sábado, 20 de noviembre de 2010

Matar o no matar, éste es el problema (Theater of Blood)



En esa semana final de Octubre, en la que se encuentra el día de Halloween como último día del mes, decidí ver varias películas de terror, principalmente algunos clásicos que me faltaban por ver y alguna película representativa del género como pueden ser El pueblo de los malditos, Ojos sin rostro o Suspiria entre otras. Si miro a esa semana probablemente me hubiera faltado revisar La matanza de Texas original, la de Tobe Hooper y la maravillosa Halloween de John Carpenter. Pero sí vi dos películas de otro de los nombres propios del género: Vincent Price. Y fueron dos buenas experiencias ambas películas: The tingler y Theater of Blood. Especialmente la segunda, que fue, junto a The Wicker Man, lo que más me gustó de esa semana. Esa película, conocida en España como Matar o no matar, éste es el problema la hizo Price en el tramo final de su carrera, antes de que unos años después Tim Burton le homenajeara en un maravilloso corto y decidiera darle un papel en Eduardo Manostijeras. El nombre de Vincent Price, dentro de este género, casi siempre había estado relacionado con las historias de Edgar Allan Poe dirigidas, en gran parte, por Roger Corman. En la película que nos ocupa, cambia de autor y pasar al archiconocido William Shakespeare para rendirle homenaje.




La historia es sencilla pero eficaz e incluso podría servir como crítica. Un actor, al que se da por muerto después de que se le negara un premio por su carrera, que representaba obras de Shakespeare vuelve a la carga para matar a todos los críticos que le vilipendiaron. Las muertes de esos críticos serán idénticas a escenas de alguna obra que representó: El mercader de Venecia, Romeo y Julieta, Julio César, Othello, El rey Lear, Ricardo III entre otras obras. Toda la película está repleta de humor negro y está muy bien manejado junto a las escenas más violentas dando como resultado una película muy entretenida y muy bien hecha. Se suma además la gran interpretación de Vincent Price, que se siente como pez en el agua a la hora de recitar esos versos del autor inglés.




La película es de serie B y se beneficia de eso en su ritmo y en la historia. Normalmente las mayores quejas de la película suele ser a la dirección, aunque a mí me ha gustado dentro de sus limitaciones. No es especial pero tampoco me pareció tan mediocre como se suele citar. Correcta, con un Douglas Hickox que aprovecha a la perfección de los materiales que dispone, explotando con mucho acierto las cosas más atractivas de su película como son esos momentos de humor negro y esas violentas muertes que además captan a la perfección el tono de las obras en las que se basan. Y además también explota con acierto a Vincent Price, que dentro de un reparto normalito, es quien más destaca. Probablemente podría haber aprovechado más ciertas cosas, o darle una puesta en escena que destaque mucho más pero tampoco el resultado es tan malo siendo una película de serie B.


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