domingo, 30 de agosto de 2009

Radio encubierta

Unos cuantos años después de su debut como director con "Love Actually", el aclamado guionista Richard Curtis vuelve a ponerse tras la cámara con "The boat that rocked", titulo traducido como "Radio encubierta", en el que el director acaba confundiendo complicidad con vulgaridad, regalando al espectador, en todo momento, un tipo de humor extremadamente infantil y con algunas habituales dosis de romance en el cine de Curtis que bajan aún más el nivel de esta película.




Pese a contar con un gran grupo de actores formado por varios actores británicos muy conocidos al que se le suma uno de los mejores actores americanos actuales, Philip Seymour Hoffman, ninguno de ellos consigue adecuarse al personaje que interpreta, los noto incómodos soltando esas frases sin ningún tipo de ingenio o gracia que el director y guionista les pone en la boca, no llegan a ofrecernos nada de nada. Tan solo alguna salida del gordo de "Boogie Nights" y un par de destellos de Nick Frost pueden elevar un poco esto, pero ni Kenneth Branagh, Bill Nighy, o dos de los tres actores de "The IT Crowd" logran que yo llegue a pasar un gran rato.




Aparte de eso, otra de las poquitas cosas destacables es la banda sonora donde temas de The Who o The Kinks entre otros logran amenizar un poco una película con un tono que no le pega y que falla en lo que se presupone que Richard Curtis maneja mejor: el guión. Una verdadera lástima porque con el tema que trata podría haber dado para una película, cuanto menos, interesante, pero que es desaprovechada por los excesos de un Richard Curtis que a la hora de dirigir no se le ve tan acomodado como a la hora de escribir. Aunque en "Radio encubierta" se equivoque en ambas facetas.



sábado, 22 de agosto de 2009

Antichrist (con spoilers)

Lars Von Trier, el tipo que inventó el mote de "puto enano" para llamar a Roman Polanski, vuelve a la carga, y lo hace con "Antichrist", su obra más explicita, misógina, desequilibrada y, por ende, la más fascinante de todas. Decía Carlos Boyero que "Antichrist" era como para pegarle una ostia a Von Trier. Y tenía razón. Pero no porque la película sea una gilipollez, sino porque durante todo el metraje es Lars el que le está metiendo unas contundentes ostias al espectador y muchas veces a uno le dan ganas de devolvérselas. Tras terminar la película, me he quedado prendado de "Antichrist", de lo que cuenta y de como lo cuenta, de las naturalezas, una en forma de paisajes, en este caso del bosque de Edén y de animales que puede ser un peligro para cualquiera, y la otra que es la humana, aún más peligrosa si cabe, donde maldad, odio, desequilibrio, y los tres mendigos (tristeza, dolor, desesperanza) se juntan y son capaces de lo peor.




Como dice el zorro, el caos reina, pero especialmente en la naturaleza humana, en el personaje de Gainsbourg, que parece entrar en una enorme depresión tras la muerte de su hijo, pero que a medida que avanza la película, te das cuenta que en su último viaje a Edén ya estaba, en cierta manera, desequilibrada. Rechazado su trabajo por su marido, que tacha su tesis sobre mujeres maltratadas de simplista, poniéndole los zapatos al revés a su hijo y oyendo llantos extraños se establece un enfrentamiento entre ambas naturalezas. A medida que avanza la película, y con ello la terapia que el personaje de Willem Dafoe hace con su mujer, el espectador y el personaje de Dafoe se dan cuenta a la vez que el verdadero peligro que acecha al personaje de Charlotte es ella misma. Y que al mezclarla, al forzarla a "fundirse" con la otra naturaleza, la desequilibra aún más, la enloquece, la lleva a cometer unos actos salvajes para sobrevivir al estar en la iglesia de Satanás, que no solo la marca interiormente allí. Esto le hace cometer auténticas salvajadas y no solo en ese ambiente, sino que también te das cuenta que ella veía a su hijo mientras caía por la ventana, que pudo haberlo impedido si hubiera querido con ir a por él antes de caerse.




"Antichrist" está formada por cuatro capítulos, que ya he citado anteriormente (Tristeza, Dolor, Desesperanza y Los tres mendigos, que son los tres juntos), un prólogo y un epílogo, y está filmada con gran elegancia, con unos planos muy detallados, con unas imágenes realmente bellas, donde, al igual que Willem intentaba con su mujer y la naturaleza, todo se funde con una naturalidad increíble: música, fotografía, los dos actores incluso, para formar un todo exquisito, elegante, con mucha fuerza. La terapia de Willem resulta fascinante, los capítulos en que él la trata resultan intensos, te crees la ansiedad de la actriz, esa ansiedad por querer sacar todo lo que lleva dentro.




Se la puede criticar por muchas cosas. Es lógico. No es una película fácil de ver, y como he citado al principio, es un tanto misógina, algo que se descubrirá a medida que se va avanzando. Pero para mí es lo mejor que ha dirigido Lars Von Trier, que por fin ha hecho una película que ha ido muy por el terreno personal, se ha dejado de jugar con los diferentes apartados técnicos para querer hacer algo nuevo, algo que puede darle buenos resultados como en "Dogville" o convertir algo con buena pinta en insoportable como en "El jefe de todo esto". Las ganas de transgredir al público, de provocarle multitud de sensaciones, no con las escenas explicitas, sino con la historia que cuenta, con todo lo que puede salir de dentro de una persona, hacen de "Antichrist" una experiencia al menos recomendable. Aunque luego la película no te guste. Porque pese a todo lo que digo, la última creación de Lars es una imbecilidad. Una bendita, maravillosa e increíble imbecilidad.


domingo, 16 de agosto de 2009

The hangover, Up y Synecdoche, New York

Resacón en Las Vegas (The hangover):


Tras todo el éxito cosechado por la última película de Todd Phillips, que viene después de triunfar en taquilla en EEUU, me dispuse a ver la disparatada aventura de estos cuatro amigos que se van de despedida de soltero a Las Vegas. Y aunque tuviera buenas críticas, también iba cauto porque tampoco el cine que ha hecho con anterioridad Todd Phillips sea de mi agrado, unas cuantas comedias que se olvidan en un rato. Al menos, "The hangover" es una película que puede disfrutarla un grupo más amplio de personas, más allá de los adolescentes que disfrutaban una y otra vez con los chistes de las películas del director. Y aunque sea una película irregular, con gags más o menos conseguidos y cameos desaprovechados, ves con una sonrisa las vivencias de los protagonistas, como van recordando poco a poco lo que hicieron en la noche de marras, te caen bien los tres personajes que acompañan al novio, tiene algún secundario aprovechado. No es ninguna obra maestra y quizá haya tenido un éxito desmesurado, pero es una película entretenida sin ser tan idiota como otras del género.





Up:


Pixar regresa a la acción un año después del gran éxito cosechado con "Wall-E" y lo hace con "Up", cinta donde narra las aventuras de un anciano, tras la perdida de la mujer que le ha acompañado toda su vida y después de perder su casa para tener que irse a una residencia obligado, y de un niño que le acompaña. El acierto de la compañía de Lasseter es saber mezclar la experiencia del personaje de Carl, para afrontar la última gran experiencia de su vida, con la inocencia de Russell, que vive su primera experiencia seria para conseguir la medalla que le falta para convertirse en boy-scout. Pixar demuestra que sabe contentar a todos: saben darle un tono sensible, sin caer en lo sensiblero en su primera parte, y darle un tono más aventurero en la segunda. Quizá la primera parte guste más a adultos y la segunda a niños, pero el conjunto está equilibrado y "Up" resulta una experiencia refrescante y estimulante. Esperemos que el cine de animación no se estanque solo en Pixar y Hayao Miyazaki, que Ghibli, más allá del citado Miyazaki, nos ofrezca alguna perla o, incluso, Dreamworks, aunque de ésta última compañía lo dudo mucho.





Synecdoche, New York:


Reconozco no ser fan del cine que ha escrito Charlie Kaufman anterior a "Synecdoche, New York", exceptuando "Adaptation". Aún siendo consciente de la originalidad de cintas como "Eternal sunshine of the spotless mind" o "Being John Malkovich", éstas son cintas que me acaban resultando cargantes, a las que, en ocasiones, les encuentro un excentricismo que parece creado por un chiquillo de 5 años. Y sus guiones siempre se han visto beneficiados por el buen hacer de Gondry y de Jonze. Me acerqué con cuidado a su debut como director, pese a que su reparto me decía que me iba a encontrar ante una experiencia única. Y así lo es. Es una obra más adulta, pesimista, personal, excesiva, todo está llevado hasta el extremo para hacer gala de ese excentricismo que tanto le gusta, pero lo hace de manera inteligente, controla bien los tics del personaje de Philip Seymour Hoffman, el director convierte a Caden en una maravilla con la versatilidad de Hoffman interpretándolo, al mundo que le rodea en algo tan raro como fascinante y todas las mujeres que le acompañan son inteligentes, preciosas, tienen algo especial. Muy recomendable.


domingo, 9 de agosto de 2009

Adventureland

Después de la decepcionante "Superbad", película que no lograba ponerse por encima de la media habitual de las cintas de su género y que se sobrevaloró demasiado, Greg Mottola vuelve a la acción con "Adventureland", cinta que narra el particular verano de un joven que se pone a trabajar en un parque atracciones para ganar un dinero que necesita para ir a la universidad que quiere, y aunque el trabajo no es precisamente el que más desea, pronto se integra y empieza a hacer amistades con los demás trabajadores y se acaba enamorando de una de sus compañeras.




"Adventureland" es una película normal en el mejor sentido de la palabra, retrata con naturalidad dicho verano, los personajes son cercanos, actúan como capullos cuando tienen que serlo y como personas "normales" cuando el momento lo requiere. Es lógico verse identificado en algún personaje, que alguien de nosotros haya vivido unas experiencias similares a las de los personajes o que se vea rodeado de personas como las que nos muestran en la película. El mérito de la cinta es ese, puesto que aunque no contenga escenas que puedan pasar al recuerdo, la película se mantiene en el mismo nivel durante todo su metraje, y dicho nivel no es, ni mucho menos, malo.




La buena mezcla que hace Greg Mottola entre drama y comedia, manejando con habilidad ambas, hace que la película resulte agradable y si a eso le sumas una banda sonora con unos temas bastantes buenos y unos actores que cumplen con su cometido a la perfección, dan con una película veraniega que resulta tan interesante como inteligente, algo no muy común en el cine que se suele realizar por estas épocas, que suele tirar más por el repertorio habitual de chistes malos, de golpes y de adolescentes desesperados.




La persona sobre la que recae el "futuro" de la comedia, Judd Apatow, podría fijarse más en la cinta que ha dirigido su compañero Mottola, una película cercana y bien realizada. Después de producir y dirigir algunos éxitos, debería dejarse de películas poco inspiradas a mayor gloria de los Adam Sandler o los Seth Rogen. En la última que ha dirigido salen los dos. Esperemos que esté bien, al menos.


sábado, 1 de agosto de 2009

Drag me to hell (Arrástrame al infierno)



Después de varios años dirigiendo películas de "Spiderman", Raimi regresa al género que le vio nacer y que dejó en el año 1992 con la última parte de la saga Evil Dead, "El ejército de las tinieblas", ese terror con muchísimas dosis de humor que durante la etapa de los 80 le dio al director la fama. Después de andar con paso firme en la saga "Spiderman" durante sus dos primeras partes, especialmente con la segunda, se bajó mucho el nivel en la tercera y todo lo que se había conseguido en las anteriores desapareció, la humanidad que le habían dado a Peter Parker quedaba atrás viendo la nueva actitud chulesca -por el simbionte- que tomaba el personaje interpretado por Tobey Maguire. El regreso a su género parecía necesario, el tomarse un respiro, hacer una película más tranquila en la que no tenga encima la presión de los productores. Y aunque "Drag me to hell" es una película interesante y muy entretenida, es mucho menos desmadrada de lo que nos hubiera gustado a todos. Aún así, en un género tan devaluado en la actualidad como es el terror que nos llega desde América, la última película de Raimi se antoja como una cinta interesante.




Y mérito de esto lo tiene Sam Raimi. No pierde ni un segundo en zarandear a su personaje principal, una Alison Lohman con una interpretación muy ajustada ofreciendo al personaje lo que Raimi le pide, demostrando que tiene recursos suficientes para caer bien cuando su personaje está indefenso como para que el espectador desee que le den una muerte lenta y dolorosa cuando se pone en plan de chica no tan buena como se creía. Y junto al buen desarrollo que se hace de ese personaje, nos encontramos ante una trama viva, rápida, entretenida y sencilla. Un entretenimiento de lujo, que no toma por tonto al espectador, con una dirección eficaz que alterna terror con humor (en determinados momentos como la cena con los padres de Justin Long o la del aparcamiento, sin duda, la mejor de toda la película) y manejando bien los efectos técnicos sin dejarse llevar por grandes tecnologías.




Quizá "Drag me to hell" tire mucho de los típicos subidones de volumen a la hora de querer sobresaltar al público, y también nos encontramos con un Raimi que está mucho más comedido, más controlado que antaño. No se deja llevar como lo hizo con Evil Dead - especialmente con la deliciosa segunda parte de la saga- por el desmadre puro y duro que tan buen resultados le dio. Aún así, está bien para pasar una muy entretenida hora y media y para dejarse llevar por esta propuesta de maldiciones gitanas del director, que solo a ratos encuentra ese gamberro que le hizo destacar en este mundillo.