Esta segunda parte se acerca
mucho más a lo que esperaba ver cuando fui a ver la primera. Y es que Los
mercenarios me entretuvo pero no llegó a parecerme nada del otro mundo,
bien es cierto que en algún visionado posterior la película me pareció mejor
que cuando la vi por primera vez. Quizá no era tan nostálgica y caía en los
nuevos vicios demasiado fácil. Con nuevos fichajes en el reparto y también con
cambio de director, Stallone y su equipo acometían esta secuela con ganas de
ofrecer más de lo mismo pero siendo todo mucho más ruidoso. Y superan la prueba
puesto que esta secuela sale ganando, quizá por el hecho que se lo toman todo
con mucho más humor y sabe tejer una trama sencilla, muy típica en este tipo de
películas de acción, pero eficaz.
En la primera parte había tres
frases que se me quedaron grabadas en la memoria. Una la decía Eric Roberts
como hachazo a su hermana Julia cuando el personaje de Zayas decía algo de la
familia y su hija. La otra era al final, con Statham recitando y Stallone
soltando un “Me encanta la poesía”. Y es cierto puesto que un par de años
anteriores hizo ese salvaje pero aún así bello y estupendo poema que es John
Rambo, cuarta parte de las aventuras del veterano del Vietnam. Todo esto
que estoy escribiendo es relativo a la tercera frase. En la escena más
recordada de la primera, Sly, Constantino Romero Arnie y Ramón Langa Bruce tenían su
momento en una iglesia. Y Bruce soltaba algo como: “no os iréis a chupar las
pollas delante de mí”. Y es que esa frase dicha por el señor Iglesia cobra aún
más sentido en esta segunda parte.
Los mercenarios 2 entra
desde el segundo 1 en acción y no se anda con rodeos. En ese sentido ya sabemos
que película nos vamos a encontrar. Los héroes dando palizas, los malos
fallando todos sus disparos, varias explosiones... justo lo que uno esperaba.
Sorprenden las malas críticas que recibe Los mercenarios 2 sobre guión y
demás cosas y más teniendo en cuenta que gran parte de la filmografía de todos
los protagonistas de Los mercenarios 2 son películas masacradas por crítica y público
-entre ellas películas tan molonas como Time Cop, Demolition Man, Soldado
universal o Danko: Calor rojo- salvo algunas excepciones -algunas de
Bruce Willis, Acorralado, Rocky, las Terminator y la excelente Desafío
total-. Aquí hay más de lo mismo pero más paródico todo.
Los personajes siguen con más de
lo mismo. Al buen rollo y química mostrada entre Terry Crews -que, por cierto, también tiene
una buena química con Jeff Daniels en The Newsroom- y Randy Couture se
suma ahora Dolph Lundgren, que iba más por libre en la primera parte, formando
un trío estupendo. Statham y Stallone siguen haciendo manitas. Van Damme
aprovecha su breve papel, sobre todo en la pelea final. Aunque me hubiera
gustado verlo más porque físicamente creo que es de los que mejor se mantienen
-pese a toda la coca que se ha metido-. Arnie Schwarzenegger y Bruce Willis haciendo parodias
entre ellos de sus películas también son eficaces. Pero Chuck Norris haciendo
un gag de sus propias leyendas es sencillamente sublime.
Quizá no sea demasiado objetivo
con la película pero me ha dado justamente lo que quería. Y encima para más
satisfacción, el integrante del grupo que muere es Liam Hemsworth. Un gustazo.
Quizá hubiera querido ver más a Jet Li pero es sustituido por una mujer -Yu
Nam- y una presencia femenina es lo que la película requería. Simon West, que
lo considero un director bastante decente dentro del terreno de la acción con
películas muy entretenidas como Con Air, La hija del general o The
Mechanic, cumple con su cometido. Creo que su fichaje es uno de los grandes
aciertos respecto a la primera parte.