martes, 18 de enero de 2011

The Way Back (Camino a la libertad) - Spoilers




Peter Weir es uno de los directores más interesantes en la actualidad. Master and Commander es una película muy buena, absolutamente fascinante y, además, es una de mis películas favoritas de la década pasada. Pero ya habían pasado varios años desde que la dirigió y Weir ha tardado un tiempo para su último proyecto. Quizá The Way Back no sea la mejor película que ha realizado el director australiano, tampoco la peor, aunque sí es una obra por debajo de sus mejores películas y, quizá, también está por debajo de las expectativas que había creado en torno a ella. Pero no por ello es mala, ni mucho menos, todo lo contrario. Pero enumeraría antes varias películas que The Way Back dirigidas por el mismo Weir que me gustan más: Picnic en Hanging Rock, La última ola, la interesante Gallipoli, Único testigo, La costa de los mosquitos, El show de Truman y la anteriormente citada Master and Commander. Pese a todo, creo que The Way Back será una película que con el tiempo, y con futuras revisiones, vaya ganando y que vaya dejando fuera esa sensación agridulce que me he dejado. Y diferente a lo que el cine de aventuras hoy en día nos ofrece.





La película comienza fuerte. Una primera escena en la que vemos al protagonista interrogado y como su mujer le acaba delatando después de haber sido torturada. Peter Weir ya muestra con los elementos justos lo poco que le hace falta para hacer escenas desgarradoras y muy intensas. Pronto nos sumerge dentro del campo de concentración y de algunos personajes que hay dentro de él. Weir lo maneja todo de manera notable, incluyendo los tópicos, para hacer de esta parte una de las mejores de la película y presentar, de manera muy acertada, a los personajes que iremos viendo a lo largo de la película. Una vez fuera del campo de concentración, hay que reconocer que la película se puede hacer agotadora. Yo creo que Peter Weir mantiene muy alto el listón hasta que desaparece el personaje de Colin Farrell. Consigue que vayan chocando los personajes por sus maneras de hacer las cosas, consigue complicidad entre otros, aporta la bravuconería del violento personaje de Valka (Colin Farrell), la experiencia del personaje del Sr. Smith (Ed Harris), la determinación y función de liderazgo de Janusz (Jim Sturgess) más las aportaciones del resto del grupo. Se siente la dureza de ese tramo, ese frío que sienten, esa falta de hambre y de sed, esa dureza de tener que caminar durante meses sin saber si el siguiente paso te acabará llevando a ser libre. También introduce bien al personaje de Irena (Saoirse Ronan) y ese vínculo padre-hija que se va creando poco a poco entre ella y el personaje de Ed Harris, que en un principio no está seguro de su presencia en el grupo. Los mejores momentos de la película es cuando conocemos a los personajes, cuando nos cuentan algo de su pasado. Creo que Weir podría haber aprovechado más estos momentos, sin tener que llenar la trama de ellos, pues no es su intención. Tras desaparecer el personaje de Farrell, The Way Back me parece más irregular, especialmente esa andadura por el desierto y su tramo final que parece precipitado. Toda esa tranquilidad con la que había narrado la película desaparece y da lugar a que la película parezca acelerada y a que ha sido cortada en la sala de montaje para ajustarla a una "duración estándar". Pero dentro de la irregularidad auna escenas de gran belleza y los personajes siguen evolucionando y madurando. Aunque sea a cuentagotas. Pero el espectador sigue sintiendo esa falta de hambre y, especialmente en este tramo, de sed y el frío esta vez se cambia por calor debido al fuerte sol.





Cabe destacar el nivel técnico de la película, magnífico, especialmente a nivel visual que es sencillamente impresionante, donde destaca esa meticulosidad de Peter Weir para que cada escena sea bella. La fotografía es prodigiosa. Cada paisaje que vemos es un regalo para los ojos. Puede gustar más o menos, pero cada plano tiene sentido, cada escena. A nivel actoral, se nota lo limitado de Jim Sturgess, protagonista principal, pero se entrega y no acaba desentonando. Destaca especialmente Colin Farrell, que hace suyas las escenas en las que aparece con una facilidad pasmosa. Saoirse Ronan y Ed Harris también están muy bien así como los secundarios. Una pena que Mark Strong aparezca tan poco y se le liquide así de la trama puesto que el suyo es uno de los personajes más interesantes.
Puede hacerse aburrida, aunque no considere que lo sea, pero aún así es una película muy interesante. Despoblada de cualquier tipo de efectismo, es una película dura, realista y lírica. También irregular. Lo único que le pido a Peter Weir es que no tarde tantos años para la siguiente.



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