sábado, 5 de noviembre de 2011

Melancholia (spoilers)

Es una pena que las dos últimas películas de Lars Von Trier sean más conocidas por las ruedas de prensa en Cannes que por la calidad de las mismas. Y tanto en Anticristo como en Melancholia hay cine y muy bueno pero parece que ambas películas han quedado ocultas bajo el ego del director danés. Las películas del director son muy reconocibles, casi se podría hablar de género Lars Von Trier. Lo que es curioso porque bajo ese género el director danés le ha tirado a casi todos los demás, ya sea musical (Bailar en la oscuridad), bélico (Europa), comedia (El jefe de todo esto), thriller (El elemento del crimen), drama de época (Medea), terror (Riget) o falso documental (5 condiciones). Pero creo que ante todo ha priorizado el drama psicológico, especialmente en las figuras femeninas que protagonizan sus películas, sobre todo tras Rompiendo las olas.

Melancholia, dividida en dos partes, se introduce en la ciencia-ficción, aunque realmente lo del planeta es una excusa y estamos ante otro drama psicológico. Ante todo nos encontramos con una película muy Von Trier, con todas sus características, una primera parte muy de la doctrina dogma (aunque, como es habitual en el director danés, rompa las reglas del manifiesto cuando le da la real gana) y una segunda parte más aparentemente sosegada pero en el fondo igual de intensa, o más si cabe. Von Trier inicia la película con un prólogo de unos 7-8 minutos con imágenes de las dos hermanas interpretadas por Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg y por el hijo de la segunda, además de imágenes de la tierra y del planeta Melancholia, que se va acercando cada vez más al primero hasta colisionar con él.


Tras ese prólogo, llegamos a la primera parte llamada Justine (el nombre del personaje de Kirsten Dunst) en la que el director nos introduce en su banquete de boda. Lo que comienza como un día feliz, todo sonrisas por parte de los recién casados en el coche, pronto acabará mal por el estado depresivo que vive el personaje principal, que acaba quedándose sin marido y sin trabajo pese a que ese mismo día se ha casado y ha sido ascendida por su jefe. Toda la primera parte recuerda a Celebración de Thomas Vinterberg, amigo de Von Trier y cofundador del Dogma 95, aunque a diferencia de aquella, los personajes de Melancholia aún llegan a parecer humanos y no subnormales puros y duros como en Celebración (incluyendo tanto a los verdugos como las víctimas).

Quizá algunos personajes no pasen del esbozo (la madre interpretada por Charlotte Rampling que prometía dar más juego) pero al menos la veo bien aunque no sea una parte que llegue a apasionarme. La segunda parte, que se llama Claire (el personaje de Charlotte Gainsbourg), me gusta más y ya comienza a adentrarse en Melancholia, en si pasará de largo o va a colisionar, y en la depresión pura y dura del personaje de Kirsten Dunst. Se vive la tensión que siente el personaje de Gainsbourg por el posible encontronazo con el planeta, por si puede estar pasando los últimos días o minutos con su familia y su hijo. Y a la mujer le llega la calma después que el día en que parecía que el planeta podría chocar con la tierra, se acaba alejando. Pero más tarde vuelve. Su comprensivo marido intenta hacerla creer en principio que no pasará nada pero luego cuando ve que se ha equivocado toma la salida fácil.

El trato de los personajes de Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland y Kirsten Dunst me gusta en esta parte así como esa calma tensa que se palpa en el ambiente y en ver la previsible pero esperada resolución final. Imágenes de gran belleza, buen tratamiento de personajes y dejando de lado los excesos de otras películas del director. Quizá sea más convencional pero hay talento en ella. Lástima que sea una película irregular.

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