sábado, 20 de agosto de 2011
Super 8 (spoilers)
Se ha hablado mucho de esta película especialmente de la unión entre J.J. Abrams como director y Steven Spielberg como productor, que si la película es un homenaje del primero al cine del segundo y que si cuenta con numerosos guiños en el guión a películas de los años 80. Y todo eso es cierto. No sé hasta que punto ha metido mano Spielberg o si ha permanecido en un segundo plano pero con Super 8, Abrams se confirma como un director a tener en cuenta más allá de la televisión tras debutar con la entretenida Mision Imposible III y continuar con la última versión de Star Trek. Siempre me ha gustado el cine que saca mi vena más nostálgica, la que me devuelve al cine de los 80, que quizá no fue una gran década pero sí que nos dejó algunas películas muy entretenidas y a las que muchos les tenemos cariño por haber crecido con ellas. Por eso, anteriormente a Super 8, también disfruté con otra película que consiguió lo mismo que fue Miedos 3D dirigida por el gran Joe Dante, un director que hizo varias películas apasionantes en los 80 y también alguna recomendable posteriormente, aunque la propuesta era diferente a la película de J.J. Abrams.
Hay varias cosas que destacar en Super 8 y es que la película está dirigida con muchísimo gusto por Abrams. En primer lugar cabe destacar la ambientación que se sitúa, como no, entre finales de los años 70 o principios de los años 80 en un pequeño pueblecito en el que va a suceder un suceso extraño. Esas calles, esas casas, ese ambiente que posee está muy conseguido. También es muy destacable el dibujo de los personajes de los chiquillos, muy superiores al de los poco interesantes personajes adultos, y por suerte son los protagonistas. En ese chaval que acaba de perder a su madre, ese chico gordo que dirige la película, el chico aficionado a los petardos, el otro chico que es el protagonista de la película y la chica por la que suspiran los dos primeros hay algo especial. Están creíbles juntos y forman una pandilla entrañable haciendo recordarnos la infancia. Además está muy bien llevado el acercamiento entre el protagonista y la chica. Mientras tanto, Abrams lleva con pulso y sin precipitarse la trama de ciencia-ficción con el monstruo y todo el asunto con los militares. Quizá la película entra en terrenos más obvios y sensibleros como puede ser la relación entre padres e hijos (del protagonista con su padre y de la chica con el suyo) pero dentro de lo que cabe, Abrams lo maneja con habilidad.
Sí hay dos cosas que me han gustado algo menos. En primer lugar es la parte final, que sin ser mala, si la considero inferior al resto por precipitada, en ese momento en que los chicos vuelven al pueblo a rescatar a la chica. La escena en el camión de los militares está bien hecha pero todo acaba finalizando en un desenlace menor con el extraterrestre volviendo a su hogar como si de E.T. se tratará (aunque al contrario que este, él vuelve después de cargarse a unos cuantos humanos). Aunque el detalle del chico finalmente soltando el colgante de su madre está muy bien. Pero se nota que Spielberg maneja mejor estos temas que Abrams. Lo otro que me resulta muy cargante es la música de Michael Giacchino, compositor al que cada vez voy cogiendo más manía pese a que con Pixar ha colaborado cumpliendo muy bien en otras ocasiones. Aquí Giacchino, más que acompañar, muchas veces quiere hacerse notar demasiado resultando inadecuada su música la gran mayoría de veces. Una lástima. Pero son dos defectos que no empañan el resultado de una película muy disfrutable. Todos los actores están bien destacando entre todos ese prodigio de naturalidad que es Elle Fanning. También es recomendable quedarse a los créditos finales y ver esa película que ruedan los chicos. Es bastante divertida.
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