viernes, 23 de julio de 2010

Toy Story 3



No haría falta decir que Pixar ha conseguido hacerse un hueco como una de las más grandes productoras gracias a las películas que viene realizando desde sus inicios. Ya no es ninguna sorpresa que la película que estrenan cada año se acabe colocando entre las mejores del año. Toy Story 3 no es una excepción. Quizá la productora ha crecido mucho desde la primera parte en 1995, ha potenciado bastante la parte dramática en sus películas, pero ya entonces, en la primera Toy Story, mi película favorita de Pixar junto a Monstruos, S.A., WALL•E y esta tercera parte, se veía una gran película que nada tiene que envidiar a las últimas producciones como la citada WALL•E, Up o Ratatouille. Quizá con esta tercera parte esperaba una película similar a la segunda, un disfrutable entretenimiento, con multitud de referencias, en aquella a El imperio contraataca especialmente, y con unos cuantos momentos conmovedores pero Pixar va un paso más allá.




Toy Story 3 es, desde su principio hasta su final, pura emoción. Desde las partes más emotivas, a las más aventureras. Toda la parte en la guardería está dirigida con un nervio increíble, manejando muchísimas escenas de una tensión elevada poco común en una película de animación como ésta, tan recomendable para niños como para adultos. El paso del tiempo en los dueños de los juguetes, que ya se apuntaba en la segunda parte de la saga, el dejar atrás todas esas cosas que te hicieron feliz un día también está muy bien tratado. Y se comprende, en una saga así, las ausencias de algunos muñecos de las anteriores entregas, ya que al final acabamos conservando a los que más cariño tenemos. Pero por suerte son sustituidos por personajes aún mejores, desde el malvado pero adorable oso Lotso, a un oscuro pero entrañable Ken, el muñeco del bebé, auténticamente siniestro, el "cameo" de Totoro y eso por no hablar del cambio que sufre el personaje de Buzz. Las múltiples referencias a otras películas están muy bien, el diseño de los personajes es sobresaliente, a nivel técnico la saga está más en forma que nunca y el ritmo que tiene es elevado, nunca te aburres con ella y es algo más que un simple entretenimiento. Es una película que sabe donde tocarte, que es pura nostalgia hacía aquellos tiempos en los que eramos niños que jugábamos con nuestros juguetes.




Una película que hay que ver y en el cine. Toy Story, aunque pueda no ser valorada como una de las mejores trilogías de la historia, para mí lo es. No tiene nada que envidiar a las trilogías mejor valoradas y en mi opinión incluso supera a algunas tan bien consideradas como la de La condición humana de Masaki Kobayashi. Y si la película es grandiosa, no menos genial es el corto que acompaña a la película Day & Night, auténtico prodigio de imágenes, que muestra la capacidad que tiene Pixar para reiventarse cada año con una facilidad pasmosa. Tan recomendable como la película, conviene no llegar tarde y perdérselo.


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