domingo, 4 de diciembre de 2011

In Time

De la mente de Andrew Niccol han salido ideas geniales. Pero ideas que han sido mucho mejor aprovechadas cuando él se ha limitado a escribir y no a dirigir (El show de Truman donde Peter Weir supo trasladar ese universo de manera genial). Aunque de las películas dirigidas por Niccol, Gattaca me parece una película meritoria y El señor de la guerra curiosa. Pero siempre tengo la sensación que ambas podían dar más de sí. Con In Time esa sensación se acrecienta aún más porque es una película inferior a ambas pero con una idea, si cabe, mucho más interesante que las que proponían esas películas.

In Time es una especie de mezcla entre Desafio total y Robin Hood y comienza de manera prometedora describiendo el particular universo en el que se encuentran los personajes y es interesante el ver al tiempo convertido en el auténtico protagonista de la obra, ya que sirve como moneda de cambio para cualquier cosa.


En este caso, Andrew Niccol se centra sobre todo en dos grupos sociales: los que viven al día, preocupados que algún día no tengan el tiempo justo, y a los que le sobra, esos que viven sin la preocupación de morir porque han llegado a los trece ceros. También es interesante el ver a actores jóvenes interpretando a personajes de 80, 90 o más de 100 años, Niccol se aprovecha de eso para acrecentar el clima de ciencia-ficción.

Pero a partir que Justin Timberlake consigue, tras ayudar a un tipo una noche, el tiempo ilimitado, la película se centra a dar vueltas sobre una misma idea: muchos deben morir para que unos pocos sean inmortales. Quizá esa especie de paralelismo que existe con la realidad entre los grupos sociales que cuentan con las ventajas y los que cuentan con las desventajas sería mucho más interesante sí consiguiera importarte más, algo que no consigue.

Desde luego es entretenida y la película ofrece un par de persecuciones logradas pero se queda bajo una capa de superficialidad de la que podría haberse desprendido si Niccol hubiera tenido algo más de ambición por intentar lograr algo más que un simple pasatiempo.

Niccol desaprovecha muchos personajes en la película. En primer lugar, a los guardianes del tiempo. Sabemos que había algo entre el guardián que interpreta Cillian Murphy (hace lo que puede con su personaje y no es poco) y el padre del personaje de Justin Timberlake, pero eso queda ahí, sin más, como un pegote. En segundo lugar, podría haber aprovechado más la relación entre Vincent Kartheiser (lo mejor de la película, lo cual no es demasiado) y Amanda Seyfried, padre e hija en In Time, quizá para darle más minutos al primero. El resto de secundarios se limitan a cumplir con lo que tienen.

Es en los protagonistas donde baja el nivel. Timberlake puede caer mejor o peor pero tiene carisma y en In Time se le ve más bien soso. Amanda Seyfried ha demostrado ser una actriz competente en otras películas pero aquí se encargar de tirar demasiado de su belleza y su cuerpo. Claro que en ese caso, a mí me vale porque tengo debilidad por ella pero aparte de eso me gustaría verla en un papel mejor. Interpretaciones insustanciales pero la película deja la sensación que tampoco se les puede pedir mucho más. Olivia Wilde cumple como milf madre de Timberlake.

Es una pena que la acción supere a la ciencia-ficción y el director tome ese camino subrayando en exceso esa idea y no otras que podrían haber dado una película mucho mejor. En In Time, a Niccol lo que se le ha ido de las manos no ha sido el tiempo, ha sido un guión. Y recordar que no vale únicamente con una premisa original, hay que trabajarla para lograr buenos resultados.

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