En Inside Men tiene una vital importancia el montaje y la planificación de la miniserie. Porque tenemos cambios temporales constantes. Nos vamos al robo, para después irnos a la planificación del robo para viajar directamente varios meses después y ver a los personajes tras ese robo, viendo como tienen que sobrellevar las consecuencias de lo que han hecho. Y es que, por supuesto, aunque parece ser un atraco perfecto, todo se va a terminar desmoronando. Pero esa planificación le imprime a la serie un ritmo ágil, rebajando momentos muertos o que parecen innecesarios en la serie, para centrarse en lo importante.
Luego la planificación del golpe aparentemente perfecta no lo es tal. Primero porque deben confiar en más gente de fuera, en tipos que en un momento dado se les puede ir la mano con una de las armas. Y después porque surgen desconfianzas entre los tres, en primer lugar entre el responsable y uno de los empleados por el liderazgo en el atraco que acaba asumiendo el primero y en segundo lugar las dudas que surgen en el personaje del guardia de seguridad por realizar un atraco que quizá, al conseguir un apartamento por la muerte de su madre, no lo haga falta. Y eso hay que sumarle que su relación con el jefe se va deteriorando poco a poco, hasta terminar por delatarle a la policía. No sin que su jefe intentara matarlo durante el atraco.
También tiene cierta importancia las familias de estos tres personajes. El jefe tiene a su mujer y a una niña que acaban de adoptar y no dudará incluso porque pasen por un mal trago durante el atraco, estando secuestradas en su casa, como supuesta coacción ante él para que todo sea más realista. Uno de los empleados con su novia, que se acaba convirtiendo en su mujer, que ve como le pasan por encima e, incluso, como su novia acaba formando parte del mismo atraco de manera muy directa. Y por último, el guardia tiene a una antigua empleada del banco -que la largaron por tener la mano larga- con la que acaba de comenzar una relación pero a la que ya ha dejado embarazada.
Se hace especial hincapié en el carácter del personaje principal. Es un tipo aparentemente endeble, al que parece fácil de pisotear. Pero luego tiene el carácter suficiente para poner todo el atraco en pie, para planearlo de cabo a rabo, para poner a su familia en riesgo e, incluso, para terminar ninguneando en el atraco a uno de sus hombres. Vamos, es que incluso termina siendo esa la razón por la que lo hace todo, por no ser nunca más ese mindundi que era. Inside men, además de estar bien dirigida y de hacer buena gala de sus apartados técnicos, ofreciéndonos sus responsables una serie fría, un tanto grisácea en sus escenas a la luz del día y oscura cuando tiene que serla, cuenta con tres interpretaciones buenas por parte de su trío protagonista. Y bien secundados por los demás.
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