lunes, 5 de abril de 2010

Moon, El huevo de la serpiente y Furia de titanes (1981)

Moon:


Tras triunfar en el último festival de Sitges el director de Moon, Duncan Jones, también conocido por ser el hijo de David Bowie, ha puesto su nombre en el mundillo cinematográfico y ya mucha gente quiere ver el que será su próximo proyecto. Y es que con Moon, Duncan Jones vuelve al género de la ciencia-ficción de una manera más clásica y sosegada. Lamentablemente, pese a las buenas intenciones, no todo es bueno en su película, pero tampoco todo es malo. La trama avanza yendo de más a menos, después de unos inicios prometedores, todo se acaba convirtiendo en un batiburrillo argumental que ni produce tensión, ni emociona ni nada pese a que Duncan Jones lo intenta. Pero como no es tonto, sustenta mucha parte de su película al actor principal y, por fortuna, escogió al adecuado, el minusvalorado y siempre grande Sam Rockwell capaz de pasar del drama a la comedia en un segundo sin pestañear. Es cuando Duncan Jones muestra la relación del personaje de Rockwell con su clon y con el ordenador cuando Moon mejor funciona y más engancha, cuando la trama parece sugerir algo antes de irse al traste, cuando se intenta dar entidad y algo de profundidad al personaje de Sam, que acaba pareciendo más un pegote argumental para intentar aportar sentimentalismo que otra cosa. Al final nos encontramos ante una película que resulta interesante pero también ante una película que podría haber dado mucho más de sí.




El huevo de la serpiente:


El huevo de la serpiente es un Bergman raro, que en muchos momentos no parece dirigida por él, que comienza como una película de época que no parece ceñirse a las características habituales del cine que dirigió Ingmar durante toda su carrera. En un principio sorprende porque ya de inicio, Bergman se desprende de ese ritmo más pausado que solía manejar en sus películas, de hecho a medida que avanza la farragosa trama, le va imprimiendo más. Y de una tacada, Bergman convierte una película algo aburrida, sencilla y sin interés, con una historia entre los personajes de David Carradine y Liv Ullmann que en ningún momento emociona ni sugiere, en un producto caótico, irregular, fallido pero interesante, bastante excesivo en varios momentos, con escenas que parecen que están de más (el encuentro de Carradine con las prostitutas y el negro) pero que te va atrapando, que te descoloca y que van haciendo que la película de pronto vaya cogiendo mucho interés hasta su muy interesante y bien realizado final. Es cuando parece aceptar su condición de película no bergmaniana -aunque con momentos Bergman- y acaba asumiendo que su película es fallida y no solo no se avergüenza de ello sino que lo potencia a través de las situaciones, cuando El huevo de la serpiente comienza a funcionar, comienza a sugerirte. De Bergman siempre hay que esperar más, pero me basta con que haya sabido reconducir una película que no estaba ofreciendo nada para acabar ofreciendo algo interesante apoyado en una trama que funciona mucho mejor cuando trata el tema de los experimentos que cuando cuenta la historia entre David Carradine y Liv Ullmann.




Furia de titanes (1981):


Ahora de moda recién estrenado la versión modernizada que se puede ver también en 3D, a la película original dirigida por Desmond Davis le pesan los años como una losa. Pero precisamente son esos efectos especiales pasados de moda, completamente cutres vistos hoy en día, lo que confieren a la primera versión de Furia de titanes cierto encanto. La obra te lleva en todo momento a tu infancia, a cuando uno creció viendo ese tipo de películas en la que los protagonistas para lograr su fin final tenían que pasar antes un montón de "pruebas" para lograrlo. Y aquí Perseo para derrotar al Kraken que va a matar a la mujer que ama, ofrecida como sacrificio, tiene que vivir unas cuantas aventuras para conseguir lo que necesita para poder derrotarlo. Furia de titanes es una historia de venganzas muy bien tratada, con personajes que derrochan carisma, con varios momentos que no solo tienen encanto sino también fuerza. Las secuencias en el Olimpo son antológicos, esas luchas de egos están retratadas de gran manera. Sobre la versión que acaban de realizar dudo mucho que vaya a verla, al menos en un periodo cercano y en el cine, pero dudo mucho que ofrezca algo más salvo esos efectos especiales que han potenciado y que harán de la versión un producto espectacular pero vacío.


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