John Carter -o John Carter of Mars, primera adaptación de una larga serie de novelas que ya ha sido alguna vez adaptada- está basado en la novela de Edgar Rice Burroughs. En ella nos cuenta la historia de un hombre, veterano de la guerra civil, de vuelta de todo que busca un gran tesoro. Pero tras entrar en una cueva y tras el contacto con un misterioso hombre al que derrota, acaba viajando a Marte. Y aquí poco a poco el héroe va descubriendo el planeta, nuevas razas, acaba luchando contra el mal...
Hay muchas películas que son fácilmente comparables con John Carter. Quizá la más evidente sea Avatar. También la saga Star Wars, 10000, Cowboys & Aliens o Prince of Persia. Pero muchas de esas películas beben de la novela en la que se basa esta película. Andrew Stanton infantiliza la historia para darnos una aventura simpática, de esas de usar y tirar con la que pasar el rato. A veces esto puede hacer que vulgarice algunas cosas demasiado, que algunos detalles sean un tanto vergonzosos pero en otras ocasiones, ser una aventura ligera y desvergonzada juega a su favor, ofreciéndonos escenas que tienen su aquel. El problema es que la película tiene poco que rascar y tampoco entre el conjunto hay muchas escenas que destacar.
Entre todo quizá destaque el uso del montaje, donde Stanton acelera o frena la acción o acaba una escena para de inmediato y disimulando el corte comience la siguiente escena. Esto destaca al principio con el personaje de Bryan Cranston y el protagonista. Por lo demás, la historia es previsible, la hemos visto y oído decenas de veces. Le falta intensidad pero Stanton la suprime por su buen instinto para lo visual, para crear escenas espectaculares. Por suerte, no abusa de ellas. Los compañeros que acompañan al héroe corresponden al prototipo, desde el monstruito que acompaña fielmente al protagonista hasta la princesa enamorada del héroe, pasando por el villano y demás personajes. Algunos se hacen algo pesados. También tiene su punto la escena en esa especie de coliseo, me recordó algo a la escena de El ataque de los clones.
En un reparto donde están como secundarios gente como Bryan Cranston, Thomas Haden Church, Mark Strong, Willem Dafoe, Samantha Morton, Dominic West y tres actores de la serie Roma -Ciarán Hinds, James Purefoy y Polly Walker- el nivel de actuaciones es algo flojo. Algunos como Dafoe, Church o Morton no interpretan a humanos sino a una raza alienígena del planeta. Pero si el nivel es algo flojo no es por ellos sino por sus dos protagonistas, los tan sosos como guapos Taylor Kitsch y Lynn Collins. El primero muestra su nula carisma en el papel de héroe luciendo pecho lobo mientras que Lynn Collins sale muy guapa pero es igual de insípida que el héroe. Y juntos son aún peores. Quizá Dominic West, con su rostro un tanto petrificado, tenga su punto de villano y le dé algo de nivel al conjunto.
No considero John Carter una mala película pero tampoco buena. Es una aventura de las de toda la vida con la que pasar el rato pero tampoco es excesivamente entretenida. Quizá tal como iba el proyecto encaminado al desastre lo conseguido no es poco pero de un director como Andrew Stanton, por mucho que éste sea su debut lejos del cine de animación, hay que exigirle mucho más. Y respecto a Michael Giacchino, que últimamente quiere ser tan protagonista con sus bandas sonoras, salvo en una escena, esta vez no lo he notado mucho o al menos no tanto como en otras películas en las que ha participado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario