James McTeigue es un tipo que lleva ya muchos años colaborando con los hermanos Wachowski. Ya en la primera entrega de Matrix trabajó con ellos como asistente de los directores y desde esa película han colaborado en todo lo que han realizado: con las secuelas de su famosa saga y con la adaptación Speed Racer dirigidas por los hermanos. También con las películas que McTeigue ha tenido la oportunidad de dirigir: primero, bajo la tutela de los Wachowski, realizó la adaptación de V de Vendetta, basada en el sensacional cómic de Alan Moore que se encargó de realizar contundentes críticas al guión y que dividió al público entre los que la encontraban una cinta fascinante con los que solo veían fascismo puro y duro, y más tarde rehaciendo Invasión de Oliver Hirschbiegel, tercera o cuarta adaptación de La invasión de los ladrones de cuerpos con Nicole Kidman de protagonista. Siempre bajo el amparo de los Wachowski.
Ninja Assassin no es una excepción. Y estar con ellos, es tener que seguir el estilo que ellos marcan, hacer concesiones a tu manera de dirigir para ajustarse a la de ellos. En Ninja Assassin esos excesos de los que suelen hacer gala ambos se notan especialmente en algunas peleas, donde el excesivo uso de la cámara se hace algo pesado pero que por lo general no aleja a la película de su propósito que no es otro que el entretenimiento puro y duro.
Ninja Assassin no es una gran película pero McTeigue sabe desde el principio que es lo que quiere. Se agradece que se recuperen este tipo de cintas tan ochenteras, se agradece la estética de cómic y también su brutal violencia, parecía más una película destinada a otro tipo de público para el que no es muy recomendable. Quizá eso es lo que más me guste, que Ninja Assassin está filmada como el típico manga japonés pero americano y con actores reales. Sobran varios entrenamientos al principio del protagonista para lucir músculos. La investigación de la periodista no es gran cosa y está llena de tópicos. El guión es un poquito malo, con exceso de flashbacks no siempre bien integrados. Cuando se ponen a pelear los ninjas, a pesar de los excesos heredados, es impresionante, entretenidísima y vibrante especialmente en la última pelea. Bien es cierto que la pelea que hay en la mitad de la película, que debería ser "la escena de la película", agota bastante por su estilo. Pero tampoco le puedo pedir más a una cinta que no me lo va a dar. Simplemente sentarme, relajarme e intentar disfrutar de su vibrante acción.
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