sábado, 23 de octubre de 2010

Winter´s Bone (spoilers)



La película independiente que nos llega de Sundance, donde ganó algunos premios, este año es Winter´s Bone, realizada por la directora Debra Granik. En Estados Unidos se ha hablado mucho de la película y especialmente de la interpretación de Jennifer Lawrence, aquella chica que en Lejos de la tierra quemada de Guillermo Arriaga, con una facilidad pasmosa, estaba unos peldaños por encima de Charlize Theron y Kim Basinger. Por aquí dudo que se hable demasiado sobre Winter´s Bone. Igual que en su momento Frozen River, con una maravillosa interpretación de Melissa Leo, pasó inadvertida es probable que pase lo mismo con la película de Granik. Winter´s Bone, dentro de las grandes diferencias argumentales con la película anterior, tiene cierto parecido a ésta. Las dos se desarrollan en un pasaje frío, despoblado de cualquier tipo de humanidad en sus personajes y con el personaje principal (femenino) intentando tirar para adelante como buenamente puede.




Debra Granik nos sumerge en la historia de una chica menor de edad que busca a su padre, un delincuente que trapicheaba con drogas, y que para solucionar los problemas que tiene con la casa donde vive, que se le van a quitar porque su padre la dejó a la policía para pagar su fianza. El problema es que tiene que ir preguntando por los alrededores y se encuentra en una zona donde las preguntas y más de ese tipo gustan más bien poco por lo que se lleva para casa pocas respuestas pero muchas amenazas. Winter´s Bone tiene muy buenas cosas, se podría empezar con la relación entre tío y sobrina, con un John Hawkes que lo borda. En muchos momentos recuerda a un gélido western, donde se llega a unas cotas de intensidad increíbles y donde se muestra la dureza de los habitantes del pueblo, sean hombres o mujeres, de manera creíble.
Probablemente, la escena más representativa sea aquella en la furgoneta en la que una pasiva Jennifer Lawrence se queda mirando como su tio y el policia están muy cerca de liarse a tiros. Uno porque ya ha tenido bastante esa noche y no quiere que le toquen más los huevos y el otro por intentar cumplir con su trabajo. Es una escena de muchísima intensidad, dirigida con gran nervio por una directora debutante. Ya podrían aprender algunos directores.




Pese a que no tiene grandes defectos, alguno sí tiene. A veces se intenta remarcar demasiado la diferencia entre la chica y el pueblo, con ésta intentando escapar de ese infierno teniendo el ejército como vía de escape. Pero, como es evidente, no es tan fácil escaparse sin más y más teniendo a dos hermanos pequeños que no tienen a nadie más. Todo eso se le perdona a la película que acaba siendo un producto notable y muy bien dirigido, con el que Debra Granik mantiene durante todo su metraje un buen pulso y con el que muestra que si le dejan, y esto no lo veo demasiado claro, puede labrarse un interesante hueco dentro del cine independiente. Desde luego está a años luz de la película de Sundance del año pasado, esa comedia involuntaria llena de momentos dramáticos supuestamente desgarradores llamada Precious.


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