domingo, 20 de mayo de 2012

Con derecho a roce


La película no está mal aunque resulte algo hipócrita. En primer lugar porque ha sido vendida por los responsables, principalmente por su pareja protagonista, como una comedia y no como una comedia romántica, como una supuesta película que parece que quiere deconstruir los tópicos del género y añadir un toque gamberro al asunto. No lo consigue y Con derecho a roce es desde el principio de película hasta su conclusión una película más del género pero muy actual, con ese intento de ser una comedia Apatow poniendo al sexo, normalmente tabú en la comedia romántica, como principal protagonista en la relación de los personajes de Justin Timberlake y Mila Kunis.


El director de Rumores y mentiras, entretenida película a mayor gloria de Emma Stone, aquí no anda tan suelto como en su anterior película y tan solo se ven pequeños atisbos en un par de momentos. Su inicio, con montaje paralelo, donde vemos a los dos protagonistas siendo dejados por sus respectivos parejas, se convierte en lo mejor de una película demasiado empeñada en no querer ser lo que realmente es.


Pero Con derecho a roce no aburre, es entretenida y se ve con facilidad. Y tiene muchas cosas que sobran y tampoco es una película que uno vaya a recordar tras verla. En el momento en que los dos personajes comienzan su relación (sexual), la película se favorece de los encuentros entre ambos, de la química que tienen los actores. Lástima que tanto Timberlake como Kunis sean actores algo sosos y que el director no pueda explotar más eso, porque mejor le iría a la película. Poco importan los demás conflictos de los personajes más allá de la relación sexual, si el personaje de Justin Timberlake tiene un padre con Alzheimer y un compañero de trabajo homosexual o si la madre del personaje de Mila Kunis es una promiscua que se lo tira todo.


Y esto es una pena porque más allá de un par de detalles en el carácter del personaje de Woody Harrelson, los demás secundarios están desaprovechados, tanto Richard Jenkins como Patricia Clarkson. Tampoco importa demasiado si los dos protagonistas intentan conseguir otra pareja con la que pasar el tiempo, mientras entre ellos dos hay sonrisas falsas. Todo eso parece más bien minutos de relleno para intentar darle algo de profundidad a los dos personajes sin éxito. Les iría mejor que se dedicaran al sexo sin más. Pero al final, como era esperado, eso de tener tan solo relaciones sexuales no puede ser posible. Hay algo más que solo eso. Y se va al traste todo lo que sus actores habían querido vender. Los dos personajes tienen derecho a roce pero....... y ese pero con puntos suspensivos lastra el resultado final por el simple hecho de no querer asumirlo.


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