domingo, 29 de julio de 2012

The Dark Knight Rises -- El caballero oscuro: La leyenda renace


La película recién estrenada en cines está dividiendo a la gente. Christopher Nolan, que desde que su fama se disparó debido a The Dark Knight, ya se ganó un amplio grupo de fans pero uno también bastante numeroso de detractores. Ahora The Dark Knight Rises está dividiendo a mucha gente, entre ellos muchos fans del director a los que la película no les ha convencido. Nolan sigue imprimiéndole continuidad a la saga -esta película enlaza directamente con Batman Begins- y asume la despedida de la saga en el cine como un reto diferente al de The Dark Knight, con la que veo innecesario compararla para despotricarla, aunque con paralelismos en las ideas -el paralelismo de Gotham con el New York post 11-S- que tienen ambas.


Lo dicho, continuidad. Es la palabra a la que se debería asociar la película y no a grandilocuencia o épica. Quizá la otra más acertada sería exceso, más que a duración a nivel de discurso. Y es por la continuidad que Nolan repite imágenes de las dos anteriores películas -bastante torpones, típicos recordatorios que me parecen innecesarios-. Y es por ello que el objetivo del villano no es otro que exactamente el mismo que el del villano de Batman Begins. Y también se asemeja en que el principal villano -Ra's al Ghul en la primera, su hija en ésta- permanece en la sombra y le deja a sus secuaces actuar -El espantapájaros, Bane-. Y al igual que en la primera parte -con el Ra’s al Ghul de Liam Neeson- el villano conoce la identidad de Batman, cosa que no pasaba con los villanos de The Dark Knight.


Una de las cosas con la que más expectación se tenía era con el Bane de Tom Hardy. Cumple con su cometido pero no deja de ser un villano a la sombra de Talia al Ghul. Bane agita Gotham a base de mentiras aún más gordas que la que Gordon y Batman le colaron 8 años atrás para que la ciudad no se corrompiera con el asunto Harvey Dent. Les vende lo de Gotham para los ciudadanos, supuestamente enfrentándose contra los poderosos. Pero no es más que humo hasta que cumpla su fin máximo: explotar la bomba. La gente, después de disfrutar del partido de fútbol americano que Bane les ha brindado, no tiene otra cosa que aceptar. Por miedo, no por su supuesta libertad. Dejando de lado eso, quizá el final de este personaje sea muy decepcionante aunque en el mano a mano con Batman cumple con el sobrenombre con el que se le conoció de El hombre que rompió al murciélago.


Luego está el asunto del personaje de Joseph Gordon Levitt. Más allá del final donde se desvela su identidad, en The Dark Knight Rises representa la honradez dentro del cuerpo policial. O al menos así me lo parece, sobre todo porque la película te recuerda varias veces que Gordon se ha corrompido y que les clavó una mentira a los ciudadanos que tarde o temprano estaba claro que vería la luz. Pero él es el chico, huérfano, de mirada ingenua que sí cree en Batman como Gordon en la primera y que no cree que hiciera lo que hizo. Respecto a Selina, cabe destacar que Anne Hathaway hace el personaje suyo y destila ironía en cada palabra que dice, ya sea citando a Robin Hood o buscando su objetivo, una tabla. Su principal problema es que en la trama su personaje es el que menos encaja aunque ayuda a sobrellevar la trama mucho mejor.


La duda estaba con Bruce Wayne. Y es que el personaje fue reducido en The Dark Knight a simple secundario, con Harvey Dent como auténtico protagonista de la película y el Joker como secundario de lujo. Era necesario regresar a él y centrarse en el personaje. Lo cumple a medias. Y quizá muchas de las incoherencias de la película vienen por mostrarnos a un Batman más inmortal que nunca -sus dos recuperaciones son dignas de mención-, después de vendernos la saga Nolan como algo realista. Pero también tiene sus aciertos sobre todo cuando Nolan nos muestra la jugada de Bane de arruinar al millonario superhéroe. Por lo demás, su personaje es cumplidor. Aunque quizá el mayor problema lo tiene el personaje de Miranda Tate (Talia al Ghul), muy maltratado en el guión y con una Marion Cotillard que poco puede hacer.



Es indudable que hay muchas cosas que se le pueden achacar a Christopher Nolan en la película. En general, se le podría achacar a toda la trilogía en general aunque en esta tercera entrega puedan hacerse bastante evidentes. Una puesta en escena que al tirar por el estilo realista deja poco lugar a ser imaginativa -lo que no lo hubiera venido mal, aunque en esta tercera parte se cuelan demasiadas cosas poco realistas que cantan demasiado-, decisiones de guión un tanto dudosas, montajes paralelos que pecan de tramposos queriendo aumentar la emoción de lo que estamos viendo y un exceso de melancolía y tragedia que muchas veces empalaga demasiado. En esta última película cabe destacar el Alfred de Michael Caine, que en las dos anteriores era, sin dejar de lado ese punto melancólico, un importante desahogo en la trama, especialmente en la segunda parte, y que aquí busca la lágrima en cada escena que sale y termina por resultar cargante. 


Es una despedida digna de una buena trilogía. Pero no de una excelente. Pero ni me parece la cima del cine de superhéroes o adaptaciones de cómics ni de las mejores trilogías que se han realizado. Para Nolan ahora se abre un nuevo camino lejos de Batman, aunque como productor ya esté detrás de la nueva Superman. Aunque parece que su estilo ya ha derivado en algo que busca la emoción constante, pomposo y excesivamente serio, con algún pequeño apunte de humor que debería potenciar un poco más. También, entre lo bueno, reuniéndose con un equipo detrás muy talentoso, con ciertos detalles acertados en la realización y con tramas que se adentran de manera adecuada en el cine negro.

sábado, 28 de julio de 2012

Margaret


Tras Puedes contar conmigo, mucho se esperaba de la siguiente película de Kenneth Lonergan. Y esa era Margaret, que rodó en 2005 -de hecho entre los productores están los ya fallecidos, ambos en 2008, Anthony Minghella y Sydney Pollack- y que nos llega ahora tras un retraso bestial. Y es que los mil problemas que ha tenido esta película en la producción han sido increíbles. Que leyendo cosas sobre eso también Lonergan ha tenido su culpa, es cierto, pero los productores desde luego han intentado boicotear la película y han intentado rebajar el montaje de 3 horas de la película a menos de 2 horas -finalmente, la versión estrenada está en las 2 horas y media-.


Lonergan también fue el guionista de Gangs of New York, algo clave pues Martín Scorsese junto a su montadora Thelma Schooonmaker fueron dos de las personas que han acabado ayudando para que Margaret finalmente haya visto la luz. La esperaba con ganas pues Puedes contar conmigo me gusta mucho, me pareció una película pequeña pero realizada con tacto, que emocionaba y que lograba que empatizara con esa mujer a la que todo le salía mal que interpretaba Laura Linney. También me gustaba mucho ese hermano inestable que interpretaba Mark Ruffalo, probablemente en la mejor interpretación de su carrera, y la relación entre ambos hermanos y la que tenía él con su sobrino.

  
Margaret me ha gustado. Pero es una película que va a dividir a la gente. Es más, voy a comprender perfectamente las críticas negativas a la película y se puede intuir por donde pueden tirar. Y no les faltará razón. Es una película irregular pero yo creo que finalmente las cosas buenas se acaban imponiendo a las malas y termina siendo una película con un atractivo raro y algo desequilibrado, pero con una fuerza impresionante. La historia trata sobre una chica de New York que tras distraer a un conductor de un autobús preguntándole donde se compró un sombrero, éste termina por atropellar a una mujer. Y ahí comienza este retrato sobre la culpabilidad de una mujer y como dicha culpa va aumentando conforme pasa el metraje. También una historia sobre una ciudad herida, una New York post 11-S.


Y es que la forma de actuar de Lisa (Anna Paquin) es muy significativa. No deja de ser una chica ingenua pero que parece segura de sí misma, aunque por lo que vemos en la película no es tan segura como cree, que comete un error tras mentir a los policías sobre lo que pasó y lo único que quiere es solucionar eso o quizá culpar a otras personas en vez de asumir la propia. Pero conforme pasa el tiempo y culpa a los demás, su culpabilidad también crece. Y su frustración por ver como todo le sale al revés también, lo que termina pagando con otras personas, principalmente su madre. 


Kenneth Lonergan dirige con elegancia consiguiendo una puesta en escena muy buena. Quizá se le puede achacar la labor de montaje, algo lógico por los problemas de la película en esta fase y por tener que haber recortado minutos, lo que hace que algunas escenas sueltas estén algo inconexas. Pero consigue un retrato certero de la adolescencia. Y de su forma de actuar cuando es testigo de un hecho trágico y como trastoca su vida, intentando después de eso madurar a la vista -como el hecho de pedirle a un chico que se acueste con ella para perder la virginidad o esa relación con su profesor-.


Puede que también se le pueda criticar cierto tendencia al exceso. De duración, quizá dando vueltas sobre el mismo tema, de dramatismo, con algunas situaciones algo exageradas, de crítica, con un par de debates pocos sutiles para hablar de la situación actual en EE.UU. tras el 11-S aunque algunos de esos debates entre adolescentes tan encendidos resultan curiosos de ver porque puedes llegar a posicionarte de un lado u otro. Y también ciertas cosas del comportamiento del personaje de Anna Paquin en algunos momentos, aunque creo que principalmente esa es una de las mayores virtudes de la película, esos cambios de carácter que sufre, esas cosas aparentemente nimias pero que terminan por ser importantes y marcarla. 


Lonergan se junta con actores que conoce muy bien. Ruffalo, Broderick -amigo de toda la vida del director- y Rory Culkin trabajaron con él en su anterior película, tanto Anna Paquin como Matt Damon en una obra de teatro que dirigió Lonergan, mientras que J. Smith-Cameron, que hace de madre de Paquin, es la mujer del director. Y todos están a un nivel notable. Sobre todo Paquin que es el 100% de la película mientras que los demás son muy secundarios -con J. Smith-Cameron y Jeannie Berlin con mayor importancia- pero le dan la réplica bien a la protagonista. También se puede destacar la presencia de Jean Reno y las testimoniales apariciones de mis adoradas Rosemarie DeWitt y Olivia Thirlby. Recomiendo ver Margaret -en versión original, claro- pero hay que tener en cuenta que no es una película fácil.


domingo, 22 de julio de 2012

The dark knight -- El caballero oscuro (spoilers)


  
The dark knight es una película de la que se habló ampliamente en su momento, que fue todo un hype en el que se juntó todo. En primer lugar, una enorme promoción que ilusionó a la gente que esperaba la película; en segundo lugar, nos encontramos de la noche a la mañana con el fallecimiento de Heath Ledger y todo lo que su muerte se generó, su interpretación póstuma -aunque después hizo, sin que el actor llegara a terminarla, aquella película con Gilliam- se elevó al Olimpo, hoy en día visto como uno de los mejores villanos de la historia. La película tampoco fue un estreno mundial, sino que antes de llegar a España se estrenó en Estados Unidos y tuvimos que esperar unas semanas para poder verla mientras que el público americano la ponía como una de las mejores películas de los últimos tiempos, estando en multitud de tops.


Habiendo pasado ya 4 años de su estreno y encontrándonos ahora ante el estreno de The dark knight Rises, la película que completará la trilogía, se debería hablar de The dark knight como una gran película, lo mejor que ha dirigido Nolan en su carrera -aunque Insomnia es una película que me gusta mucho, y hay días que incluso la prefiero, una película con una gran atmósfera-, que no es una obra maestra pero que sí es una película muy disfrutable. Pero con varios fallos importantes que imposibilitan que sea esa película tan grande que nunca fue y nunca será. Por suerte, a diferencia de otras películas del director, aquí las virtudes son tan poderosas que se acaban adueñando de la película y que haces que olvides sus deslices y el ego del director por hacer algo tan intenso y dramático, donde intenta abarcar demasiado, termine por fastidiarte la película.


Desde la primera escena, Nolan quiere dejarte claro quién es el auténtico protagonista de la película y quien va a ser quien mueva todos los hilos de la trama. En una escena de un atraco a un banco -cuya resolución puede estar algo cogida con pinzas- donde la planificación del director funciona en todo momento, desde el comienzo de la escena hasta el momento de la presentación en pantalla del Joker. Tras esa escena, una cosa va a quedar clara: que, salvo un par de escenas, cuando el Joker no aparece en pantalla la película baja el listón y el nivel de intensidad, por mucho que quiera imprimirle Nolan, es inferior. Ledger es en esta película un ciclón, una fuerza de la naturaleza apoyado porque deciden mostrar al Joker más sanguinario, no al simple bufón. A mí, que no me gusta la interpretación que hizo Jack Nicholson del personaje, encontrarme con este personaje en una película como ésta es una bendición.


Sin embargo sí que creo que el director inglés intenta abarcar demasiado metiendo a Harvey Dent también, más conocido como Dos Caras. En un principio le funciona la cosa, incluso su transformación, pasando a la oscuridad tras ser apodado El caballero blanco de Gotham, motivada sobre todo por el Joker es coherente. Pero cuando Ledger desaparece de la pantalla y tenemos que ver el lado oscuro del personaje interpretado por Aaron Eckhart todo se precipita, es como si Nolan quisiera hacer una nueva película con Dent de villano justiciero pero tan solo de media hora. Y Nolan va a toda hostia a la hora de tratar la venganza del antiguo fiscal del distrito contra todos los que le han hecho que haya acabado así y que haya perdido a la mujer que ama. Una venganza, sobre todo, contra Gordon y su familia.


Es una película trágica -al fin y al cabo, Bruce Wayne pierde a la mujer que ama- pero también plantea un par de dilemas morales que el director parece no querer llevar a su final quizá por la condición de blockbuster de la película. Muere muchísima gente en la película -escalofriantes los momentos con el Joker grabándose delante de su víctima- pero llega un punto de la película en que Nolan parece no querer matar a más gente inocente, que estos tienen que salvarse sea como sea. Estoy hablando del hecho que el Joker detone, previo aviso, eso sí, un hospital vacío, o la situación de los dos barcos. A mí me parece bien que el preso tire el mecanismo para activar el otro barco como que el ciudadano inocente finalmente no tenga agallas de matar a los del barco contrario pero creo que la conclusión fundamental era que después de eso, el Joker explotara los dos barcos. No sé como se habría resuelto todo después de eso, quizá es problema de plantear esa situación para que luego Batman nos meta el discurso de la bondad de la gente. Gente que no dudará en echársele encima cuando las cosas no vayan tan bien o cuando no lo necesiten, como bien le recuerda el Joker.


Sea como sea, una gran adaptación con Nolan cogiendo el cómic -sobre todo los que hicieron los artistas más reconocidos: los de Frank Miller y el de Alan Moore- y ofreciendo un blockbuster adulto, oscuro y entretenido. Se le perdonan todos los excesos y la grandilocuencia a Nolan o que el Bruce Wayne de Christian Bale sea de lo que menos me interese de la película -después que Batman Begins se centrara exclusivamente en él, en su trauma por la muerte de sus padres hasta llegar a convertirse en lo que es-, incluso que desperdicie de semejante manera a una actriz que me gusta como Maggie Gyllenhaal, que aquí está desastrosa. Pero me quedo con su villano, con un par de mafiosos -Eric Roberts está bastante bien- y con un par de escenas tan bien filmadas como resueltas. Batman Begins fue un juego de niños, pese a su primera hora de película, comparada con The dark knight. Ya veremos como le va a Nolan con la tercera metiendo a dos personajes tan representativos como Bane y, sobre todo, Selina -Catwoman-. Espero que trabaje este personaje bien y más sabiendo que los personajes femeninos se le atragantan al director -al menos desde que dirigió Batman Begins, en sus primeras películas no tanto pues pienso que tenemos a la mejor Swank en Insomnia mientras que Carrie Anne Moss tenía su punto en Memento-.