su marido y comienza a trabajar para mantener a sus hijas y a verse con otros hombres, alguno conocido de su marido. Siendo Todd Haynes un director que me parece interesante esperaba grandes cosas de esta serie que viene alabada con el sello de la excelente HBO. Y esperaba mucho, ya que aunque el melodrama no sea de mis géneros favoritos, porque tengo muy en cuenta que el director realizó la estimable Lejos del cielo con la maravillosa Julianne Moore, donde demostraba que sabía manejar los códigos de ese género. También es el director de la fascinante Safe, de películas recomendables como Poison o The Karen Carpenter Story, de la fallida Velvet Goldmine y de la interesante aunque algo sobrevalorada I´m not there. No vi la película que realizó Michael Curtiz, más conocido por ser el director de Casablanca, sobre la misma novela hasta que acabé la película de Todd Haynes y lo cierto es que me parecieron ambos productos de una calidad similar. La película tiene menos tiempo para desarrollarlo todo pero aún así lo hace con bastante acierto. Y aunque, supongo, la película de Haynes será más fiel a la novela que la de Curtiz, en muchos momentos da la impresión de ir demasiado acelerada pese a su duración, de pasar de puntillas sobre algunos aspectos aunque se beneficia de otras cosas.




La película te cuenta de manera notable las vivencias de esa señora tras su separación, de las desgracias que le suceden y como lucha por salir adelante. De como empieza a trabajar como camarera para mantener a sus hijas hasta la pérdida de su hija pequeña, pasando por sus relaciones con otros hombres o como monta su negocio y, principalmente, de su complicada relación con su hija mayor desde que ésta es una caprichosa niña de 11 años hasta que es una rencorosa y vengativa adulta. Como he mencionado, da la sensación de que pasa por tramos algo rápido, como esa pérdida de la hija pequeña al final del segundo capítulo a la que en el resto de la película se acaba olvidando, ni siquiera para tomarse un segundo por el suceso. En el tercer capítulo se comienza a desarrollar la relación entre los personajes de Kate Winslet y de Guy Pearce (que ya han tenido sus escarceos en el segundo) y como, en apariencia, un hombre con recursos como él pasa a ser un mantenido. Creo que se podría haber parado algo más en estos tramos pero por suerte Mildred Pierce ofrece momentos de tanta fuerza que no acaba por importar demasiado. También llega bastante bien al cuarto capítulo donde la serie da un salto en el tiempo de algunos años y donde esa complicada relación entre madre e hija (interpretada en los primeros capítulos por Morgan Turner y en los últimos por Evan Rachel Wood) empieza a echar chispas porque la hija es una manipuladora que no duda en hacer lo que sea para salir adelante desde una posición cómoda, como fingir un embarazo para sacar dinero.




La gran recreación de la época que realiza Todd Haynes es apoyada por un vestuario maravilloso, una fotografía que se ajusta a la perfección a aquellos años, una gran música (en el último tramo cobra gran importancia la ópera), un diseño de producción excelente y demás apartados técnicos muy bien trabajados. También cabe destacar las grandes interpretaciones de su reparto con mención especial para la muy guapa Evan Rachel Wood, que llega a robar el protagonismo a la misma Kate Winslet. Respecto a Winslet, lleva con muchísimo acierto todo el peso de la trama y cuando ambas actrices están juntas en pantalla es cuando la película te ofrece sus mejores escenas. Guy Pearce está correcto. Haynes da vida a sus personajes, los convierte en personas que buscan salir adelante sea de la manera que sea. Esto se comprueba en los personajes de Evan Rachel Wood y Guy Pearce, que son los que comparten casa con Kate Winslet al final. El personaje de Evan Rachel Wood es, básicamente, una zorra y el personaje de Guy Pearce no se siente querido por su esposa, se ve como un marido trofeo y acaba cayendo en los brazos de su manipuladora hijastra. Siendo ellos dos los que están con el personaje de Winslet no me extraña que termine de semejante manera. Pero siendo ella una luchadora como es, con el apoyo de sus amigas y de su primer marido, al que nunca se pinta como un hombre malo ni nada similar sino como alguien comprensivo con sus necesidades, va a seguir luchando. Por su recreación de la época, la dirección de Haynes y las interpretaciones de su reparto, Mildred Pierce merece que se le dé la oportunidad.


sábado, 23 de abril de 2011

Scream 4 (Spoilers: el final está desvelado)




Vi las tres primeras películas unas semanas antes por el estreno de esta cuarta parte. Y fue una experiencia positiva. Me gustaron las tres. La primera es la más regular, la que mejor tejida tiene su historia. La segunda, que es mi favorita de las tres, es más irregular pero es la que mejores escenas tiene mientras la tercera es inferior a ambas aunque tiene cosas destacables. La saga siempre ha funcionado como películas que parodian los slashers, que toman muchísimas referencias y que juegan con las claves del género. Quizá sea lo más atractivo que tiene y Wes Craven no duda en potenciarlo con bastante acierto en esta cuarta parte enfocándolo esta vez hacía los remakes. Y Scream 4 probablemente sea eso que critica pero lo hace con tanto acierto que se le perdona. Y en ningún momento olvida lo que Craven hizo en las anteriores, sigue la estética de las otras tres partes de Scream para crear una película que quizá no sea la mejor de la saga, pero puede ganarse un huequecito en el corazón del espectador como la mejor película de la saga sentimentalmente.






Después de que hayan pasado varios años desde la tercera parte, Wes Craven vuelve con su equipo para regresar a Woodsboro con el reparto original más varias nuevas y jóvenes incorporaciones. La trama de Kevin Williamson es sencilla y eficaz, además se nota que forma una buena pareja con Wes Craven. Y una de las mejores cosas que siempre ha tenido Scream es la dirección de este último. Su manejo de la cámara, sus homenajes a clásicos del género y su imagen nitida y limpia crean una atmósfera única. Y aunque normalmente el director lo maneje en casas donde una chica se queda sola junto con un teléfono que termina por sonar para crearla, también se maneja de manera excelente a plena luz del día, como la escena del coche con las chicas que resulta tensa pese a que parecen estar seguras dentro. Scream 4 además tiene un inicio excelente, donde juega con la película dentro de la película a su vez dentro de otra película de manera sensacional. Un inicio original, bien realizado, plagado de bellísimas y jóvenes actrices (casi todas, por no decir todas, salidas de series de televisión) que sirve como sensacional prólogo que concluye, como no, con la primera puñalada, fuera de la magnífica Stab que "inició" Robert Rodriguez, de Ghostface.





Y quizá la parte intermedia sea más estándar y siga los clichés. No por ello es peor, de hecho Craven lo lleva con su solvencia habitual y con muchísimo sentido del humor. Un par de asesinatos muy bien filmados y siempre haciendo dudar al espectador sobre la identidad del asesino sin nunca dejar claro cual de ellos puede ser (el novio de la prima de Sidney, la policía que está con Dewey y, la que creía yo que sería, la madre de la chica y tía de Sidney). Quizá se alargue algo esta parte pero la película llega a la última parte recuperando el tono y ofreciéndonos un final de bastante nivel. Toda la parte desarrollada en la casa de Kirby es impresionante. Desde las relaciones entre los personajes, hasta el descubrimiento de que tras la máscara de Ghostface está el personaje de la guapísima y fascinante Emma Roberts (varios niveles por encima de su tía) compinchada con el pringado que interpreta Rory Culkin. Una sorpresa porque se vendía a la actriz como el futuro de la saga hasta el punto que terminé por creérmelo. El caso es que sus acciones para hacer creer que es una víctima y la posterior parte en el hospital son impresionantes y convierten el final de Scream 4 en el mejor de la saga. La elección de ella como villana es lógica y comulga a la perfección con lo que la película te ofrece siempre. Scream 4 se beneficia de su nuevo reparto que está eficaz junto a el reparto original que se limita a lo suyo (quizá es hora de que alguno de ellos deje su lugar en la saga). Ese reparto nuevo formado por chicos que llevan con corrección sus papeles y mujeres impresionantes, como todas las que salen en el inicio y también otras como, pese a su brevedad, la preciosa Alison Brie más las aportaciones con más protagonismo como la de la citada Emma Roberts y la de una Hayden Panettiere inmensa. Desde luego tras salir del cine puedo decir que aunque quizá no sea un peliculón, he disfrutado bastante con ella, que levanta el listón ante la desequilibrada pero entretenida tercera parte, estando a la altura de las dos primeras.



domingo, 17 de abril de 2011

Enredados



Después de muchos años sin demasiadas noticias de Disney salvando alguna que otra película como la estimulante Lilo & Stitch, hace unos años tuve noticias de ellos por partida doble: la primera fue por la compra de Pixar y conseguir la compañía puntera en esto de la animación (con permiso de la casi siempre impresionante Ghibli) y después ya por una película que realizaron: Tiana y el sapo, típica adaptación de la princesa y el sapo donde le daban un pequeño vuelco a la historia para adaptarla para el público moderno de hoy en día. Tampoco estaba nada mal Bolt, aunque iba de más a menos. Creo que con Enredados vuelven a dar en la diana y aunque quizá la compañía no vaya a resucitar con esa película, sí han conseguido un producto tan agradable de ver y con un par de destellos de muy buen cine. Quizá no esté a la altura de algunas películas que dirigió la compañía con anterioridad pero el resultado final no es para nada desdeñable, y la película creo que puede ser disfrutada por público de todas las edades, mezclando la parte más dramática con la cómica sumando los típicos números musicales que siempre han sido como una marca de identidad de la compañía de Walt Disney.




Enredados, como adaptación de un cuento clásico, comienza haciendo una rápida introducción para situarte pronto en la historia de la princesa secuestrada por una mujer. Esa mujer cuida de ella siempre con la precaución de no ser pillada por los auténticos padres de la princesa. Secuestrada siendo una niña recién nacida, ella cree que es su madre. Ella no le deja salir del castillo por lo que allí queda retenida junto a un par de animalejos que le hacen compañía (y supongo que nada más que eso). Pronto también, vemos al contraste de su personaje: el del tipo sinvergüenza, que dedica su vida a robar para ganarse su dinerillo y eternamente perseguido por gente que quiere o arrestarle o darle para el pelo. Sus caminos, por cosas del destino, se acaban cruzando y después de un par de enfrentamientos favorables a ella, él acaba accediendo a llevarla al sitio de donde salen unas luces el día de su cumpleaños. El camino no va a ser fácil porque los dos son perseguidos por un sádico caballo con cuentas pendientes con él y por la madre de ella, siempre dispuesta a cualquier cosa para que su "hija" no sepa la verdad de todo lo que pasó. En esta parte, la acción se dinamiza y la película gana en ritmo, pasando más cosas, siendo estás más vibrantes y ganando respecto a la correcta primera parte. Los números musicales se integran bien y no llegan a hacerse pesados. De hecho, hay un par que están bastante bien. Quizá también se le pueden achacar ciertos momentos intermedios que se pueden llegar a hacer algo pesados pero es poquita cosa y no tiene gran importancia.




Lo importante al final es observar como la animación es, en la actualidad, uno de los géneros que goza con mayor salud y de donde salen algunas de las películas más apreciables de los últimos años. No sé si es porque muchas veces tienen su público asegurado (los niños acompañados de sus padres) y eso les da a sus responsables cierto margen de maniobra para poder trabajar con más calma. Sea como sea, es un hecho que varias de las películas de animación están mucho mejor tratadas, dirigidas y son más intensas que las otras. Siempre hay excepciones, claro, pero normalmente te tienes que ir a los directores de siempre, a aquellos que tienen cierto renombre y que con el paso de los años han demostrado que son muy buenos. Pero es dentro de este género y, también, dentro de algunas series de televisión donde más oportunidades están dando a directores nuevos, menos conocidos, pero con el talento suficiente como para poder triunfar. El problema que tienen es que lejos de esas series o esas películas, las oportunidades no les llegan. Y sí llegan es para productos de encargo u/o olvidables. Ahí está la última película del muy competente Allen Coulter, producto mediocre realizado para el lucimiento de su adolescente estrella.


sábado, 9 de abril de 2011

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (spoilers)



Última película hasta el momento de Steven Spielberg antes de volver este año con dos películas, una de aventuras como es la adaptación que está realizando de Tintín más War Horse, el director se volvió a aliar con el siempre oportunista George Lucas y con Harrison Ford para revivir casi 20 años después al famoso arqueólogo con nombre de perro y ya de paso convertir la trilogía de Indiana Jones en una saga con más partes, teniendo en cuenta el atractivo que el personaje genera en el público más los nombres de las personas implicadas en el proyecto, no menos atractivos para el público. Una mezcla entre actores que ya estaban en la saga (Harrison Ford, Karen Allen), se les suma la inclusión de actores experimentados de sobrada solvencia (Ray Winstone, John Hurt) más una actriz actualmente muy respetada (Cate Blanchett), añadiendo uno de los actores que han salido ahora y al que aún le queda mucho por demostrar (Shia LaBeouf). La primera vez que vi la película, en el cine, tan solo me gustó el principio, los 20 minutos iniciales. El resto de la película se me hizo cuesta abajo hasta acabar agotado y perdido entre escenas triviales de aventuras y acción y su delirante argumento. Vamos, que no disfrute demasiado con ella. En esta revisión, sí me ha parecido una película decente y bastante entretenida. Aún así, todavía me parece que está un escalón por debajo de las expectativas que con ella había creado. Pero no es el bodrio que reclamé en su momento, ni muchísimo menos. Y antes de verla también revisé las tres primeras películas de la saga. No entro en comparaciones con ninguna de ellas porque sería demasiado injusto con esta cuarta película, son tiempos distintos para las películas de aventuras, ya que en los 80 el género vivió uno de sus mejores momentos mientras en la actualidad se tira más por la acción tosca pura y dura. Con todo eso, esta cuarta parte creo que es una película que gana con el tiempo. Quizá pueda llegar a apreciarla más dentro de unos años pero hoy me conformo con que la opinión negativa que tenía sobre ella se haya convertido en una positiva.




La película pronto te presenta sus cartas. Un principio vibrante y sobrecogedor te sumerge en la historia. Volvemos a ver al personaje 20 años después, con todos esos años pasados cargados sobre sus espaldas, junto a su nuevo compañero (Ray Winstone), con el que lleva colaborando durante unos años. También nos presentan a sus nuevos enemigos, los comunistas, liderados por una mujer que parece tener poderes especiales con su mente (Cate Blanchett). En ese inicio con varias persecuciones, donde vemos a Harrison Ford en plena forma, y con una gran explosión nuclear de fondo, Spielberg da lo mejor de sí mismo. Es su etapa de mayor madurez como director y la película se aprovecha de ello. Tras eso, llegamos a los minutos de mayor tranquilidad de la película, y casí diría que los únicos que posee. En estos minutos, entra en juego el personaje de LaBeouf y se inicia así su relación con Indiana Jones, repleta de altibajos para mostrar la química que existe entre ambos actores, antes de que sus personajes se acaben enterando que son padre e hijo. Probablemente también sean los minutos más flojos de la película, en los que más se notan las múltiples referencias que intenta poseer hacía algunas películas clásicas y sazonado con una persecución muy inferior a las otras que hay en la película. Por suerte, Indiana y el chico son retenidos por los comunistas varios minutos después y allí aparece de nuevo la resplandeciente Marion (Karen Allen), después de casi 30 años que ella apareciera en la primera película de la saga, más ese viejo loco que interpreta el bueno de John Hurt, que era quien estaba investigando todos los misterios de la calavera de cristal antes de Indiana. También queda más claro que la trama va a tirar por el tema de los alienigenas y lo de esos poderes que tiene el personaje de Cate Blanchett. Dos cosas que en el principio de la película ya estaban pero que a partir de este momento se hacen mucho más patentes quedando bien resueltas en estos minutos. Los personajes juegan más entre ellos con la aparición de Marion en pantalla y con el doble papel que juega Ray Winstone en la historia, siempre entre ese punto de aliado o enemigo sin dejar claro nunca cual de las dos cosas es más allá de ser una persona bastante codiciosa, la historia se hace aún más dinámica y se rellena con una persecución muy larga, intensa y muy bien realizada aunque, eso sí, con algún instante ridículo, más un par de escenas con desastres naturales y con Cate Blanchett descubriendo todos los secretos de la calavera de cristal y pagándolo caro.




Gran parte de los implicados en la película mostraron su descontento con el resultado final. Y no hablamos de gente sin peso en la película sino que el mismo Spielberg mostró su descontento como también lo han hecho Harrison Ford y, especialmente, Shia LaBeouf, para muchos el relevo de Ford en la saga. Creo que ellos mismos exageraron sobre el resultado final y se dejaron llevar, como ha hecho también cierta parte del público, yo incluído, por el descontento general que provocó la película. Pero con todos los problemas por los que ha pasado para ser realizada, por la que han pasado innumerables guionistas, cada uno con una versión distinta que no contentaban a los tres jefazos del proyecto (Spielberg, Lucas, Ford) pues tuvo que ser bastante complicado todo. El resultado final entusiasmó más a Lucas que otra cosa, los otros dos tan solo se limitaron a dar su visto bueno y a plasmarlo en pantalla con la mayor profesionalidad posible y con mucho sentido del humor. Con una quinta entrega prevista sobre el horizonte (aunque sin una fecha fijada por los incontables proyectos que tiene Spielberg para dirigir) en el que volvería Indiana con su nueva familia, esperemos que esta vez todos queden de acuerdo, no se apresuren y además de una película muy entretenida, nos ofrezcan esa magia que tienen las películas de esta saga y con las que cautivaron a toda una generación.


sábado, 2 de abril de 2011

Sucker Punch (con spoilers)




Desde su comienzo que nos cuenta como la protagonista principal acaba internada en el sanatorio mental, quedan claras las intenciones de Zack Snyder con su última película. Con una bastante conseguida versión de Sweet Dreams cantada por la misma Emily Browning, vemos como la chica y su hermana son herederas de los bienes de su madre y como su padrastro intenta quitárselas de en medio teniendo ella que actuar. Tono mustío, rodado a cámara lenta, seco y contundente. O lo que es lo mismo, un videoclip. A Snyder siempre le acaba pudiendo su propio estilo y es una pena porque tiene cosas muy interesantes que contar. Y no es que sea el guión el punto más fuerte de Sucker Punch, lo es su imaginación y su acción. Aunque creo que es la única película de Snyder en que forma y contenido van de la mano y no una cosa por un lado y la otra por un camino diferente como sí ocurre con 300 y Watchmen, películas en las que Snyder está demasiado pendiente en complacer primero a los autores de los cómics, Frank Miller y al siempre difícil Alan Moore, que a sí mismo. No ocurre eso con Sucker Punch y es su principal virtud. Lo único que puedo achacarle no es culpa del director y es el hecho de que la productora capara la película pasando del 'para mayores de 18' al 'para mayores de 13'. Rebaja demasiado el tono en cuanto a violencia -y sexo- y quizá, en ese punto, hablamos del auténtico defecto de Sucker Punch.





Ya internada la protagonista en la institución, mezcla tan imposible como fascinante de psiquiátrico, prostíbulo y orfanato, Zack se deja llevar por su película y se nota. Se podría decir que el personaje de Emily Browning se asemeja a la labor de Snyder tras la cámara y solo mientras oye su música y cierra los ojos, dejándose llevar y siendo absorbida hacia ese mundo ficticio, es cuando saca lo mejor de sí mismo. Irregular pero libre, Sucker Punch marca sus pautas y te sacude por su acción muy bien realizada, mientras las chicas van de misión en misión consiguiendo los objetos que necesitan para escapar del centro. También es coherente consigo misma, es una locura, por algo la película se desarrolla dentro de dicho centro, siendo el que reparte el bacalao dentro de ese lugar el más desequilibrado -y violento- de todos. No le voy a negar sus defectos, que es algo irregular y que hacía el final parece que se va a derrumbar todo el castillo -sin que finalmente lo haga- pero mientras Sucker Punch funciona es una experiencia porque bordea esa línea entre genialidad y bobada sin temer cruzar ninguna de las dos. Entretenida y alucinógena, imperfecta y pajillera, Sucker Punch nos ofrece dos horas de puro delirio.





Y al final quizá el espectador acabe saturado. Y entonces aparece Jon Hamm para hacerle la lobotomía tanto a la chica como al público que está viendo la película, adquiriendo la película cierto valor de metacine y otorgándole aún más valor a la obra. Sus demás virtudes y defectos acaban puliendo la película para bien y para mal. Junto a su aspecto visual, demacrado, gris y lúgubre, se suman los tics del director -uso habitual de la ralentización de la acción que nos muestra en pantalla- más esas peleas en el mundo ficticio, traiciones, muertes y bailes. La banda sonora, con varios temas interpretados por la misma protagonista, Emily Browning, acompaña de manera notable a la película. Así como ese grupo de chicas guapísimas comandadas por la misma Browning, una chica tan rara como atractiva que posee magnetismo, y formado por las geniales Vanessa Hudgens y Jamie Chung y las competentes aunque menores Jena Malone y Abbie Cornish, dispuestas a satisfacer las fantasías del público y, especialmente, del director. Y, por supuesto, Carla Gugino. Siempre Carla, que brilla haga lo que haga.