sábado, 25 de febrero de 2012

La invención de Hugo

Lo cierto es que lo de La invención de Hugo hasta el día de su estreno ha sido muy curioso. Primero tuve cierta curiosidad por ver como se movería Scorsese en un género que no había tratado y con el 3D. Después llegó el trailer y mucha gente criticó el infantilismo del que hacía gala. Pero tras estrenarse poco a poco la gente fue cayendo rendida ante la película. La película me ha gustado. A ratos me parece excepcional pero tiene algunas cosas que hacen que no sea mejor de lo que ya es. Pero como no sabía exactamente que esperar después de tanto tiempo, si un producto maravilloso o uno fallido, el resultado final de la película me parece bastante satisfactorio.

Y es que Scorsese es un maestro dirigiendo. Quizá uno de los mayores defectos o de lo que más me molesta de La invención de Hugo es cierta grandilocuencia en el movimiento de la cámara del director en algunas escenas. Pero el director consigue introducirte en su película con su manera de contar la historia, con ese homenaje al cine y con ese uso del 3D. Porque no se limita a lanzarte cosas a la cara, sino que muchas veces saca objetos o a los mismos personajes de la pantalla para lograr que el efecto de inmersión sea superior. Es un trabajo sobresaliente en ese sentido. Y logra imágenes de enorme belleza el director, muy cuidadas técnicamente, consiguiendo una buena recreación de París. Hay planos que solo sirven para el lucimiento del director pero se le perdonan.

Quizá el guión no sea ninguna maravilla pero Scorsese se las apaña para mejorarlo en su traslado a la pantalla. Logra imágenes de gran belleza, maneja con soltura los escenarios de la película, se permite multitud de guiños a películas clásicas -y no solo cuando vemos imágenes del cine de antaño-. Se le puede achacar que quizá haya algún detalle de más o que tampoco importe demasiado el pasado del personaje de Hugo -aunque termine resultando clave, puesto que su padre encuentra el autómata que luego es determinante o el personaje de su tío, que trabaja en la estación donde vive-. Como película infantil se maneja a la perfección, juega al slapstick con cierta soltura aunque quizá también abusando un poco, sobre todo con el personaje de Sacha Baron Cohen. En la parte homenaje al cine, quizá hubiera preferido por momentos más sutilidad -todos los papeles por la habitación volando, algo tosco-, en vez de algo tan explicito pero aún así también explota Scorsese a la perfección la vena nostálgica.

Me gustan más los homenajes más indirectos que existen en la película. Ese doble sueño que funciona como homenaje al corto del tren de los hermanos Lumière primero y luego con Hugo convirtiéndose en robot. El mismo robot recuerda a Metrópolis y también hay un par de guiños a Buster Keaton y a El maquinista de la general. El homenaje a El hombre mosca con Hugo colgando del reloj. Tanto lo de los Lumière como lo de la película de Harold Lloyd también aparecen explícitamente, hay imágenes de las obras en La invención de Hugo pero prefiero el otro homenaje que le hacen. Además, seguro que no es casualidad que la película se desarrolle en un estación. También juega un poco a Chaplin y a Luces de la ciudad en el romance entre el guardia y la florista, este homenaje sí es muchísimo menor. Pero logra grandes resultados cuando recrea las películas de Méliès y sus rodajes. Y esa obsesión por su obra especialmente por Viaje a la luna y por la imagen de la luna.

Ni que decir que técnicamente la película es sobresaliente. En todos los aspectos. Vestuario, maquillaje, banda sonora, dirección artística y los efectos visuales y sonoros están a un nivel impresionante. Cabe destacar una vez más el trabajo de Thelma Schoonmaker. Por algo es una persona que ha estado con el director durante gran parte de su carrera. Y Scorsese logra dos grandes actuaciones en las interpretaciones de los niños. De Chloe Moretz era previsible, es una de las actrices jóvenes más fascinantes, junto a Elle Fanning, y logra que su rostro sea adorable y que además tenga ciertos recursos cómicos. También Asa Butterfield está bien aunque a veces parezca algo pánfilo y te dé pena. Pero destaca sobre todo Ben Kingsley, que está impresionante en su papel. Los demás actores acompañan a la perfección asumiendo roles muy secundarios -Jude Law, Emily Mortimer, Ray Winstone, Christopher Lee entre otros-.

En La invención de Hugo hay mucha magia y encanto. Y, sobre todo, hay amor por el cine. Es una película imperfecta pero que logra meterse en tu corazón y que le cojas cariño con mucha facilidad. También que te intereses por varios directores o por varias obras que aparecen mencionadas. Creo que la mejor forma de calificar La invención de Hugo es como una pequeña gran película. No creo que sea lo mejor del 2011, pero sin duda está entre lo mejor realizado, aunque sí que se la recomiendo a todo el mundo. Y que dejen los prejuicios fuera, porque aquí estamos ante un espectáculo muy disfrutable.


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