domingo, 10 de junio de 2012

Men in black 3


Después de varios años desde la segunda parte, regresa la saga Men in black sin sufrir ninguna baja importante. Porque además de la pareja protagonista que forman Will Smith y Tommy Lee Jones, también ha regresado Barry Sonnenfeld, director de las dos primeras, y los productores de Paramount y Amblin, con nuestro amiguete Steven Spielberg a la cabeza. Aunque sí que es cierto que se han querido renovar y que en este caso es el personaje de Tommy Lee Jones quien pierde protagonismo. Bueno, me equivoco, no es el personaje quien pierde protagonismo porque K es el centro de la trama pero es el actor quien si lo hace respecto a las dos anteriores.


Y es que Men in black 3 podría haber vuelto dando importancia a las situaciones extravagantes con alienígenas o director y guionista podrían haber convertido toda la película en el show particular de Will Smith haciendo gracietas sin ningún descanso pero ambos saben que el mayor atractivo de la película es esa pareja que forman J y K y prefieren darle importancia a los personajes y que no sean meros accesorios como suele pasar en este tipo de productos. Algo de lo citado anteriormente hay pero cobra gran importancia la pareja protagonista y los conocemos un poco mejor. Sobre todo conocemos del pasado de ambos personajes, de cómo uno ha acabado siendo ese viejo amargado y parco en palabras pero que termina siendo como una especie de “figura paterna” del otro agente.


Desde su comienzo con Sonnenfeld filmando la huida del villano de la cárcel lunar, el director hace gala de un sentido de humor que se integra a la perfección con la película. Y es que aunque MIB 3 no tenga la frescura que pudo tener en su momento la primera parte, si que ha logrado salir de ese gran bache que supuso la segunda parte y que hizo que la saga quedara guardada bajo llave durante varios años. La historia es sencilla pero eficaz, quizá con algún golpe de humor innecesario o con alguna cosa que se señala peroque  nunca llega a ser realmente imprescindible en la trama, como la relación entre K y O, Tommy Lee Jones y Emma Thompson en el presente, Josh Brolin y Alice Eve en el pasado, que podría haber dado bastante juego para que se comprendieran mejor ciertas cosas pero acaba siendo un tanto innecesario.


Hay algunos apuntes de los años 60 bastante conseguidos como que aún no se había conseguido la integración racial y siendo el protagonista Will Smith algún gag sobre eso tenía que haber, y también algún apunte musical pero podría haberse sacado bastante más provecho del viaje al pasado, tener muchas más referencias aparte de la machacona y un tanto facilona presencia de Andy Warhol en la película. Por otra parte, el personaje de Michael Stuhlbarg añade excentricismo a la película pero nunca uno puede llegar a entender su presencia en la película más allá de eso. Son pequeños fallos que no matan a la película pero que le hacen ser mucho menos de lo que termina siendo.


La buena química entre Will Smith y Tommy Lee Jones, aquí con el director buscando más que nunca ese contraste entre ambos, ese ying y yang que son cada uno, también se ve reflejada entre la pareja que forma el mismo Will Smith con Josh Brolin, aún siendo un accesible K aunque con indicios de lo que terminaría siendo. Quizá alguna expresión un tanto innecesaria, probablemente acentuada por el doblaje de la película, tiene su personaje. Pero MIB 3 termina por ser una película entretenida y que ofrece justo lo que uno pedía y bien servido por sus responsables.

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