sábado, 28 de julio de 2012

Margaret


Tras Puedes contar conmigo, mucho se esperaba de la siguiente película de Kenneth Lonergan. Y esa era Margaret, que rodó en 2005 -de hecho entre los productores están los ya fallecidos, ambos en 2008, Anthony Minghella y Sydney Pollack- y que nos llega ahora tras un retraso bestial. Y es que los mil problemas que ha tenido esta película en la producción han sido increíbles. Que leyendo cosas sobre eso también Lonergan ha tenido su culpa, es cierto, pero los productores desde luego han intentado boicotear la película y han intentado rebajar el montaje de 3 horas de la película a menos de 2 horas -finalmente, la versión estrenada está en las 2 horas y media-.


Lonergan también fue el guionista de Gangs of New York, algo clave pues Martín Scorsese junto a su montadora Thelma Schooonmaker fueron dos de las personas que han acabado ayudando para que Margaret finalmente haya visto la luz. La esperaba con ganas pues Puedes contar conmigo me gusta mucho, me pareció una película pequeña pero realizada con tacto, que emocionaba y que lograba que empatizara con esa mujer a la que todo le salía mal que interpretaba Laura Linney. También me gustaba mucho ese hermano inestable que interpretaba Mark Ruffalo, probablemente en la mejor interpretación de su carrera, y la relación entre ambos hermanos y la que tenía él con su sobrino.

  
Margaret me ha gustado. Pero es una película que va a dividir a la gente. Es más, voy a comprender perfectamente las críticas negativas a la película y se puede intuir por donde pueden tirar. Y no les faltará razón. Es una película irregular pero yo creo que finalmente las cosas buenas se acaban imponiendo a las malas y termina siendo una película con un atractivo raro y algo desequilibrado, pero con una fuerza impresionante. La historia trata sobre una chica de New York que tras distraer a un conductor de un autobús preguntándole donde se compró un sombrero, éste termina por atropellar a una mujer. Y ahí comienza este retrato sobre la culpabilidad de una mujer y como dicha culpa va aumentando conforme pasa el metraje. También una historia sobre una ciudad herida, una New York post 11-S.


Y es que la forma de actuar de Lisa (Anna Paquin) es muy significativa. No deja de ser una chica ingenua pero que parece segura de sí misma, aunque por lo que vemos en la película no es tan segura como cree, que comete un error tras mentir a los policías sobre lo que pasó y lo único que quiere es solucionar eso o quizá culpar a otras personas en vez de asumir la propia. Pero conforme pasa el tiempo y culpa a los demás, su culpabilidad también crece. Y su frustración por ver como todo le sale al revés también, lo que termina pagando con otras personas, principalmente su madre. 


Kenneth Lonergan dirige con elegancia consiguiendo una puesta en escena muy buena. Quizá se le puede achacar la labor de montaje, algo lógico por los problemas de la película en esta fase y por tener que haber recortado minutos, lo que hace que algunas escenas sueltas estén algo inconexas. Pero consigue un retrato certero de la adolescencia. Y de su forma de actuar cuando es testigo de un hecho trágico y como trastoca su vida, intentando después de eso madurar a la vista -como el hecho de pedirle a un chico que se acueste con ella para perder la virginidad o esa relación con su profesor-.


Puede que también se le pueda criticar cierto tendencia al exceso. De duración, quizá dando vueltas sobre el mismo tema, de dramatismo, con algunas situaciones algo exageradas, de crítica, con un par de debates pocos sutiles para hablar de la situación actual en EE.UU. tras el 11-S aunque algunos de esos debates entre adolescentes tan encendidos resultan curiosos de ver porque puedes llegar a posicionarte de un lado u otro. Y también ciertas cosas del comportamiento del personaje de Anna Paquin en algunos momentos, aunque creo que principalmente esa es una de las mayores virtudes de la película, esos cambios de carácter que sufre, esas cosas aparentemente nimias pero que terminan por ser importantes y marcarla. 


Lonergan se junta con actores que conoce muy bien. Ruffalo, Broderick -amigo de toda la vida del director- y Rory Culkin trabajaron con él en su anterior película, tanto Anna Paquin como Matt Damon en una obra de teatro que dirigió Lonergan, mientras que J. Smith-Cameron, que hace de madre de Paquin, es la mujer del director. Y todos están a un nivel notable. Sobre todo Paquin que es el 100% de la película mientras que los demás son muy secundarios -con J. Smith-Cameron y Jeannie Berlin con mayor importancia- pero le dan la réplica bien a la protagonista. También se puede destacar la presencia de Jean Reno y las testimoniales apariciones de mis adoradas Rosemarie DeWitt y Olivia Thirlby. Recomiendo ver Margaret -en versión original, claro- pero hay que tener en cuenta que no es una película fácil.


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