sábado, 30 de julio de 2011

Paul



Tras ver Paul, aunque me ha entretenido y tiene algunos gags destacables, uno acaba con la sensación de esperar algo más. Y es que la esperada unión entre parte del universo de Judd Apatow - los Greg Mottola, Seth Rogen, Bill Hader, Kristen Wiig- con el humor british de esa pareja que forman Simon Pegg y Nick Frost, a los que se une Jason Bateman, actor habitual dentro de la comedia, acaba dando como resultado una película irregular, por debajo de las películas que han hecho por separado. Tras la estupenda Adventureland con un Mottola inspiradísimo retratando con gran tino la nostalgia de un verano apoyado con una sensacional banda sonora y tras la pareja formada por Pegg y Frost en Zombies Party y Hott Fuzz ambas dirigidas por Edgar Wright, es una auténtica pena que Paul nunca llegue a unas cotas más altas, a un mayor gamberrismo. Se queda en una película simpática pero poco más, uno acaba recordando las otras películas que han hecho por separado tras ver Paul. Probablemente lo que echa en falta la película es la dirección de Edgar Wright, que ya había colaborado con los actores en las películas citadas y en la serie Spaced con muy buenos resultados, y que creo que podía haber captado con mucha más mala leche todo lo que aquí vemos. Porque precisamente es lo que echo en falta en Paul, mucha más mala leche de la que tiene.




Al final me quedo con un par de dardos con la religión de fondo, algunos momentos en los que sale la vena friki de Pegg y Frost en el guión - Paul charlando con Steven Spielberg allá por principios de los 80-, esa visión que tienen los británicos del cómic-coon más la muy graciosa Kristen Wiig y la más que evidente química que existe entre Pegg y Frost y de la que el guión se beneficia. Es lo que me parece más destacado de la película de Mottola. El resto es entretenido pero sin grandes chispazos, se echa en falta mayor locura en varias de sus persecuciones, en esa escena que hay en el bar, mayor gamberrismo en las conversaciones entre el alien y sus nuevos amigos y en esa pareja de policias con Bill Hader llevando el dibujito del alien. Da la sensación de que aunque quiere ser loca (los protagonistas siendo perseguidos por varias personas) al final no quiere sobrepasar ciertos límites y eso baja bastante el listón. De todas maneras, me parece una buena película, se ve bien y sirve para que tanto Simon Pegg como Nick Frost y Kristen Wiig, ahora de moda por ser la guionista y protagonista de Bridesmaids, se den a conocer más entre el público.


miércoles, 27 de julio de 2011

Insidious (spoilers)



Para ser una película de un director que hasta el momento siempre me ha resultado repelente como James Wan, la experiencia tras salir de ver Insidious ha sido positiva. Porque nunca me ha gustado la saga Saw (solo he visto la primera y la segunda con resultados horribles, del resto ya pasé viendo que solo iba a perder el tiempo con ellas) ni tampoco me entusiasmó en su momento Silencio desde el mal, aunque es una película que apenas recuerdo más allá de alguna escena suelta. Me gustó algo más Sentencia de muerte, aunque era una película en la que se salía del género que suele manejar para contar una historia de ojo por ojo con Kevin Bacon en el típico papel de Charles Bronson. Tampoco es que me pareciera una maravilla pero me entretuvo. Respecto a Insidious probablemente sea la mejor película que ha dirigido o la que más me ha gustado a mí e incluso fui a verla con ciertas expectativas por lo bien que se ha hablado de ella. Cabe destacar que James Wan casi siempre forma pareja con Leigh Whannell, guionista de todas las películas del director excepto Sentencia de muerte (en la que aparece como actor). Y Whannell y James Wan se compenetran bien o al menos en esta última película se nota bastante más que en las anteriores.




Pienso que Insidious está dividida en dos partes bien diferencias, siendo la primera más clásica mientras que la segunda está repleta de excesos, algunos de ellos innecesarios. Esas partes están diferenciadas con el cambio de casa por parte de los protagonistas. Aunque en un principio parece que la segunda parte va a seguir el mismo tono que la primera parte, pronto aparecen nuevos personajes, la acción empieza a coger más ritmo y tanto los personajes de la película -como el espectador- empiezan a comprender que está pasando realmente. También resulta una parte mucho más caótica y desenfrenada. El espectador más clásico puede acabar harto de los citados excesos y acabar criticando su final donde tanto al director como al guionista parece que por momentos se les va la cabeza. Pero a mí me han gustado ambas partes. La primera, más tópica, porque maneja con soltura los recursos habituales del género, saben llevar con acierto la historia de los padres que de la noche a la mañana se encuentran a su hijo en "coma" y los miedos de estos ante la casa. La segunda porque aparte de ir descubriendo que no era problema de la casa sino del hijo, tiene dos personajes que aportan un toque de humor, se deja llevar más e involucra de manera acertada al padre como responsable de lo que le pasa a su hijo. Los excesos de esta parte los llevo bien, la parte final me gusta pese a lo delirante que resulta por momentos.




Me doy por satisfecho con Insidious aunque no me parece una gran película. Pero posee atmósfera y hay momentos en los que te mantiene agarrado en la butaca, en la estancia en la primera casa de la familia, dentro de su previsibilidad, que da miedo. Algo que viendo el cine de terror que se realiza hoy en día es de mucho mérito. También posee un reparto eficaz con Rose Byrne y Patrick Wilson como patriarcas de la familia. La pareja de cazafantasmas tiene su punto y ayudan a relajar la trama en diversos tramos. Barbara Hershey muy breve, lo suyo parece casi una breve intervención de una actriz que hizo El ente, una de las películas cumbre del género de los 80. La otra señora, que acompaña a los cazafantasmas, cumple con su papel aunque también es cierto que le toca ser la protagonista de la escena más ridícula de la película, aquella en la que se pone una máscara de gas. Para pasar un buen rato - o un mal rato, según se mire- Insidious es una propuesta muy recomendable en los tiempos que corren.


sábado, 16 de julio de 2011

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte II (spoilers)




Tras la estupenda Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1 esperaba bastante de esta segunda parte con la que al fin concluye la saga. Las expectativas se han cumplido en parte pero acabo con un regusto algo amargo debido a la conclusión que posee. Creo que es inferior a la primera parte y que es una película que va claramente de más a menos hasta terminar diluyéndose cuando llega a ese enfrentamiento final completamente descafeinado. Y es una pena porque la primera hora de película es fantástica, puede que esté al nivel de lo mejor que nos han ofrecido dentro de las películas del joven mago. Quizá sacrificando el sentido del humor, con un toque un tanto nolaniano, pero sombrío y con magia. Tras la entrada del trío protagonista a Hogwarts, la película baja el listón respecto a ese principio y se sitúa en el nivel habitual de las anteriores películas. Se deja ver con facilidad y resulta entretenido. Pero tras ese tramo, llega el momento en que Harry Potter y Voldemort tienen que verse las caras, ponerse frente a frente. Ni punto de comparación con la escena que ambos compartían en Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Pero es que realmente ni siquiera me parece decente, es el momento que llevaba esperando desde hace unos años y que todo se resuelva así te deja con cara de gilipollas. Tampoco hace falta mencionar demasiado sobre el ridículo e innecesario epílogo con el que concluye de manera nefasta la película.





La película retoma la acción exactamente donde acabó la primera parte. Y no se anda con cortas introducciones, de inmediato te sumerge y te atrapa. De pronto vemos a Hermione convertida en Bellatrix y la película ya muestra todas las cartas. Muy bien realizado, con el ritmo adecuado, David Yates consigue unas cuantas escenas trepidantes e intensas. La película también recupera algunos personajes adultos que en anteriores películas fueron olvidados (John Hurt tiene su escena al principio y Maggie Smith tiene más importancia). También era importante la figura de Severus, pieza clave en todo el rompecabezas, para hacer comprender al protagonista lo que tiene que hacer en un momento determinado. Sus escenas son las más importantes y las que están mejor hechas cuando llega ese momento en que la película ha bajado ligeramente el listón. Su flashback está muy bien. Más tarde la película entra en un terreno pantanoso, tiene escenas inconexas (especialmente con las muertes de algunos personajes), como si se hubieran quedado sin tiempo para algunas cosas. Deposita el poco sentido del humor en esta parte en el personaje de Neville y en algunas reacciones de Ron en un par de escenas que deberían funcionar como alivio ante la intensidad de la trama, algunas tienen éxito, otras no. El final me resulta anticlimático. Tan solo mantiene el nivel en la escena en el bosque, lo que viene a continuación me parece un despropósito. Todo el enfrentamiento entre Harry Potter y Voldemort carece de emoción aunque ocurran cosas que supuestamente deberían ser todo lo contrario. Duelos de varitas entre ambos, escena del mago con Dumbledore (un mago con muchísimas luces pero también unas cuantas sombras, cuestionado por su propio hermano y por Severus durante el flashback por sus actos del que ya dudó Harry Potter en su momento) y ambos dando vueltas por el aire tras saltar juntos. Ni siquiera me parece este enfrentamiento entretenido.






Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2 me parece una buena película. Pero no la mejor de la saga. Ese lugar siempre lo ocupará la película que dirigió Cuarón, Harry Potter y el Prisionero de Azkaban seguida por la primera parte de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte y por Harry Potter y la Piedra Filosofal. Y aunque me parezca buena, también tengo cierta sensación de decepción, que David Yates ha desaprovechado una oportunidad de oro para hacer una película maravillosa. Y es una pena, pero siempre he tenido la sensación que es un director que nunca debió de dirigir más que una película de Harry Potter viendo los resultados finales de sus películas, especialmente las dos primeras. Creía que con Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1 y con el inicio de esta segunda parte había conseguido que olvidara todo lo anterior, pero acabo muy cabreado con él por rematar de semejante manera la faena, me parece que lo hace de forma chapucera. Y no se puede quejar precisamente del material que tiene para trabajar con todo el que tenía tanto en Harry Potter y el Misterio del Príncipe como con el final de la película que nos ocupa. Aún con esas, por su vibrante inicio y por ver finalizar una saga que nos ha acompañado durante varios años, es una película recomendable de ver. Aunque conforme pienso más en ella me guste algo menos y pese a que creo que en un segundo visionado mi opinión se vería bastante perjudicada respecto a este primer visionado. Pero seguiría disfrutando de varias de sus escenas, eso seguro.



viernes, 15 de julio de 2011

The Wire (spoilers)



Durante 5 temporadas con The wire más que una serie sobre drogas y narcotráfico, sobre policias y camellos y sobre negros y blancos, he visto una serie sobre una ciudad, en este caso la serie se desarrolla en Baltimore. Y es lo que engrandece aún más a la serie creada por David Simon, han intentado hablar sobre todo, sin dejar ningún cabo suelto y lo han hecho siempre de manera admirable. Ya sea tratando los barrios bajos, las drogas y la policía en todas sus temporadas, los muelles en la segunda temporada, los políticos, especialmente con la entrada de Carcetti durante la tercera temporada, las escuelas en la cuarta con ese grupo de niños y el periodismo en la quinta. No han dejado titere con cabeza y cuando han tenido que mezclar varias de esas cosas lo han sabido llevar de manera sobresaliente, no cayendo en lo fácil o gratuito nunca, siendo creíbles siempre. Y mantener tan alto el listón durante 60 capítulos es algo extremadamente difícil que David Simon y su equipo parecen haber conseguido con suma facilidad.




Hemos conocido durante la serie a muchos personajes con sus luces y con sus sombras, ansiosos por cumplir sus deseos personales pero siempre dándose de bruces contra ese duro muro llamado realidad. Desde ese McNulty dispuesto a todo para estar en la lucha contra la droga, siendo movido de unidad cada dos por tres, y sin importarle demasiado la legalidad de sus métodos, al siempre tranquilo Lester Freamon, pero también dispuesto a cualquier cosa que se contrapone a otra gente que prefiere trabajar siempre dentro de lo que consideran legal y justo como Bunk o Daniels, que antaño tuvo movidas de corrupción. Y eso dentro de la policía, porque también vemos gente muy parecida a ellos dentro de la política, de los puertos y de los periódicos. Siempre fascinantes resultan los enfrentamientos entre personajes: ese duelo entre McNulty y Stringer Bell al que se suma Avon, ese pulso de Prez en las escuelas por intentar ser justo dentro de un entorno injusto que simplemente se limita a enseñar bastante poco a los chicos, a los continuos experimentos de Colvin, siempre enfrentándose contra todo y todos, a ese pulso final de McNulty, solo apoyado por Lester, contra la banda de Marlo y, sobre todo, contra su amigo y compañero Bunk, que no ve con buenos ojos todo el tinglado que ha montado Jimmy y que lo puede llevar a perder su trabajo como policía e incluso a algo mucho peor, pues está cometiendo un delito muy grave a través de la manipulación de su caso, solo para disponer de los medios necesarios para seguir su lucha contra la droga y atrapar a Marlo. Y por no mencionar que por el medio anda metido un periodista muy parecido a él, por no decir casi idéntico, aunque sin las motivaciones de Jimmy. Y ese respiro que siempre dieron esa pareja estupenda que forman Herc y Carver. O la que formó Omar con el hermano Mouzone. Esas son algunas de las tramas, siempre fascinantes, pero no las únicas.




Esa regularidad mostrada durante sus cinco temporadas, con poquísimos baches, se debe a la sólidez a la hora de tejer los guiones, de hacer creíbles a sus personajes y las acciones que realizan sean más o menos increíbles y seleccionar a directores que han sabido trasladar a pantalla lo escrito sin perder un ápice de calidad. Entre cual es la mejor y cual es la peor temporada, la cosa está difícil. Probablemente muchos consideren la segunda temporada como la peor y quizá lo sea por el alto nivel de las demás temporadas, aunque a mí me atrae bastante toda esa trama con los griegos y los puertos. Quizá, la tercera temporada sea la más inspirada, la que está medio peldaño por encima de las demás por intensidad, por las relaciones entre los personajes, por Hamsterdam y por su final. El caso es que tampoco importa cual es la mejor y cual es la peor, con The Wire uno solo debe sentarse y disfrutar. Era difícil superar a Los Soprano pero creo que The Wire lo consiguió.


sábado, 9 de julio de 2011

Hanna




Hanna es una película con la que Joe Wright deja el drama romántico de época (al que va a regresar tras esta) para realizar una película de acción donde le da el protagonismo a una niña que resulta ser una brutal asesina. Creo que Wright es un director muy interesante, que Atonement era una película muy bien dirigida y con algunas secuencias que realmente se quedaban grabadas en la memoria, especialmente en la primera mitad de la película. Y todo esto, perteneciendo Atonement a un género que normalmente me resulta cargante como el cine de época, tenía su mérito. Tras la considerada fallida El solista que no he visto, Joe Wright, en este cambio de rumbo, realiza una película cuanto menos interesante, algo irregular durante varios tramos pero siempre interesante. Cuenta una historia sencilla pero dándole su sello personal, con multitud de referencias a cuentos famosos (especialmente al de los hermanos Grimm, siendo bastante explicitas las de éste). Pero aunque pueda parecer que el director se la toma en serio, mucho más lejos de la realidad. Él la dirige a su manera, metiendo sus planos de lucimiento pero en todo momento parece que se ha querido olvidar de desarrollar una historia más profunda y de hacer que tanto él como los actores (especialmente los que interpretan a villanos) se lo pasen muy bien.




Pronto nos introduce Wright en la historia de esa asesina que ha sido criada por su padre bajo una protección elevada, aislándola del mundo y de cualquier contacto humano, privándola de todo tipo de experiencia y entrenándola para que esté preparada para defenderse ante cualquier amenaza. Cuando dejamos de lado el tramo inicial y la chica entra en contacto con otras personas y con el mundo, en esa mezcla entre la niña que es una brutal asesina y no duda en hacer cualquier cosa para sobrevivir y la chica inocente que empieza a vivir nuevas experiencias, a trabar amistad con otra chica, resulta muy interesante. Y lo resulta porque ese contraste está muy bien tratado por Wright. Entre medias de todo eso nos encontramos con algunas escenas del padre (impresionante el plano secuencia en la estación de tren), de esa bruja obsesionada con los dientes y con solucionar todo el tinglado y del asesino que parece que va a irse a jugar al tenis y la gente que lo acompaña. Quizá entra dentro del terreno de la irregularidad pero nunca me resulta vulgar y siempre tiene algún detalle que la eleva, destellos de calidad. Todos los personajes me resultan bastante interesantes y la resolución final me parece satisfactoria.




Joe Wright se encuentra muy cómodo insertando varios recursos para hacer más atractiva su película. Y me gusta mucho encontrarme con una cinta de acción lejana a la impersonalidad. Planos rápidos, música de Chemical Brothers a todo volumen, un plano secuencia, la cámara dando vueltas de un lado para otro en alguna escena, todo ello sirve para contribuir a ese toque de cuento oscuro, similar en tono a Tideland, pero con la gran diferencia que la cinta de Wright es para todos los públicos y no resulta tan desequilibrada como la película de Terry Gilliam. Las referencias de Wright funcionan bien y la historia se sigue bien debido a su sencillez. A ratos, en las escenas más violentas, en una película como ésta, esperaba ver más sangre pero tampoco importa demasiado. La película se apoya en una Saoirse Ronan espectacular, que resulta creíble tanto cuando entra en contacto con su amiga como cuando mata a varias personas. A su lado tanto Cate Blanchett como Tom Hollander tienen la presencia necesaria para hacer dos villanos carismáticos. Mientras que Eric Bana da el pego y es uno de los actores que mejor saben rodar escenas de acción. El resto de secundarios quizá un escalón por debajo de todos ellos, pero a buen nivel. Y un par de referencias culturales me resultaron muy divertidas. Incluida esa que suele molestar tanto de España, con el tópico del flamenco por en medio.


domingo, 3 de julio de 2011

Blackthorn, sin destino



Blackthorn es una película dirigida por Mateo Gil, director de esa película absolutamente mediocre llamada Nadie conoce a nadie en la que Eduardo Noriega se veía envuelto en una trama delirante con los juegos de rol de fondo. La película estaba plagada de escenas ridículas, de varios actores conocidos interpretando a personajes vacíos y tan solo un par de destellos de dirección la salvaban. Lo demás que he visto de este hombre no han sido películas dirigidas por él, sino en las que ha participado como guionista. Gran parte de la obra del sobrevalorado Alejandro Amenábar siendo Tesis y Abre los ojos las más interesantes en la colaboración entre ambos más la entretenida aunque algo exagerada El método. Respecto al western, éste es un género de capa caída, aunque es una bendición que algunos directores de vez en cuando dirijan algunos. Quizá no lleguen a las cotas de maestros del género pero se han hecho algunas películas interesantes. Seraphim Falls, Appaloosa, El perdón, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Rango, Entierra mi corazón en Wounded Knee, Open Range, Broken Trail y los remakes de El tren de las 3:10 y Valor de ley. A lo que hay que añadir esa maravillosa serie de la HBO llamada Deadwood. Todas las mencionadas películas cuanto menos son entretenidas. Y algunas de ellas bastante buenas.




Blackthorn puede formar parte del grupo. No como una excelente película pero sí como una película interesante y entretenida. En ella, Mateo Gil nos cuenta la historia de un Butch Cassidy viviendo en libertad en Bolivia en sus últimos años y queriendo regresar a EEUU. Allí se encuentra a un hombre que está siendo perseguido por varios indigenas tras robarles el dinero de una mina. Mateo Gil dirige con altibajos, con cierta intensidad en varias escenas, pero también cortando el ritmo otras veces. Respecto a la historia, poco aportan los flashbacks al guión más allá de lo obvio entre la relación de Butch, Sundance Kid y la mujer que los acompaña y como presentación del personaje que interpreta Stephen Rea, que tendrá cierta importancia en el último tramo de la película. Pero más allá de la presentación de este personaje, poco aportan a la película y se acaban haciendo pesados. Es mucho más interesante la parte que transcurre con un Butch Cassidy ocultando su nombre, ya viejo, que traba amistad con el hombre al que persiguen. Sam Shepard y Eduardo Noriega tienen química y el director sabe aprovecharla, dando escenas de bastante interés entre ellos. Por lo demás, los tiroteos están bien rodados y el director remata con bastante acierto la película con un final interesante.




Mateo Gil se sirve del paisaje boliviano para crear algunas imágenes con mucha fuerza, sirviéndose de ellos y sacándoles muy buen resultado. Por contra, también abusa un poco de la música que la película posee, aunque haya alguna canción que está bien. Tanto Sam Shepard como Eduardo Noriega cumplen con sus respectivos papeles. El primero sabe llevar el peso de la trama y el segundo aligerarla. Los demás se limitan a cumplir sin más. Pero casi siempre da la impresión que el director podía haber sacado más resultado de esta historia, que podía haberla hecho mucho más intensa y profunda, que no se podía haber quedado simplemente en una película interesante porque había material de sobra para hacer algo muy superior. Pero merece la pena echarle un vistazo. Y que el cine español se adentre en el western es algo de agradecer. Respecto al futuro del género ahora mismo me interesa mucho ver Meek´s Cutoff, estrenada en varios festivales, de esa gran directora que es Kelly Reichardt y parece que al menos se hablará algo del género con la película que prepara Quentin Tarantino. Y conociendo al director, habrá multitud de inspiración a otras películas (sospecho que tendrá más inspiración por el spaguetti-western, aunque no dejará el western fuera) y quizá consiga que algunas personas se interesen por algunas de esas películas.